Ataques de pánico: ¿por qué aparecen? ¿cómo eliminarlos?
Hay personas que sufren en algún momento de su vida un ataques de pánico. Estas suelen sentir un temor intenso y repentino que puede durar desde minutos hasta horas. No obstante, la buena noticia es que estos ataques se pueden aprender a gestionar con ayuda profesional. A continuación, te explicamos más al respecto y te damos algunos consejos.
¿Qué son los ataques de pánico?
Un ataque de pánico es un problema de ansiedad que puede causar intenso miedo. Las razones por las cuáles aparecen aún no están claras. Sin embargo, según sugiere una investigación publicada por el American Journal of Psychiatry, hay más probabilidades de padecerlo si hay antecedentes familiares, por ejemplo. Así que es posible que la genética esté relacionada.
Es dos veces más frecuente en las mujeres que en los hombres. Además, los síntomas comienzan a aparecer antes de los 25 años y se extienden hasta los 35. También se pueden presentar en niños, pero no se diagnostican hasta cierta edad.
La crisis o ataque comienza de repente y suele alcanzar su punto máximo a los 15 minutos. En algunos casos, los síntomas continúan durante una hora y a veces se confunden con un ataque al corazón.
Cuando una persona sufre su primer ataque de pánico, es probable que tema volver a padecerlo; evitando quedarse sola o sin ayuda médica.
Síntomas de un ataque de pánico
Para que un episodio sea considerado un ataque de pánico, los expertos de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explican que deben cumplirse al menos cuatro de los siguientes síntomas en un lapso corto de tiempo:
- Náuseas.
- Desmayos.
- Escalofríos.
- Entumecimiento.
- Sensación de asfixia.
- Sudoración excesiva.
- Miedo a perder el control.
- Dolor o molestia en el pecho.
- Sentimiento de irracionalidad.
- Palpitaciones y frecuencia cardíaca rápida.
- Dificultad para respirar o sofocos.
Es probable que un paciente con ataques de pánico pueda sufrir de depresión o tristeza aguda. Pero es preciso tener en cuenta que no se pueden predecir; ya que en los momentos anteriores al episodio, la persona se encuentra bien.
Terapia cognitivo-conductual para combatir los ataques de pánico
Una de las formas más eficaces de enfrentarse a los ataques de pánico y combatirlos de raíz es ponerse en contacto con un especialista de la salud mental. En este sector, están teniendo resultados favorables algunas de las terapias investigadas. En concreto, la terapia cognitivo-conductual.
Como bien avala un estudio dirigido por la experta Elia Roca, la terapia conductual es capaz de aliviar a largo plazo hasta los casos más graves. Aunque hay que tener en cuenta que esto depende de cada situación y de diversos factores; por lo que te recomendamos informarte al detalle sobre el caso.
Remedios caseros y consejos para los ataques de pánico
- Hay varios métodos caseros que puedes probar para intentar aliviar los síntomas, si tu médico lo autoriza.
- No olvides que la información de este artículo es orientativa y que no sustituye el consejo médico.
Respirar con una bolsa de papel
En el momento en que está sucediendo el ataque, coloca una bolsa de papel en la boca y respira lo más despacio posible.
Si bien hay algunas controversias porque se indica que trae efectos negativos al organismo (por respirar más dióxido de carbono de oxígeno), lo cierto es que una investigación desarrollada en la Universidad de Indiana (Estados Unidos) explica que permite aliviar los síntomas.
- Es preciso que tanto la boca como la nariz se encuentren dentro de la bolsa.
- Además, debes repetir diez inspiraciones y exhalaciones como máximo.
- Retira la bolsa, respira unos 15 segundos y repite el proceso.
La eficacia de este método es a corto plazo, ralentiza la respiración y relaja la hiperventilación intensa.
Manejar el estrés
Los ataques de pánico están relacionados con el estrés y la ansiedad. Por ello, para evitarlos, es preciso saber cómo controlar ambos sentimientos.
Hacer ejercicio, natación, bicicleta, yoga o meditación podrían ser de ayuda. Y es que esto sirve para liberar endorfinas; las cuales influyen de forma positiva en la liberación de estrés.
Descubre: Los beneficios del deporte en la ansiedad y el pánico
Consumir suplementos naturales
Se ha creído que los suplementos de vitamina B y B6 son los más favorables a la hora de reducir la ansiedad, la inestabilidad emocional, la fatiga, la irritabilidad y la inquietud producto de los ataques de pánico.
En este sentido, según describe un estudio publicado en 2019 por la revista Nutrients, sí es verdad que influyen en el estado de ánimo de los pacientes. Pero no tienen relevancia científica en el control de la ansiedad, por ejemplo.
Una manera de incorporar vitamina B en el cuerpo es con germen de trigo (natural o en aceite). Y no olvides añadir a una alimentación saludable avena, almendras, nueces y avellanas. A su vez, también se ha aconsejado el consumo de calcio y magnesio.
Beber una infusión de valeriana
Como bien aparece en la Guía clínica naturista de la ansiedad y crisis de pánico, la valeriana es una planta reconocida por sus propiedades tranquilizantes. Relaja el sistema nervioso central y permite combatir algunos síntomas. También ayuda a estabilizar el pulso cardíaco y se aconseja en caso de sufrir arritmias o palpitaciones nerviosas.
Lee también: Valeriana para calmar el estrés y otros beneficios
Aprovechar las bondades de las plantas
En relación a lo anterior, la valeriana no es la única hierba que se puede usar para aliviar los síntomas característicos de los ataques de pánico. También sirven:
- Ginseng: con propiedades para combatir la ansiedad y el estrés.
- Hojas de naranjo: ideales para los nervios si se bebe como infusión, con dos hojas por taza de agua hirviendo.
- Toronjil: es calmante y ayuda a conciliar el sueño.
¿Y tú? ¿Has tenido alguna vez este problema? Es importante saber cómo actuar de la mejor forma en estos casos. Aprender a controlarlo a tiempo es clave para evitar cuanto antes su desarrollo. No obstante, si padeces ataques de pánico de forma reiterada, lo más recomendable acudir al médico. Como has podido comprobar, hoy en día existen diferentes alternativas para afrontarlos con seguridad.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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