¿Cómo saber cuál es tu tipo de piel?
Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez
El cutis es una carta de presentación. Además, cumple numerosas funciones de defensa frente a los agentes externos. Sin embargo, muchas personas no lo cuidan o lo hacen de manera errónea, porque no saben cuál es su tipo de piel.
Hasta hace algunos años se utilizaba la clasificación de pieles elaborada por la empresaria polaca Helena Rubinstein. Ella estableció cuatro tipos básicos: seca, grasa, combinada y sensible.
Sin embargo, la nómina se amplió a un total de 16 variantes con los aportes de Leslie Baumann, a partir de las diferentes combinaciones posibles de las categorías de Rubinstein, más la pigmentación y las arrugas. Baumann creó, desde su experiencia, una clasificación actualizada con el objetivo de que cada persona recibiera tratamientos más acordes a su condición.
Las 16 nuevas categorías surgen de la combinación de ocho elementos antagónicos (las letras entre paréntesis representan la inicial de la palabra en inglés):
- Seca (D) o grasa (O).
- Estirada (T) o arrugada (W).
- Sensible (S) o resistente (R).
- Pigmentada (P) o no pigmentada (N).
¡Sigue leyendo y descubre en cuál encaja tu tipo de piel!
1. DSPT: seca, sensible, pigmentada y estirada
Este tipo de piel posee una barrera protectora débil, lo que la vuelve más susceptible a los brotes de acné. Tiende a deshidratarse y a la generación de manchas por la exposición a sol. No obstante, la pigmentación le brinda mayor resistencia a la aparición de arrugas.
Es un tipo de piel que requiere hidratación con productos basados en aceites naturales y aloe vera. Por el contrario, debe evitar los cosméticos con alcohol, agua dura o cualquier elemento que reseque la piel.
2. DSNT: seca, sensible, no pigmentada y estirada
Al igual que el tipo anterior, se trata de una piel con tendencia a los brotes de acné y al enrojecimiento facial. Es sensible a las erupciones y tiende a la deshidratación, aunque es resistente a las manchas y las arrugas.
Le favorece una hidratación frecuente a partir de lavados con agua y limpiadores humectantes con ingredientes antiinflamatorios. Se le recomienda aplicar protector solar con factor de protección de 15 a 30 y evitar limpiadores en espuma.
3. DSPW: seca, sensible, pigmentada y arrugada
Esta categoría también se ubica entre las pieles sensibles al enrojecimiento facial, las erupciones y el acné. Es susceptible a la aparición de manchas y arrugas.
Se trata de uno de los tipos de piel más complejos de abordar, aunque puede cuidarse con cremas hidratantes, antioxidantes y antiinflamatorias. A su vez, es importante evitar los productos con alcohol, las espumas limpiadoras, el agua dura y el aceite de coco.
4. DSNW: seca, sensible, no pigmentada y arrugada
Presenta la misma tendencia al enrojecimiento, las erupciones y el acné que el tipo anterior, aunque es más sensible a los rayos UV. Es importante cuidarla de la exposición al sol, ya que las arrugas aparecen con facilidad. Debe evitar los bronceadores y usar protectores solares de factor elevado.
5. OSPT: grasa, sensible, pigmentada y estirada
Por su carácter graso, esta piel tiende a la generación de acné y al enrojecimiento. Sin embargo, presenta mayor resistencia a las arrugas y al envejecimiento prematuro, gracias a la pigmentación.
El cuidado básico es de la exposición directa al sol. Se deberían aplicar productos ricos en vitamina C y limpiadores en espuma.
6. ONST: grasa, sensible, no pigmentada y estirada
Al igual que el tipo anterior, es sensible a los brotes de acné, pero resistente a las arrugas y a los signos de envejecimiento prematuro. Aquí hay que evitar los productos con aceite de aguacate, de jojoba y acetato, así como el tabaco y la exposición a los rayos UV.
7. OSPW: grasa, pigmentada, sensible y arrugada
Esta variante es sensible a las erupciones, el enrojecimiento y la irritación, así como a las manchas y las pecas. Con cuidados débiles, como la exposición al sol sin protección, tiende a generar arrugas.
Este tipo de piel se lleva bien con ingredientes como el té verde, el ácido hialurónico y el retinol. Deben evitarse los productos que causan irritación e inflamación.
8. OSNW: grasa, sensible, no pigmentada y arrugada
La falta de pigmentación causa una menor protección cutánea, lo que expone a esta piel a la generación de arrugas y manchas con facilidad. Además, es susceptible al acné, aunque produce una cantidad moderada de grasa.
