5 consejos para organizar un lugar de estudio para los niños
Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz
Organizar un lugar de estudio para los niños tiene sus ventajas. Una de las más importantes es que apunta a mejorar la concentración en el momento en que tengan que realizar sus actividades escolares. Bien diseñado puede ser un refugio para la creación y el aprendizaje.
Ahora bien, es necesario tomar en cuenta sus gustos para incorporar elementos que los identifiquen y les causen agrado. Sin embargo, estos no deben ser muy llamativos, ya que pueden convertirse en un elemento distractor. ¿Qué más debes tener en cuenta? Descubre algunos consejos.
5 consejos para organizar un lugar de estudio
Promover los hábitos de estudio en los niños pasa por brindar las condiciones adecuadas para que se sientan cómodos en el proceso de aprender. Incluso, esto es posible hasta en las casas más pequeñas. Basta con disponer de un rincón – sea en la sala o en el cuarto – que tenga el claro propósito de ser destinado a fomentar el conocimiento. ¡Empecemos!
1. Asegurar una óptima iluminación y ventilación en el ambiente
Identifica el espacio en el hogar que dispone de mayor luz natural para darle un plus a la iluminación artificial. Evalúa si es factible organizar allí un lugar de estudios para los niños. Dicha condición es clave, ya que poca luz cansa la vista y los acaba fastidiando.
Por esta misma razón, ubica el escritorio cerca de la ventana y, si es necesario, incorpora una lámpara con luz directa en la mesa para complementar cuando realicen tareas que requieran alta precisión. En este caso, debe estar direccionada de manera que no cree sombra sobre la mano.
La temperatura no debe tocar ninguno de los dos extremos para no agobiar con calor o hacer intolerable el frío. Así pues, hay que tomar la previsión de una calefacción o aire acondicionado si el clima natural no es favorable para que solo baste abrir las ventanas.
A veces, un ventilador de techo es suficiente para mantener el sitio fresco. De todos modos, evalúa qué es lo más conveniente para tus espacios.
2. Adecuar el inmobiliario a su tamaño
Es importante que la silla y el escritorio estén adecuados al tamaño de cada niño o niña. La comodidad que sientan influirá en la disposición para estudiar y en la concentración que alcancen.
En el mercado se consiguen sillas con alturas ajustables; estas deben tener espaldar para que no se cansen o les duela la espalda. También deben poder apoyar los pies en el piso, pues no quedar colgados les da seguridad y relajación.
En relación a los escritorios, una consideración para tener en cuenta es si tendrá un uso digital o analógico. Es decir, si se instalará un ordenador o se utilizará de forma tradicional con libros y cuadernos. Las necesidades y los diseños deben adaptarse a ello, incluso si se va a organizar un lugar de estudio para ambos usos.
3. Tener a mano lo necesario
¿Qué es lo necesario? Variará de acuerdo a la edad de los niños y a sus intereses. Las necesidades en preescolar o primaria no son las mismas que en bachillerato. Sin embargo, hay objetos comunes como lápices, colores, compás, juego geométrico, borrador, sacapuntas y papel, que le vendrá bien a cualquier estudio.
La lista escolar puede funcionar de pauta para arrancar con los imprescindibles, y a eso se le suman otros artículos básicos como grapadora, tijera, pegamento, entre otros. Por supuesto, conviene ubicar cerca un diccionario para reforzar el hábito de la investigación ante cualquier duda que haya sobre el lenguaje.
4. Decorar y adaptar
Es bueno hacer del lugar de estudio un espacio bonito, arreglado y en orden, a la altura de los gustos de los niños que lo ocuparán. Cada uno tendrá sus propias preferencias, y nadie mejor que los padres para identificarlas y conseguir cómo incorporarlas. Los colores que se usarán en las paredes deben estar acordes con las intenciones de lograr concentración.
En este punto hay que destacar que no es conveniente compartir el estudio con videojuegos o como cuarto multiuso porque se creará una competencia y probablemente saldrá desfavorecido lo que exija mayor esfuerzo.
Tampoco hay que decorar con juguetes, excepto con los llamados juegos didácticos que servirían de apoyo para el aprendizaje. Por ejemplo, funcionan los coloridos ábacos o los rompecabezas, entre la inmensa variedad que se consigue.
5. Organizar el lugar de estudio con estanterías
Las estanterías o gavetas son imprescindibles para mantener el orden en el espacio de estudio. En estas se pueden pegar identificadores para que los niños se familiaricen con la ubicación de cada cosa. Además, son útiles para tener bibliotecas con libros de consulta, revistas y cuadernos escolares.
Recomendaciones finales
Al organizar el lugar de estudio para los niños es reconfortante para ellos hacerlos partícipes de su adecuación. Puedes dejarlos que opinen sobre colores y objetos, o pedirles que escojan juntos la distribución de los artículos.
De cualquier modo, lo valioso es que sientan el apoyo de sus padres para que todo gire en torno a una dinámica positiva y en una atmósfera de disposición. Esto los ayudará a crear un vínculo de pertenencia que puede convertirse en un estímulo para realizar sus tareas.
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- Briones Ponce, A. D. (2014). Mobiliario de aprendizaje para niños.
- Mobiliario escolar: el reto de la pedagogía al diseño. (2015). Iconofacto, 11(16), 141–152.
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