¿Es recomendable andar con el menisco roto?
Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto
Los meniscos son cartílagos en forma de letra «C» o medialuna que separan la tibia y el fémur. Sus funciones principales son amortiguar, estabilizar y facilitar el movimiento de la rodilla. Pero resultan estructuras que se lesionan con relativa frecuencia y, por ello, una de las dudas más comunes es saber si se puede andar con el menisco roto.
La respuesta a esta pregunta depende de varios factores. Hay que evaluar la gravedad de la lesión, la edad de la persona, las actividades que realiza a diario y si ya se tiene o no programada una cirugía para reparar el problema.
Más allá de caminar, desplazarse, practicar deportes o seguir asistiendo al trabajo con un menisco roto, es fundamental hacer la consulta médica. Será un profesional quien determine el abordaje correcto y nos aconseje sobre lo que sí podemos hacer y lo que no.
¿Qué debo hacer frente a una rotura de meniscos?
En general, los meniscos se rompen por un movimiento brusco de rotación de la rodilla o por la degeneración del cartílago provocada por el paso del tiempo. En cualquier caso, aparecerán síntomas sospechosos.
Las causas, la gravedad y la zona de la lesión hacen que los síntomas varíen. De todas maneras, en la mayoría de las personas con el problema, los signos comunes son los siguientes:
- Inflamación en la rodilla.
- Bloqueo de la articulación.
- Dolor y rigidez al mover la rodilla.
- Chasquido en la zona del menisco.
- Molestias al flexionar y extender la pierna.
- Dolor e incomodidad al ejecutar las tareas cotidianas.
Si notas síntomas que indican desgarro de meniscos, es importante que no realices actividades que ejerzan presión sobre la rodilla antes de consultar con un médico.
Para confirmar que hay una rotura o un desgarro, el profesional realizará un examen físico. Pero también solicitará métodos complementarios de imágenes, como una resonancia magnética.
Una vez se confirme la lesión, se propondrá un tratamiento. No todos los desgarros requieren intervención quirúrgica. Dependerá del tipo de rotura, de la ubicación de la misma y de las condiciones del paciente.
Por ejemplo, cuando existen fragmentos sueltos del menisco que generan bloqueos en la articulación, se suele apelar a la operación. En cambio, en personas mayores de 60 años que tienen degeneración del cartílago, no suele preferirse la cirugía.
Tampoco se operan los desgarros pequeños, que se abordan con reposo y fisioterapia. Aunque sí se postula la posibilidad de intervenir en deportistas jóvenes que se encuentran en actividad profesional.
¿Podré andar con el menisco roto hasta que reciba tratamiento?
En general, a los pacientes con rotura de meniscos confirmada se les recomienda efectuar los siguientes cuidados inmediatos:
- Evitar arrodillarse y ponerse en cuclillas.
- Elevar la pierna para que drene el líquido articular.
- Aplicar frío local para desinflamar y calmar el dolor.
- Reposar las primeras 24 a 48 horas para que se reduzca la inflamación.
- Consumir antiinflamatorios recetados para detener el dolor, mejorar el confort y desinflamar.
Si el médico te programó una cirugía, la misma no será inmediata. Seguro que tienes que realizar algunos exámenes previos y hay que esperar el turno. Del mismo modo, si tu abordaje no será quirúrgico, también habrá un tiempo de demora hasta que comiences con las sesiones de fisioterapia.
Durante la espera de tu tratamiento definitivo, caminar con el menisco roto será posible, siempre y cuando lo hagas con extremo cuidado. En caso de no tener dolores potentes ni inflamación notoria, será viable desplazarse despacio, pero no correr.
Si el dolor es leve y tienes que caminar por alguna obligación, considera la aplicación de hielo antes y después del esfuerzo. Además, podrías valerte de rodilleras ortopédicas. Asimismo, prefiere siempre calzado cómodo.
¿Puedo hacer vida normal con el menisco roto?
Además de caminar con cuidado, hasta tanto se inicie el tratamiento médico, se sugiere tener precaución con las otras actividades cotidianas:
- Dormir: se aconseja dormir boca arriba o sobre el costado no lesionado. Puedes colocar una almohada entre tus piernas para reducir la presión de una rodilla sobre la otra.
- Trabajar: retomar las actividades laborales dependerá del tipo de lesión y, sobre todo, de la dificultad física del empleo que tengas. Las tareas que requieran uso de fuerza quedan prohibidas hasta tener un tratamiento acorde. En cuanto a las actividades de oficina o las que se ejecutan en silla, pueden continuarse.
- Conducir: una lesión leve, sin inflamación y sin dolor, permitiría manejar un vehículo. De todas maneras, si tuviste bloqueo de la rodilla entre los síntomas, hay un riesgo de que no puedas presionar los pedales con seguridad. En caso de que tu pierna afectada sea la izquierda y el automóvil no tenga caja automática, procura adelantar el asiento para flexionar menos al presionar el embrague.
- Subir y bajar escaleras: en la medida en que puedas evitar escaleras, sería lo ideal. Pero si es inevitable usarlas, sube con la pierna afectada primero, con el objetivo de que no recaiga en ella la fuerza del impulso. Al bajar, adelanta también la pierna lesionada primero, de modo que no se flexione. Si hay barandas, úsalas para apoyarte, o procura tener un acompañante para cargarle el peso.
¿Puedo hacer deporte con rotura de meniscos?
