10 alimentos que debes evitar si padeces la enfermedad de Crohn
Revisado y aprobado por la nutricionista Anna Vilarrasa
No existe una dieta específica para los pacientes con enfermedad de Crohn; sin embargo, evitar la ingesta de algunos alimentos puede ayudar al manejo de los síntomas. Este trastorno de carácter inflamatorio se caracteriza por episodios de diarrea, náuseas, calambres estomacales y fatiga.
Junto a la colitis ulcerosa, es uno de los tipos de enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Es causada por una reacción exagerada del sistema inmunitario que ataca los tejidos del tracto intestinal y provoca inflamación.
Si bien sus brotes pueden detonarse por varios factores, la alimentación desempeña un papel clave. Y es que las fuentes abundantes de fibra, al igual que el gluten, los picantes y los lácteos, tienden a agravar la condición. ¿Qué deberías evitar?
1. Cereales integrales
La fibra dietética que contienen los cereales integrales puede contribuir a una digestión saludable en personas sanas. No obstante, en pacientes con enfermedad de Crohn, su digestión es difícil, y puede empeorar síntomas como la diarrea, la hinchazón, los gases y el dolor abdominal.
Se recomienda evitar variedades como el pan integral, los copos de salvado, las palomitas de maíz, la pasta integral, la cebada y el trigo. Esto, en especial, durante las crisis de la enfermedad, que es cuando más sensibilidad provocan.
2. Legumbres
Junto a los cereales integrales, las legumbres hacen parte de los alimentos catalogados como FODMAP, que hacen referencia a carbohidratos de cadena corta —azúcares, almidones y fibra. Los mismos son mal absorbidos en el intestino delgado y tienden a fermentar en el colon.
En los pacientes con enfermedad de Crohn, este tipo de alimentos pueden causar complicaciones durante los brotes, ya que aumentan la hinchazón y los gases. De ahí que se recomiende evitar la ingesta de frijoles, lentejas, garbanzos y otras variedades de legumbres.
3. Frutas altas en fibra
La mayoría de los pacientes con enfermedad de Crohn suelen tolerar las frutas en los periodos de remisión —es decir, cuando la actividad de la enfermedad es reducida—. De hecho, estos alimentos contribuyen a un óptimo aporte de vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes.
El problema ocurre durante los brotes de la enfermedad, ya que la ingesta de frutas abundantes en fibra —o de su jugo— tiende a exacerbar síntomas como la diarrea, el dolor abdominal y la hinchazón. Así pues, conviene limitar la ingesta de las siguientes variedades:
- Peras.
- Pepino.
- Mango.
- Melones.
- Plátanos.
- Manzanas.
- Arándanos.
- Higos y ciruelas.
4. Verduras abundantes en fibra
Al igual que las frutas, ciertas variedades de verduras abundan en fibra y azúcares que dificultan la digestión. Por eso, su inclusión en la dieta puede resultar perjudicial durante los brotes de enfermedad de Crohn.
Variedades como el brócoli, el repollo y las coles de Bruselas incrementan la producción de gases y empeoran la hinchazón. Otras opciones, como las alcachofas, el calabacín, la cebolla y las patatas dulces, también están desaconsejadas.
A través de la Clínica Cleveland, la dietista registrada Anna Taylor recomienda consumir las verduras cocidas en lugar de crudas para evitar que irriten el intestino. También sugiere retirarles la piel y las semillas.
5. Frutos secos y semillas
Tanto los frutos secos como las semillas suelen incluirse en la lista de alimentos prohibidos para las personas con enfermedad de Crohn. ¿La razón? Son abundantes en fibra insoluble, cuya digestión suele ser difícil. Su consumo se asocia a un aumento de la hinchazón, los gases, la diarrea y la irritación estomacal.
Procura evitar las siguientes opciones:
- Nueces.
- Maníes.
- Sésamo.
- Marañón.
- Pistachos.
- Avellanas.
- Almendras.
- Macadamia.
- Arroz salvaje.
- Semillas de lino y de chía.
