La carne blanca y roja afectan el colesterol de la misma manera, según estudios

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias

Última actualización: 25 mayo, 2023

Tener el colesterol alto ha sido una de las principales preocupaciones de mucha gente durante años, lo que llevó a la duda sobre las ventajas de la carne blanca y la roja al respecto. Sin embargo, las investigaciones más recientes dudan de que este marcador sea preciso para determinar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Cabe destacar que la patología cardiovascular cuenta con una fisiología muy compleja. Sin embargo, los expertos afirman que uno de los mecanismos subyacentes a la misma que puede determinar su pronóstico es la inflamación. Dicho proceso incrementa la posibilidad de padecer placas de ateroma.

¿Qué dicen los estudios sobre la carne y los niveles de colesterol?

Lo primero que hay que tener claro es que la carne blanca o roja no parecen incidir de manera determinante sobre los niveles de colesterol. De acuerdo con un estudio publicado en la revista The American Journal of Clinical Nutrition, consumir carne roja de forma habitual no se relaciona con un incremento significativo de los niveles de colesterol o de la presión arterial. Tampoco aumenta el riesgo de patología cardiovascular.

Del mismo modo, una investigación publicada en la revista Advances in Nutrition, confirma que plantear una dieta paleolítica no resulta nocivo para la salud del corazón. Tampoco genera una alteración significativa del perfil lipídico.

Cabe destacar que este tipo de alimentación prioriza la ingesta de proteínas y de grasas, junto con todos aquellos productos que no han sido manipulados por la industria.

Incluso, existen artículos que desmienten el mito de que la ingesta regular de huevos o de productos derivados de los mismos sea capaz de influir sobre el riesgo de infarto o de problemas cardiovasculares. Durante muchos años se limitó la ingesta de los mismos por miedo.

Por lo tanto, podemos afirmar que todos estos alimentos (carnes rojas, blancas y huevos) afectan de la misma manera a los niveles de colesterol, generando un impacto muy bajo sobre ellos. En definitiva, no varían el riesgo final cardiovascular.

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¿Qué función cumplen las lipoproteínas en el cuerpo?

Es importante entender qué es el colesterol y qué función desempeña en el organismo. Estas partículas se denominan lipoproteínas y se encargan de transportar sustancias a través de la sangre, en general grasas.

Podemos encontrarlas de 2 tipos: las HLD y las LDL. Las primeras han sido consideradas buenas, ya que transportan las grasas desde los tejidos al hígado. Sin embargo, las LDL se conocían tradicionalmente como colesterol malo y ejercían el efecto de transporte contrario.

Hace poco tiempo se ha conseguido demostrar que las partículas LDL se pueden desdoblar en grupos más reducidos, destacando así el colesterol VLDL y su fracción oxidada. Al parecer, son estos últimos elementos los que guardan una relación más estrecha con el accidente cardiovascular, ya que tienden a aglutinarse y a generar placas de ateroma.

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Consecuencias del colesterol alto en el cuerpo

Como comentamos, el hecho de tener el colesterol alto no se puede considerar negativo en un primer momento, sino que resulta clave analizar la proporción de cada una de las lipoproteínas para evaluar el estado de salud. Es más peligroso para la vida tener los niveles de colesterol demasiado bajos que demasiado altos.

La clave en este punto, está en la proporción de las partículas VLDL oxidadas que circulan por la sangre. Lo beneficioso resulta reducir este grupo de elementos, en la medida de lo posible.

Para ello se pueden accionar una serie de estrategias. Una de ellas es consumir en la dieta alimentos con alta capacidad antioxidante, como los vegetales. Al mismo tiempo, será clave evitar el consumo de lípidos de tipo trans.

¿Cómo se pueden reducir los niveles de colesterol?

Si por cualquier circunstancia, en una analítica salen los valores de colesterol demasiado altos, puede ser beneficioso reducirlos. Esto se debe a que no se distinguen las partículas VLDL oxidadas. En este sentido, aplicando una serie de cambios dietéticos se puede disminuir el colesterol total y también esta clase de lipoproteínas.

Para conseguir impactar de forma beneficiosa sobre el perfil lipídico es recomendable priorizar el consumo de alimentos frescos frente al de ultraprocesados industriales. Se aconseja, sobre todo, la ingesta de pescados azules y de vegetales, ya que cuentan con potencial antiinflamatorio y antioxidante.

Un consumo elevado de fibra también podría reducir los niveles de colesterol total. Esto se debe a que la sustancia bloquea la absorción del colesterol dietético a nivel intestinal.

No obstante, existe una síntesis endógena de las partículas que se balancea con la absorción del nutriente por medio de la dieta, por lo que este efecto está discutido. De hecho, uno de los motivos del colesterol alto suele ser genético.

La carne roja y blanca no resultan determinantes en lo cardiovascular

Como has podido comprobar, tanto el consumo de carne roja como la ingesta de carne blanca no alteran de manera significativa los niveles de colesterol. Ahora bien, estos sí que pueden verse incrementados si el alimento se fríe, ya que en este caso se generan ácidos de tipo trans.

Priorizar los métodos de cocción poco agresivos, introducir en la dieta vegetales con frecuencia y evitar los ultraprocesados es clave para mejorar la salud cardiovascular. Recuerda que no es tan prioritario, por norma general, reducir el nivel de colesterol como mejorar los hábitos de vida.