¿Puedo comer el panal de abeja?
Escrito y verificado por la nutricionista Anna Vilarrasa
Coger directamente un pedacito de panal de abeja y comerlo no es una de las formas más habituales de disfrutar de la miel. Sin embargo, sí que era una de las más corrientes en el pasado.
Y es que de la colmena no solo se obtiene la miel, sino también otros derivados, como el propóleo, la jalea real, la cera e incluso el veneno de las abejas. Todos ellos son valiosos y se usan tanto en la alimentación como en la industria cosmética.
¿Qué es el panal de abeja?
Antes de conocer cómo te puede beneficiar su consumo, quizás sea conveniente descubrir qué es y qué función desempeña en el enjambre.
Ante todo, es importante destacar que se trata de una elaboración del todo natural realizada por las propias abejas. Esto es posible por unas glándulas especiales bajo el abdomen con las que pueden fabricar la cera. Son las obreras adultas jóvenes las encargadas de hacerlo.
El panal está formado por pequeñas celdas en forma de hexágono, situadas unas al lado de las otras. Sirven como un almacén de alimento para el invierno y también son sitios donde albergar las larvas.
Dentro de estas celdas es que se encuentra la miel cruda que se extrae después. Además de otros productos elaborados por las abejas, como el polen, el propóleo y la jalea real (aunque estos se encuentran en pequeñas cantidades).
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El panal de abeja: ¿se puede comer?
El panal de abejas es apto para el consumo humano, aunque hoy en día resulta difícil encontrarlo en el mercado. Muchas personas refieren que, ingerida desde el panal, la miel tiene más sabor.
Uno de los motivos de esta preferencia es experimentar la sensación de tener diminutos hexágonos de miel estallando en la boca. Sea cual fuere el motivo y la forma de comerla, existen algunos beneficios de esta práctica que conviene destacar.
Presencia de nutrientes
La miel que se encuentra en el panal de abeja tiene una composición muy interesante. Los nutrientes más abundantes son los azúcares en forma de fructosa y glucosa. También hay ciertas cantidades de proteína.
Otros componentes presentes en el panal de abeja son los siguientes:
- Trazas de vitaminas del grupo B y vitamina C.
- Algunos minerales: hierro, potasio, fósforo, selenio y manganeso.
- Flavonoides.
- Ácidos aromáticos.
Gracias a todos ellos, y con un consumo moderado pero continuado de miel, el organismo se puede ver beneficiado de distintas formas. Por el momento, los estudios científicos han señalado algunos provechos.
Salud cardiovascular
Los nutrientes presentes en la miel se relacionan con un riesgo menor de trastornos cardíacos. Los mecanismos implicados serían una mejor vasodilatación coronaria y la inhibición de la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo).
Protector frente a los radicales libres
La función de los antioxidantes de los alimentos es la de interceptar los radicales libres antes de que puedan causar daño a las células. La presencia de estos últimos se ha relacionado con enfermedades degenerativas y envejecimiento prematuro.
De forma principal, son los compuestos fenólicos los responsables de esta propiedad. Se sabe que la actividad antioxidante es más elevada en aquellas mieles de color más oscuro.
Capacidad antimicrobiana
El panal de abeja puede incrementar el potencial del cuerpo para hacer frente a algunos microorganismos, como hongos o bacterias. Este beneficio ya se obtiene de la miel, pero en este caso se ve incrementado por la presencia de la cera.
Pese a la falta de más análisis clínicos, los resultados actuales muestran una eficacia antimicrobiana de la cera de abeja frente a Staphyloccocus aureus, Salmonela enterica, Candida albicans y Aspergillus niger.
El panal de abeja para el resfriado en niños
Los problemas del tracto respiratorio superior son comunes en la población infantil. Y muchas veces se acompañan de síntomas muy molestos para ellos.
En diferentes estudios se ha observado que la administración de 10 gramos de miel con un poco de agua o leche antes de acostarse puede ayudar.
En concreto, disminuye la frecuencia de la tos, su gravedad, su naturaleza molesta y mejora la calidad del sueño. Gracias a la miel que contiene en su interior el panal de abeja, puede ser también efectivo con este fin.
Descubre: 3 remedios con miel de abeja para tratar la gripe de manera natural
Salud oral
El panal y la miel que contiene son útiles en el tratamiento de distintas enfermedades de la cavidad oral. Entre ellas se incluyen la periodontitis, la estomatitis y la halitosis.
¿Tiene contraindicaciones?
Cabe mencionar que el panal de miel es un producto de consumo seguro. Sin embargo, en algunas ocasiones no es aconsejado comerlo o deben tomarse precauciones.
En primer lugar, no debe ofrecerse a niños menores de 1 año. El motivo es el riesgo de infección con Clostridium botulinum y la aparición de botulismo (una enfermedad potencialmente mortal). Lo mismo se aconseja a las personas con el sistema inmune debilitado.
También deben ser vigiladas las personas con alergia a las picaduras de abeja y al polen. Es recomendable abstenerse o tener cuidado al consumirlo, pues podría derivar en una reacción adversa.
Si bien es un producto seguro y beneficioso, es aconsejable ingerirlo con moderación, pues aporta una importante cantidad de azúcar.
Consejos para saborearlo
Si quieres comer panal de abeja, lo puedes probar de formas variadas. Lo más sencillo es hacerlo tal cual, sin ningún acompañamiento. Cortar un pedacito pequeño y masticar como si se tratara de un caramelo.
Aunque quizás no sea esta la más recomendable, por el elevado porcentaje de azúcar que contiene. Así que siempre es mejor usar el panal para acompañar otros alimentos o en algunas recetas.
Igual que la miel líquida, el panal es una excelente opción para endulzar algunos platos y sustituir el azúcar blanco. Por ejemplo, un yogur, unas gachas de avena o crepes. También resulta delicioso esparcido sobre una buena rebanada de pan o de bizcocho.
Dada su vistosidad y bonita apariencia, en algunas recetas aporta un detalle final llamativo. Por ejemplo, sirve para aderezar una ensalada, decorar una macedonia o combinar con un poco de queso o requesón.
Sea cual sea la forma elegida, la miel se va extrayendo poco a poco, a medida que se mastica. La cera se puede tragar también, aunque es más dura y no todas las personas la toleran bien.
Últimos consejos si quieres probar el panal de abeja
Como has descubierto a lo largo del artículo, el panal de las colmenas es una presentación comestible y aporta algunos nutrientes. Sin embargo, es mejor introducirlo en la alimentación de forma moderada.
Es necesario comprar el producto en tiendas especializadas o de forma directa a un apicultor de confianza. De este modo, adquieres calidad y una procedencia segura.
En cuanto a su conservación, la misma suele ser larga. Lo mejor es guardarla en un lugar fresco y seco y nunca en el frigorífico. Con el tiempo tiene tendencia a cristalizar, pero continua siendo comestible y deliciosa.
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