Cuando llega la desilusión a la pareja
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
La desilusión no llega de la noche a la mañana. Cuando llevamos muchos años con una pareja, los días pueden volverse rutinarios.
Sin embargo, a veces nos damos la vuelta en la cama, miramos a la persona que tenemos al lado y nos surgen dudas sobre si es la indicada. La sensación de atracción del principio ha desaparecido y la desilusión se ha abierto camino en la relación.
Es normal que sientas que te has llevado un “chasco” cuando has estado un tiempo considerable con esa persona que, hasta días atrás, considerabas tu “media naranja”.
No te preocupes. La idealización se ha echado a un lado para dar paso a la realidad.
Durante los primeros días, incluso años, tu pareja es perfecta. No tiene casi defectos y todo es maravilloso. No obstante, esto cambia.
Antes de tomar una decisión precipitada, reflexiona. Es tu percepción la que se ha visto modificada, no el curso de las cosas. Tu relación es la misma que hace unos meses y unos años. Simplemente, tu forma de verla es diferente.
La desilusión me ha abierto los ojos
La razón de tu desilusión es que tu pareja ha dejado de ser el único motivo de tu felicidad. Piensas que esto es negativo, que ya no te aporta nada. Estás equivocado. Sencillamente, has madurado.
Muchas de nuestras creencias con respecto al amor o al enamoramiento son engañosas. Por ejemplo, dejamos nuestra felicidad en manos del otro en un acto de “sumisión”. Creemos que esto prueba nuestro cariño. No nos damos cuenta de que estamos ante un error.
En toda unión, los dos miembros se complementan, pero no se supeditan el uno al otro. Ambos son libres, felices por sí mismos. En el momento en el que esto no es así, hablamos de dependencia.
Este tipo de relaciones que consideramos “correctas” son las más dañinas, pero no somos conscientes.
Tarde o temprano surge la desilusión, pero no porque esa persona ya no sea la correcta. Se ha abierto un camino hacia el amor maduro.
El amor maduro
El amor maduro surge cuando ya se han dejado atrás todas esas mariposas en el estómago, esa necesidad constante de saberlo todo del otro.
Ahora la rutina está presente en vuestras vidas, os conocéis lo suficiente. Si te encuentras en este momento en el que el desencanto ha hecho acto de presencia, es importante que abras los ojos para darte cuenta de dos cosas:
- Si esa persona es, realmente, la adecuada. Las mariposas en el estómago pueden haber provocado que te “enganches” de alguien que no es complementario a ti. ¿Qué gustos e intereses compartes? ¿Tienes la misma visión del mundo?
- Si estás pensando con una mentalidad consumista. Ahora que no te gusta tanto, o que no te sientes como al principio de la relación, piensas en dejar a tu pareja y tener la oportunidad con otra.
- Cuidado con esta opción. No existe la persona adecuada, se trata de convertirse en la apropiada.
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Crecer juntos, caminar de la mano
Puede que haya muchas personas con los que puedas empezar una relación sana. Pero, ¿cuántos de ellos se convertirán en tu complemento, en tu compañero de vida?
Sois diferentes. No obstante, habéis decidido compartir vuestra existencia. Para crecer juntos, es vuestra responsabilidad pensar ahora en un bien común, sin dejar de lado vuestra individualidad. Incluso, cuando la decepción hace acto de presencia.
¿Le has dicho a tu pareja cómo la percibes ahora? ¿O has optado por callarte y poner fin a lo vuestro? Exprésale lo que sientes. Es tu apoyo, en quien supuestamente confías. Es vuestro cometido superar esto juntos.
Si los dos os habéis dado cuenta de que la relación ha dado un nuevo paso, es el momento de que cambiéis aquellas motivaciones y acciones que hasta el momento habían funcionado.
Hay que dar un nuevo giro, aire fresco. Los vínculos se transforman, al igual que las personas. No siempre vamos a ser iguales y esto es positivo. El cambio y el progreso siempre supondrán un avance.
Conclusión
La desilusión es el primer paso que nos puede llevar al amor maduro o a la ruptura amorosa. Tú decides hacia dónde quieres encaminarte.
Independientemente de tu decisión, procura ser respetuoso y recordar que las relaciones no tienen por qué ser ideales ni perfectas. Esta es una falsa creencia.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.