10 cosas para tener en cuenta si quieres abrir tu relación de pareja

Para abrir una relación de pareja es necesario fortalecer la comunicación y establecer acuerdos previos. Te damos 10 claves para no fallar en el intento.
10 cosas para tener en cuenta si quieres abrir tu relación de pareja
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Última actualización: 17 octubre, 2023

Las formas de concebir el amor han cambiado con el paso de los años, y si bien la monogamia sigue siendo la manera más común de establecer un vínculo sentimental, cada vez hay más personas que consideran la idea de abrir su relación de pareja. 

Ya sea por la necesidad de vivir nuevas experiencias, por no encasillarse en lo que la sociedad impone respecto a las relaciones o simplemente por deseo, abrir la relación puede ser positivo si ambos miembros tienen buena comunicación y establecen acuerdos. Pero, ¿qué implica dar este paso?

En un principio puede ser confuso, pues hay varios mitos en torno a estas relaciones y cómo se desarrollan. Además, se pueden vivir bajo distintas condiciones. A continuación, recopilamos 10 cosas que debes tener en cuenta si te estás planteando este tipo de relación.

1. ¿Qué implica abrir la relación de pareja?

Abrir una relación de pareja significa dejar atrás la monogamia —o ponerla en pausa por un tiempo— sin que esto conlleve dejar de tener una relación sana y estable. En este tipo de vínculo, los integrantes establecen acuerdos para explorar relaciones sexuales o románticas con terceros, sin ocultárselo a su pareja.

Abarca desde la posibilidad de tener relaciones casuales o esporádicas hasta desarrollar vínculos sentimentales más fijos o estables (poliamor). Para muchos, es la oportunidad de probar otras formas de amar y de vivir la sexualidad, sin romper el vínculo con su pareja.

Al decidir abrir tu relación de pareja dejas de lado la idea de exclusividad sexual y afectiva, y propones un tipo de relación más flexible, en la que debe primar la responsabilidad afectiva, sexual y emocional.


2. ¿Qué tipos de relaciones abiertas hay?

Antes de aventurarte a tener una relación abierta, es importante que sepas cómo se pueden dar estas en función de los acuerdos que se realicen. Y es que, a diferencia de las relaciones monógamas, son más flexibles y dan pie a experiencias diversas, tanto en el plano sexual como afectivo. Veamos.

  • Relación abierta en lo emocional. La pareja se permite vincularse con terceros en el plano emocional, pero no en el sexual.
  • Abierta en lo sexual. Es el tipo más común. Ambos miembros de la pareja acuerdan tener relaciones sexuales con otros, pero sin involucrarse a nivel sentimental.
  • Abierta en lo sexual y lo emocional. Es una combinación de las dos anteriores. Los involucrados pueden establecer vínculos sexuales y sentimentales con terceros, sin que eso afecte su relación de pareja oficial.
  • Poliamor. Asociada al punto anterior, es un tipo de relación amorosa y sexual en la que hay involucradas tres o más personas al mismo tiempo. Todos conocen del vínculo, lo aceptan y establecen sus acuerdos.
  • Relación abierta platónica. Se acepta que la pareja coquetee con otros —de forma presencial o virtual—, pero no que llegue a vincularse sexual o afectivamente.
  • Relación semiabierta. También se conoce como monogamish y solo se acepta abrir la relación de manera puntual; por ejemplo, dos o tres veces al año.
  • Intercambio de parejas. Ambos miembros se permiten tener relaciones sexuales con terceros en un contexto swinger. 

3. ¿Por dónde empezar?

El punto de partida para abrir tu relación de pareja es tener una comunicación honesta y asertiva. Sin importar cuánto tiempo lleven juntos, es fundamental hablar del tema con la mayor claridad posible y, posterior a esto, establecer un pacto.

