¿Cómo afecta la ansiedad a tu olor corporal?

Para evitar los malos olores causados por la ansiedad lo primordial es saber controlar este trastorno emocional y no permanecer enfocado en el problema.
¿Cómo afecta la ansiedad a tu olor corporal?
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

La ansiedad no solo afecta a nuestro bienestar, también incide sobre otros factores como nuestro olor corporal. Si quieres saber hasta qué punto afecta este problema a nuestro aroma corporal toma nota y sigue leyendo. Quizá tú misma podrás evitarlo.

Hay quienes desconocen que algunos de sus padecimientos son causados por la ansiedad. El primer paso para controlar los síntomas secundarios, como el mal olor corporal, es saber identificar dicha sintomatología: taquicardias, sudor, aumento de la temperatura, dificultad para dormir, molestias digestivas, etc.

La relación entre el sudor, la ansiedad y el olor corporal

Sudor

Hay una clara relación entre el sudor y la ansiedad. Cuando tenemos ansiedad, nuestro cuerpo aumenta el ritmo cardíaco, lo que provoca que se dilaten las pupilas e incluso tengamos problemas para respirar. En ese momento nuestro organismo se pone en estado de alerta.

Es ahí cuando el hipotálamo se activa, da un aviso a las glándulas suprarrenales y ellas se encargan de liberar adrenalina, epinefrina y cortisol, esta última conocida como la hormona del estrés. Todo ello hace que acabemos sudando a través de los poros de nuestra piel.

Pero este sudor no es igual que el que podemos liberar cuando hacemos gimnasia. Se trata de un tipo de sudor que está compuesto por 80 % de agua y 20 % de proteínas y grasas.
Esta sustancia además se caracteriza por entrar fácilmente en contacto con las bacterias de la piel, generando el mal olor. Lo que acaba covirtiéndose en un círculo vicioso, porque al ver que sudamos nos ponemos más nerviosos y sudamos aún más, aumentando este olor desagradable.

De este modo, la ansiedad es un factor clave para entender el porqué en ocasiones se produce el mal olor corporal. Para intentar combatirlo el mejor modo posible es tratar la ansiedad. Y es que aunque está claro que el sudor es una reacción natural de nuestro cuerpo no es hace sentir incómodos.

Cómo combatir la ansiedad

Mujer con ansiedad

La ansiedad produce que la persona anticipe unas consecuencias negativas a una situación, pero que ni siquiera tiene un motivo.

Por ello, lo mejor que podemos hacer es interpretar los hechos de la forma menos grave posible, ser realistas y no magnificar las situaciones. Es importante intentar razonar si la posibilidad de que ocurra lo peor es alta o no, además de ver cuáles serán las consecuencias y si de verdad sería tan grave.

Recuerda, hay muchos problemas que escapan de tu alcance y no puedes hacer nada por solucionarlos, así que lo mejor es afrontarlos y prepararte para ellos; sin más.

Es importante saber desviar la atención del problema. Cuando tenemos ansiedad la atención está continuamente enfocada en la dificultad que te agobia. En este sentido, es necesario aprender a relajarse y no centrar tu atención todo el rato en ese asunto perturbador.

Si bien es cierto que hay que estar en alerta, también debes descansar y guardar recursos, distraerte y pensar en otras cosas. Además, si consideras que es necesario no dudes en recurrir a técnicas de relajación. Dichas técnicas pueden ser de índole muscular, progresivas, relacionadas con la respiración, etc.

Gracias a estos mecanismos lograrás reducir la activación fisiológica. Y es que está demostrado que cuando se entrenan estas habilidades, los problemas empiezan a resolverse de un modo más eficaz.

Qué hacer si sufres un ataque de ansiedad

Serotonina y ansiedad.

Si sufres un ataque de pánico o de ansiedad, pierdes el control y esto hace que todavía estés más asustado. Es aquí cuando el ritmo cardíaco aumenta, se dificulta la respiración, hay hiperventilación, aumento de la temperatura y temblores.

En ese momento, lo más importante es transmitir a la persona que no hay una sensación real de peligro, que no existe ninguna situación extrema y que lo ocurrido no es grave. Si se logra cambiar el foco de atención y disminuir la importancia de los síntomas del ataque de pánico, estos disminuirán.

El mejor modo de lograrlo es pensando en otra cosa, cambiar de tema de conversación, ponerse a trabajar en algo, realizar alguna actividad que te mantenga activo y distraído, intentar respirar más lentamente.

Ahora que ya conoces la relación entre la ansiedad y el olor corporal, toma medias y emplea técnicas de relajación para solventar este problema.


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