Por lo tanto, no es necesario utilizar con frecuencia productos hidratantes. Aunque sí se requieren protectores solares e ingredientes como manzanilla, té verde y vitamina A.
9. ORPT: grasa, resistente, pigmentada y estirada
Este es uno de los tipos de piel más saludables, ya que no es sensible al enrojecimiento ni al acné, así como tampoco tiende a generar arrugas. Sin embargo, sí es susceptible a la aparición de pecas y manchas.
No hay que utilizar productos con aceites esenciales, como el de bergamota. Es mejor optar por limpiadores en espuma para controlar el sebo.
10. ORNT: grasa, resistente, no pigmentada y estirada
Al igual que la categoría previa, tampoco es sensible al acné, gracias a su equilibrada producción de sebo. Si se cuida de manera correcta, no tiende a generar arrugas, por lo que es otro tipo de piel con muchas ventajas.
De manera ideal, se deberían evitar los productos que obstruyan los poros. Necesita protector solar y limpiadores en espuma.
11. ORPW: grasa, resistente, pigmentada y arrugada
Esta es una piel saludable y con barreras protectoras gracias a la pigmentación. Es poco sensible a los signos del envejecimiento prematuro, como las líneas de expresión o la flacidez, pero debe cuidarse de manchas y pecas. Requiere protector solar, limpiador en espuma, crema hidratante con ácido hialurónico y productos con vitamina A.
12. ORNW: grasa, resistente, no pigmentada y arrugada
Otra categoría con muchas ventajas, gracias a sus barreras protectoras naturales. Es poco sensible al acné y al enrojecimiento, aunque tiende a generar arrugas y manchas. Para protegerla, hay que aplicar productos humectantes con ácido hialurónico, protector solar y limpiadores en espuma. A su vez, evitar los limpiadores cremosos.
13. DRPT: seca, resistente, pigmentada y estirada
Aquí encontramos otro tipo de piel con buena resistencia a las arrugas y al acné, debido a sus fuertes barreras protectoras. No obstante, tiende a generar picazón por la sequedad.
No se han de utilizar cremas y geles irritantes para pieles secas. Por el contrario, el cuidado debe basarse en ingredientes como ceramida, vitamina A y aceite de jojoba. Se recomiendan los limpiadores cremosos e hidratantes.
14. DRNT: seca, resistente, no pigmentada y estirada
Una de las categorías con cuidados más sencillos, debido a su fuerte barrera protectora contra erupciones, enrojecimiento y acné. En este caso, se recomiendan los limpiadores cremosos y en aceite, así como la exclusión de los espumosos. Los mismos pueden contener ácido hialurónico, glicerina o ceramida.
15. DRPW: seca, resistente, pigmentada y arrugada
Al igual que la anterior, su barrera protege contra el enrojecimiento y el acné, aunque tiende a la aparición de manchas, arrugas y pecas. También puede presentar resequedad y deshidratación, para lo que se aconsejan limpiadores cremosos con aceites naturales, además de protector solar contra los rayos UV.
16. DRNW: seca, resistente, no pigmentada y arrugada
El último tipo de piel es también resistente a los brotes de acné, aunque su pigmentación menos protectora la vuelve más sensible a las arrugas. Necesita protector solar y humectantes reparadores con ceramidas, colesterol y ácidos grasos. Al mismo tiempo, habría que evitar los productos con alcohol y aguas duras.
¿Ya sabes cuál es tu tipo de piel?
Los distintos tipos de piel son determinados por la genética e influenciados por factores internos y externos. Sin embargo, no deben confundirse con enfermedades o problemas dermatológicos.
Las categorías que mencionamos sirven de orientación para mejorar el cuidado personal. Ninguna de estas variantes es patológica. Algunos tipos necesitan una atención especial y otros reaccionan mal ante ciertos ingredientes.
El reconocimiento de tu piel es un paso más para darle los mejores cuidados. Si tienes dudas, también puedes consultar a un dermatólogo para recibir mayor orientación.
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- Baumann, L., Amini, S., & Weiss, E. (2005). Nueva clasificación de los tipos de piel y sus implicaciones en Dermatología Cosmética. Dermatología Venezolana. Vol. 43, Nº 4. Consultado el 20 de noviembre de 2023. https://revista.svderma.org/index.php/ojs/article/viewFile/179/179
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