En este punto hay que tener en cuenta qué piensa el otro, cómo se siente respecto al tema y qué está dispuesto o no a aceptar. Una relación se puede abrir solo si ambos están seguros y cómodos; si una de las partes siente inseguridad, tiene dificultad para gestionar los celos o discrepa con la idea, es mejor reconsiderarlo.

No hay que ignorar que en estos contextos puede ser perjudicial intentar abrir la relación. De ahí la importancia de ser completamente honestos y establecer límites claros con los que ambos estén de acuerdo.

4. ¿Qué acuerdos conviene establecer?

No hay un solo pacto definido para abrir una relación de pareja. Lo cierto es que las reglas deben establecerse de acuerdo al contexto de cada relación y a la forma de pensar de cada uno de sus miembros. Una vez se hable del tema, ambos pueden definir cómo quieren abrir la relación y qué van a permitir o no.

En cualquier caso, sí hay algunos acuerdos generales que conviene aclarar por el bien de la relación. Las cuestiones más importantes son las siguientes:

  • Tipo de relación abierta: esto debe quedar definido, pues de ahí se derivan las demás reglas.
  • Tiempo: es importante dejar claro cuánto tiempo tendrán los terceros. De hecho, hay quienes establecen días u horarios fijos para que eso no afecte el tiempo con la pareja.
  • Confidencialidad y discreción: algunas parejas no tienen problemas en que otros sepan de sus acuerdos; otros, en cambio, prefieren el bajo perfil. Debe quedar claro cómo desean manejarlo.
  • Protección sexual: este es uno de los puntos más importantes, ya que involucra la salud. Lo ideal es que ambos se comprometan a cuidar del otro mediante el uso de preservativos y otros métodos anticonceptivos.
  • Elección de los amantes: ambos deben definir si se van a involucrar o no en la elección de los otros amantes. Por ejemplo, algunos aclaran que no pueden tener sexo con amigos o personas que ambos conozcan. Otros prefieren que sean encuentros de solo una vez y que no se repitan con la misma persona.
  • Experiencias: en este punto hay que abordar todo tipo de experiencias; viajes, dormir juntos, salidas a comer, pasar fines de semana e incluso en lo sexual. Mientras que algunas parejas se abren solo para encuentros sexuales, otras aceptan que haya más experiencias de por medio.
  • Comunicación: es conveniente hacer algunas aclaraciones. ¿Se quieren contar lo que están viviendo con otros o no? ¿Quieren que los terceros sepan de sus acuerdos o no? Sumado a ello, también es bueno hablar sobre las normas o límites cada vez que sea necesario. A veces, en la práctica, hay que ajustar los acuerdos por el bien de la relación.

5. ¿Qué tipos de pareja suelen abrir su relación?

No hay manera de afirmar cuáles son los tipos de parejas que más implementan estas dinámicas. Como hemos comentado, depende de la forma de pensar y las preferencias de los involucrados. Aun así, hay algunos contextos en los que se ha observado mayor tendencia.

Tal es el caso de algunas relaciones o matrimonios de largo recorrido, que se abren a esta posibilidad cuando la rutina afecta el vínculo o la satisfacción sexual. A menudo, son parejas que se aman y que tienen un nivel alto de madurez emocional.

También es frecuente en las relaciones aventureras, cuya comunicación es abierta casi desde el principio. Los miembros suelen expresar su necesidad de libertad y su desacuerdo con las ideas de monogamia.

Otros casos son los de parejas aburridas sexualmente o que ya no están enamorados. Abrir la relación se convierte, para ellos, en la solución para mantener el vínculo y, por ejemplo, evitar el divorcio si hay niños de por medio.

6. ¿Por qué abrir la relación de pareja puede ser positivo?

Las parejas que deciden abrir su relación de forma consciente y sincera pueden experimentar varios beneficios, tanto a nivel individual como dentro del propio vínculo. Veamos.

