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¿Qué pasa si como carne cruda? Posibles riesgos y consecuencias para la salud

6 minutos
La salmonela y la «E. coli» pueden estar presentes en la carne cruda y causar enfermedades gastrointestinales graves en los seres humanos.
¿Qué pasa si como carne cruda? Posibles riesgos y consecuencias para la salud
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza

Última actualización: 01 agosto, 2024

Muchas personas se preguntan qué ocurre si deciden comer carne cruda. Aunque es una práctica común en algunas culturas, es un tema de debate y de preocupación, debido a las implicaciones negativas que puede acarrear para la salud esta acción.

El consumo de carne cruda, ya sea de res, pollo o cerdo, está asociado con riesgos para la salud por los microorganismos que pueden transmitir al ser humano.

Las bacterias, los virus y los parásitos existentes en la carne cruda o mal cocida pueden causar problemas que van desde una intoxicación leve hasta consecuencias más graves. A continuación, exploraremos cuáles son los posibles riesgos de consumir carne cruda y qué consecuencias tiene para la salud su ingesta.

Riesgos y consecuencias de comer carne cruda

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La manipulación de la carne debe ser adecuada para evitar que se contamine.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 600 millones de personas se ven afectadas y unas 42 mil personas mueren por enfermedades transmitidas por alimentos.

Esto se debe a que los microorganismos patógenos presentes en la carne cruda son responsables de una amplia gama de enfermedades gastrointestinales y sistémicas en los seres humanos. Algunas de las consecuencias de la ingesta de carnes crudas son las siguientes.

1. Transmisión de bacterias

El riesgo más importante asociado al consumo de carne cruda es el de la transmisión de bacterias. En la carne de res, cerdo, cordero y cabra es más común la contaminación por salmonela y la E. coli, mientras que en aves, como el pollo y el pavo, es frecuente la transmisión de las bacterias salmonela, Clostridium perfringens, Vibrio cholerae, yersinia y campylobacter. Esta última es la que más casos de intoxicación produce en Europa.

Por otra parte, el pescado crudo puede transmitir una gran cantidad de bacterias que se encuentran de forma natural en el medio acuático, como Clostridium botulinum tipo E, Aeromonas, Plesiomonas y especies patógenas del género Vibrio. También puede transmitir bacterias del ambiente como Clostridium botulinum tipo A y B y Listeria monocytogenes.

La contaminación de la carne puede ocurrir durante varias etapas del proceso de producción, desde el sacrificio hasta el envasado final. Uno de los momentos críticos es durante la evisceración de los animales en los mataderos. Si no se remueven las vísceras de manera adecuada, los microorganismos presentes en el tracto gastrointestinal pueden trasladarse hacia la carne para consumo.

Si estos llegan hasta el estómago se puede convertir en una infección bacteriana, que puede traducirse en sufrir diarreas, vómitos, dolor abdominal y fiebre, entre otros síntomas. Las molestias pueden variar en gravedad dependiendo del tipo de bacteria y de la cantidad consumida.

2. Transmisión de parásitos

Además de las bacterias, la carne cruda también puede transmitir parásitos, que son organismos que pueden habitar en distintas partes del cuerpo del animal. Algunos de los más comunes son la tenia, la triquinosis y el toxoplasma.

La infección por tenia, un gusano plano, puede causar síntomas leves, moderados o graves. De acuerdo con la Clínica Mayo, una persona necesita consumir entre 70 y 300 larvas de tenia para infectarse. Este tipo de infección se trata con medicamentos antiparasitarios.

Por su parte, la triquinosis es una enfermedad causada por un gusano intestinal (trichinella spiralis) que se introduce en el cuerpo humano durante su etapa de larva en la carne cruda (ten en cuenta que en un solo gramo de carne puede haber miles de larvas enquistadas). Una vez que está dentro del intestino delgado, el parásito se libera para completar su ciclo de vida y causar la enfermedad.

El toxoplasma gondii, por último, es un parásito protozoario que puede causar síntomas similares a los de la gripe en algunos casos. En este caso, el mayor riesgo radica en mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunológicos debilitados.

3. Mayor consumo de grasas saturadas

Aunque la pérdida de nutrientes durante la cocción de las carnes es muy poco significativa, mucha gente considera que aprovechará más las proteínas, las vitaminas y los minerales de la carne si la consume cruda o poco cocinada.

Si bien es cierto que la carne cruda conserva de manera intacta todas las concentraciones de nutrientes, también es cierto que conserva la grasa saturada, cuyo consumo puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud. En cambio, al cocinar la carne, parte de la grasa se derrite y se desprende.

4. Más riesgo de contaminación cruzada

Además del riesgo que supone el consumo de carne cruda por sí mismo, al manipularla y consumirla también crece el riesgo de contaminar otros alimentos y otras superficies con bacterias patógenas, lo que puede llevar a la contaminación cruzada.

¿Cuándo es seguro consumir carne cruda?

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El pollo es uno de los alimentos que no se recomienda comer crudo en ningún caso.

No está recomendado el consumo de carne cruda debido a las implicancias negativas que puede acarrear para la salud. Sin embargo, es cierto que en muchas sociedades la ingesta de este tipo de alimentos es común.

Además, la globalización ha hecho que platillos a base de carne cruda sean populares en todo el mundo, como es el caso del steak tartar francés (un filete de ternera crudo picado mezclado con yema de huevo, cebolla y especias), el kibbe crudo libanés o el carpaccio italiano (fetas de carne cruda aderezadas).

En el caso de decidir comer algún platillo a base de carne cruda, es importante tomar ciertas precauciones, como escoger ingredientes de calidad y de proveedores confiables (mejor si están envasados al vacío), manipular los alimentos de manera adecuada, con las manos limpias, en superficies desinfectadas, y tomar decisiones alimentarias conscientes.

Por otra parte, no está recomendado en ningún caso consumir pollo crudo. Aunque un bistec a punto puede ser delicioso, un pollo que no está cocido del todo es más peligroso, pues las aves son portadoras de una innumerable cantidad de microorganismos en su piel, sus plumas y su tracto intestinal.

Cocina bien la carne para evitar estos riesgos

Al cocinar la carne a temperaturas seguras, se eliminan los microorganismos y se reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos. La buena noticia es que existen muchos métodos de cocción posibles, como al horno, a la parrilla, guisado o al vapor, y cada uno de ellos le dará un sabor distintivo a tu carne.

Te animamos a que siempre cuezas bien tus alimentos para evitar cualquier inconveniente y que, si decides por alguna razón comer algún platillo basado en carne cruda, lo hagas con precaución y tomando todas las medidas necesarias para reducir los riesgos para la salud.


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