Clementinas: qué son, beneficios y diferencias con la mandarina
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
Las clementinas suponen un híbrido entre la mandarina y la naranja dulce que vale la pena conocer. No solo destacan por sus características organolépticas, sino que también pueden aportar una cantidad significativa de nutrientes esenciales.
Ayudarán a mantener un buen estado de salud cuando se incluyan en el contexto de una dieta variada y equilibrada. Además, permitirán incrementar el espectro de frutas consumidas.
Antes de comenzar, hemos de destacar que la mayor parte de los expertos en nutrición aconsejan la ingesta de al menos 5 raciones de frutas y verduras al día para mantener al organismo en un buen estado. De este modo, se logrará la eficiencia de muchas reacciones fisiológicas que tienen lugar a diario en el medio interno.
¿Qué son las clementinas?
Se conocen con el nombre de clementinas a una serie de pequeños frutos de color naranja brillante. Son fáciles de pelar y tienen un gusto más dulce que la mayor parte de los cítricos.
Aparte, no suelen contener semillas en su interior, que es otra característica que las diferencia del resto de frutas de su género. Por estas cualidades, suelen ser de consumo frecuente entre los más pequeños, ya que su aceptación es buena.
Desde el punto de vista nutricional hay que destacar su aporte de vitamina C. También concentran una cantidad elevada de fitoquímicos con capacidad antioxidante.
Ahora bien, no debemos olvidar que algunos de estos compuestos pueden interaccionar con ciertos medicamentos. Por ello, si se está bajo pauta farmacológica, siempre será preciso preguntar al médico si se pueden consumir clementinas.
En lo que a energía se refiere, hablamos de un aporte de unas 50 calorías por cada 100 gramos de alimento; casi todas ellas procedentes de los carbohidratos. También cuentan con fibra, así como con alguna vitamina del grupo B. Hasta son fuente de agua, necesaria para garantizar una buena hidratación.
Beneficios de las clementinas
La mayor parte de los beneficios de las clementinas tienen que ver con su contenido en vitamina C. Y es que hablamos de un nutriente que es capaz de potenciar la función inmunitaria, tal y como afirma un estudio publicado en la revista Nutrients.
Este elemento mejora tanto el sistema innato como el adaptativo. De este modo, mantener los niveles de vitamina C en rangos adecuados reduce la incidencia de las patologías infecciosas y mejora el manejo de los síntomas en caso de desarrollarlas.
Por otra parte, la propia vitamina también es capaz de potenciar la síntesis endógena de colágeno. Se trata de la proteína más abundante en el cuerpo humano, ya que forma parte de casi todos los tejidos.
Es la encargada de aportar elasticidad y contractilidad al músculo, por ejemplo. Asegurar su producción es determinante para evitar problemas relacionados con una lesión muscular. Para ello, un consumo adecuado de vitamina C ha demostrado ser eficiente.
Ahora bien, de los fitoquímicos presentes en el interior de las clementinas también se extraen beneficios. Estos elementos son capaces de neutralizar la formación de los radicales libres y su posterior acumulación en los tejidos. Dicho mecanismo se asocia con un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y complejas, según evidencia una investigación publicada en la revista European Journal of Medicinal Chemistry.
Diferencias con las mandarinas
Para terminar, hemos de destacar las principales diferencias entre las clementinas y las mandarinas, aunque sean dos frutas que comparten varias similitudes.
En primer lugar, es clave comentar que las mandarinas tienen la piel más pegada a la carne, por lo que pueden ser más difíciles de pelar. Del mismo modo, concentran semillas o pepitas. Aparte, el sabor será más ácido.
Son alimentos cuyo cultivo es mucho más antiguo. De hecho, las clementinas se comienzan a recolectar en el siglo XIX en Asia, aunque poco a poco fueron emigrando hacia orillas del Mediterráneo.
En la actualidad, las tierras bañadas por este mar suponen las zonas con mayor producción de la fruta en el mundo. La mejor época para consumirlas es el otoño. Incluso a principios del invierno suelen estar disponibles. Pueden comerse como tal o utilizarse para elaborar postres.
Clementinas: frutas cítricas de alta calidad
Las clementinas son unas frutas cítricas características que presentan beneficios saludables. Son fuente de nutrientes esenciales, de agua y de fibra.
Gracias a ello, pueden ayudar a asegurar la eficiencia de los procesos fisiológicos internos, además de garantizar un óptimo estado de hidratación. Por si esto fuese poco, su sabor es excelente y más dulce que el del resto de los cítricos.
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