  • Menos dependencia. El compartir un vínculo sexual o sentimental con terceros disminuye la dependencia de una sola relación.
  • Vínculo sincero. Las personas que no creen en la monogamia sienten que las relaciones abiertas son la oportunidad para construir relaciones más sinceras y sólidas.
  • Menos presión. Es un tipo de relación en la que se rompe la idea de «ser todo» para el otro y de satisfacer cada una de sus necesidades. A menudo, los involucrados priorizan su individualidad.
  • Variedad sexual. La rutina sexual suele ser una causa frecuente de infidelidad; al abrir la relación, la pareja se permite disfrutar experiencias sexuales diversas, pero sin dejar de lado la honestidad con el otro.

7. ¿Cuáles son los riesgos de este tipo de relaciones?

Al tomar la decisión de abrir la relación, la pareja se enfrenta a una amplia variedad de desafíos que no siempre son fáciles de manejar. De hecho, uno de los mayores riesgos es, precisamente, la ruptura.

Aunque la idea es actuar siempre desde la honestidad y la responsabilidad afectiva, en la práctica, las cosas a veces no suceden como se espera. Tanto tú como tu pareja pueden enfrentar miedos, inseguridades y celos, a pesar de establecer y cumplir los acuerdos.

Es ahí cuando resulta clave abordar el tema con sinceridad y hacerlo por deseo propio y no por complacer a la pareja o por temor a perderla. 

En otros casos, existe el riesgo de que la pareja se involucre de más con el tercero y rompa lo acordado. Eso sin contar con muchos otros conflictos que pueden ser difíciles de gestionar, sobre todo si ambos tienen concepciones diferentes de lo que es una «relación abierta».



8. ¿Qué ayuda a que la relación abierta funcione?

Más allá de establecer acuerdos para abrir la relación, hay otras claves para que este vínculo funcione. Una de las más importantes es aprender a reconocer los sentimientos propios. En primer lugar, para comprender las respuestas emocionales, y por otro lado, para actuar con total honestidad.

También hay que respetar los sentimientos del otro. No hay que forzar las relaciones a ser algo que no son.

Una relación abierta debe ser consensuada y ambos deben estar cómodos con lo que sucede. Pretender imponer una forma de pensar o hacer que el otro se ajuste al molde es un paso grande hacia el fracaso.

9. ¿Implica más responsabilidad?

¡Claro que sí! De hecho, al principio implica más trabajo y compromiso, mientras se establece una dinámica estable y se ajustan los acuerdos. Cuando abres la relación, tu responsabilidad no solo se limita a tu pareja, sino a los terceros involucrados.

Tanto si son vínculos casuales como si son parejas más fijas, tendrás que tener responsabilidad afectiva. Esto va desde cuidar y respetar las emociones de todos, hasta invertir tiempo y dinero.

10. ¿Abrir la relación es la solución a los problemas de pareja?

Para que la relación abierta funcione hay que partir de un vínculo sano y fuerte. Si hay problemas sin solucionar, dar este paso no arreglará nada. ¡Ojo! Hay quienes deciden abrir su relación con la intención de salvarla de una crisis y para no dar el paso hacia la ruptura.

Abrir una relación no es una forma de retener a una pareja infiel o desleal, ni tampoco de tapar el hecho de que ya no hay la misma atracción de uno por el otro. 

Para comenzar esta etapa es necesario que ambos sientan curiosidad y deseo genuino por experimentar. La confianza y la seguridad por parte de ambos es esencial para que funcione.

Comunicación, honestidad y respeto: las claves para abrir tu relación de pareja

En definitiva, si estás contemplando la idea de abrir tu relación, debes tener en cuenta que necesitas un nivel alto de comunicación con tu pareja y hasta con los terceros involucrados. Dar cada uno su punto de vista, establecer acuerdos y hablar con total sinceridad es determinante para no fallar al dar el paso.

La comunicación conforma la base de toda relación. Desde el respeto, la tolerancia y la sinceridad, entre otros pilares, serás capaz de trasmitir aquello en lo que crees.

Imagen de portada de la película Vicky Cristina Barcelona.

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