Así como existen actividades tranquilas que se pueden continuar con bajo riesgo, como caminar, habrá otras que estarán prohibidas hasta que se inicie el tratamiento y se complete la rehabilitación. De manera general, si quieres saber qué deportes se desaconsejan, piensa en aquellos que impliquen un fuerte impacto para tus rodillas o movimientos bruscos de cambio de dirección:
- Tenis
- Esquí
- Rugby
- Fútbol
- Vóleibol
- Running
- Baloncesto
- Rutinas de crossfit
- Levantamiento de peso
¿Cuánto tiempo puedo estar con un menisco roto?
No debes dejar pasar mucho tiempo desde que sientes los síntomas. Si sospechas de una lesión en los meniscos, realiza una consulta profesional para determinar la necesidad o no de una cirugía.
Andar con el menisco roto puede incrementar el riesgo de padecer otras lesiones y de desarrollar artrosis de rodilla. Aun cuando tomes todos los recaudos posibles. Por eso es indispensable concretar el tratamiento médico.
La falla en la amortiguación y la estabilidad que garantizan los meniscos fuerza el trabajo adicional de otros tejidos, como ligamentos y cartílagos. Esta situación puede derivar en el desarrollo de afecciones graves, como roturas de ligamentos.
¿Qué pasará después del tratamiento?
Ya sea que tu médico haya indicado una intervención quirúrgica o un abordaje conservador, la recuperación implicará varias instancias progresivas. La buena noticia es que, a medida que pase el tiempo, dejarás cada vez más la inmovilización y podrás practicar más movimientos con seguridad.
En concreto, el proceso de rehabilitación de la rodilla tras una operación de menisco consta de varias fases. La recuperación total puede extenderse por un lapso de entre cuatro y seis meses.
Caminar, subir escaleras y retornar al trabajo son acciones que se retoman poco a poco. Será el especialista en traumatología quien determine cuándo es saludable volver a andar tras la rotura y reparación del menisco. En principio, podrías requerir el soporte de muletas.
Según la opinión de los expertos en el tema, la amplitud de movimiento y la carga de peso en la rodilla, luego de una cirugía reparativa, no parecen tener efectos perjudiciales. Por lo tanto, las actividades tempranas de movimiento controlado se podrían realizar sin riesgos.
Respecto al uso de rodilleras tras la cirugía o en el período de fisioterapia, lo definirá el equipo médico tratante. No hay una regla general y es la evolución de cada paciente lo que determina la indicación o no de las ortesis.
¿Qué actividades hacer y cuáles evitar después del tratamiento de meniscos?
En las primeras semanas posteriores a la cirugía o al inicio de la fisioterapia, es importante la aplicación de hielo varias veces al día. A su vez, hay que priorizar el reposo activo y evitar la sobrecarga de la articulación.
Una vez reducida la inflamación de la cirugía, quienes fueron operados pueden proceder a la rehabilitación bajo supervisión de un fisioterapeuta. En esta instancia, serán permitidos algunos de los siguientes ejercicios:
- Levantamiento de piernas.
- Masaje manual para reducir el dolor.
- Levantamiento o deslizamiento de talones.
- Deportes de bajo impacto, como la natación y el yoga.
- Fortalecimiento de cuádriceps y otros grupos musculares aledaños.
- Movimientos de equilibrio para mejorar la flexibilidad y estabilidad de los miembros inferiores.
En cuanto al running, si lo practicas, dependerá de tu ritmo previo a la lesión y de los objetivos que tengas a futuro. Se puede retomar poco a poco para acompañar la rehabilitación, siempre bajo supervisión profesional y con la consciencia de detenerse ante las señales de dolor.
Evita andar con el menisco roto sin consultar al médico
Si bien es posible ejecutar algunas actividades con relativa normalidad, es necesaria la revisión profesional, el diagnóstico y un tratamiento médico para las lesiones en los meniscos. Luego de cumplimentado el abordaje, retomar las tareas cotidianas es una parte indispensable de la recuperación, pero se deben respetar las fases y los tiempos prudentes.
Ahora bien, si al retomar las actividades notas que vuelve a incrementarse el dolor, la rigidez o la hinchazón, no dudes en consultar de nuevo. La rehabilitación apropiada, en el momento oportuno, previene las lesiones futuras y te permite disfrutar de tus rodillas por muchos más años.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Álvarez López, A., & García Lorenzo, Y. (2015). Técnicas quirúrgicas para las lesiones de menisco. Revista Cubana de Ortopedia y Traumatología, 29(2). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-215X2015000200007&lng=es&tlng=es.
- Beaufils, P., Becker, R., Kopf, S., Matthieu, O., & Pujol, N. (2017). The knee meniscus: management of traumatic tears and degenerative lesions. EFORT open reviews, 2(5), 195-203. https://eor.bioscientifica.com/view/journals/eor/2/5/2058-5241.2.160056.xml
- Doral, M. N., Bilge, O., Huri, G., Turhan, E., & Verdonk, R. (2018). Modern treatment of meniscal tears. EFORT open reviews, 3(5), 260-268. https://eor.bioscientifica.com/view/journals/eor/3/5/2058-5241.3.170067.xml
- Ekhtiari, S., Khan, M., Kirsch, J. M., Thornley, P., Larson, C. M., & Bedi, A. (2018). Most elite athletes return to competition following operative management of meniscal tears: a systematic review. Journal of ISAKOS, 3(2), 110-115. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S2059775421002807
- Malanga, G. A., Yan, N., & Stark, J. (2014). Mechanisms and efficacy of heat and cold therapies for musculoskeletal injury. Postgraduate Medicine, 127(1), 57–65. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00325481.2015.992719
- O'Donnell, K., Freedman, K. B., & Tjoumakaris, F. P. (2017). Rehabilitation Protocols After Isolated Meniscal Repair: A Systematic Review. The American journal of sports medicine, 45(7), 1687–1697. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28256906/
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.