- Semillas de girasol y de calabaza.
6. Productos lácteos
Contrario a lo que muchos piensan, los lácteos no son en sí un detonante de las crisis de enfermedad de Crohn. De hecho, muchos pacientes toleran bien su consumo. Sin embargo, sí es cierto que la intolerancia a la lactosa es frecuente entre quienes sufren esta enfermedad.
Se estima que las personas con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) tienen 2,7 más riesgo de sufrir intolerancia a la lactosa. Su detección es clave para el adecuado manejo de los síntomas.
Por eso, si hay hinchazón, dolor abdominal, gases o diarreas tras la ingesta de leche, yogur, crema agria, quesos, mantequilla o cualquier otro lácteo, lo mejor es suspender su consumo. Lo mismo aplica para las recetas que contienen estos ingredientes.
7. Alimentos picantes
Los alimentos picantes suelen empeorar la inflamación del tracto gastrointestinal en las personas con enfermedad de Crohn. Opciones como el chile en polvo, la pimienta de cayena, el curri picante, las guindillas —y todos sus derivados— han de evitarse en la dieta.
8. Alimentos grasosos y frituras
Los alimentos abundantes en grasas, como las frituras, exacerban los síntomas de la enfermedad de Crohn. Estos concentran una alta cantidad de lípidos peroxidados que empeoran el estado de inflamación, dificultan la digestión y alteran el revestimiento intestinal.
En una investigación divulgada en la revista Nutrients, un 60 % de los pacientes con enfermedad de Crohn manifestaron complicaciones de la enfermedad tras consumir alimentos fritos.
Asegúrate de evitar opciones como las siguientes:
- Helados.
- Patatas fritas.
- Salsas grasas.
- Comidas rápidas.
- Mantequillas y natas.
- Cortes de carne grasosos.
9. Edulcorantes
Los alimentos con edulcorantes añadidos, como los caramelos, los chicles y algunas bebidas (refrescos, jugos de fruta y limonadas) empeoran la diarrea y la hinchazón en los brotes de enfermedad de Crohn. Ingredientes como el xilitol, el sorbitol y el malitol tienen una malabsorción en el intestino que se manifiesta con gases, hinchazón y mayor riesgo de diarrea.
Una hipótesis propuesta por el Dr. Xiaofa Qin, en un estudio compartido en The Canadian Journal of Gastroenterology, sugiere que los edulcorantes causan una alteración sostenida de la mucosa intestinal, lo que puede derivar en enfermedad inflamatoria intestinal (EII).
10. Alcohol y cafeína
Todo tipo de bebidas con alcohol y cafeína suelen derivar complicaciones entre las personas con enfermedad de Crohn. El alcohol irrita el tracto gastrointestinal, empeora la inflamación y lleva a crisis de diarrea y molestias estomacales.
Entre tanto, la cafeína estimula los movimientos peristálticos del intestino, que son los que impulsan la eliminación de los desechos. Por eso, ingerirla es mala idea cuando se tienen ataques de diarrea por esta enfermedad.
En la medida de lo posible, evita consumir cerveza, vino y cualquier tipo de licor. También café, té negro, gaseosas y bebidas energizantes.
¿Qué hay que recordar?
La enfermedad de Crohn es compleja y requiere un abordaje multidisciplinar. Aunque los ajustes en la alimentación contribuyen al control de sus síntomas, por sí solos no son suficientes para abordar esta condición.
Además, mientras que algunos alimentos son problemáticos para unos pacientes, en otros son bien tolerados. De ahí la importancia de hacer dietas de eliminación supervisadas por el médico o el nutricionista.
El profesional puede ayudar a establecer cuáles son los alimentos que propician las exacerbaciones de los síntomas. Además, orienta la alimentación para evitar cuadros de desnutrición o deficiencias.
En general, en las etapas de remisión, es posible llevar una dieta equilibrada, incluyendo alimentos saludables como las frutas, los vegetales y los cereales integrales. Durante los brotes habrá que restringir su consumo y buscar otras alternativas.
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