¿Se puede curar el espolón calcáneo de forma natural?
Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila
El espolón calcáneo es una protuberancia que aparece como consecuencia de una tracción y sobrecarga. Se trata de un crecimiento del hueso del talón que modifica el andar y causa dolor agudo (como pinchazos).
En las radiografías, la alteración se puede apreciar como una protuberancia triangular o con forma de lanza. Dentro de las causas más comunes se encuentran los trastornos de la pisada (muy marcados y no corregidos) en pies cavos y supinadores, la obesidad, el sobrepeso, el uso de calzado inadecuado, las enfermedades reumáticas, la práctica de deportes en superficies duras, entre otros.
A esta lesión también se le conoce como ‘deformidad de Haglund‘. Y, como hemos dicho, se produce cuando se inflama el punto de unión de los huesos del pie con los tendones. Aparece entonces en forma de protuberancia puntiaguda y puede provocar mucho dolor, sobre todo cuando se realiza algún esfuerzo o se pasan muchas horas de pie.
Síntomas y causas del espolón calcáneo
El espolón calcáneo suele acompañarse de una serie de síntomas que suelen aparecer por la mañana, tras el descanso nocturno. Es en este momento cuando se puede experimentar con mayor intensidad el dolor.
Los síntomas son muy fáciles de detectar porque, además de la protuberancia, se experimenta un dolor opresivo al palpar la zona del talón de Aquiles o al realizar un esfuerzo en el tendón.
Existe otro tipo de espolón calcáneo, el plantar, que se diagnostica a través de una radiografía y provoca un bulto orientado hacia los dedos. Por otra parte, las principales causas del espolón calcáneo son:
- Deportes intensos.
- Tener pie cavo o pie plano.
- Posturas inadecuadas.
- Sobrepeso u obesidad.
- Uso de calzado inadecuado.
- Posturas incorrectas al caminar.
- Pasar mucho tiempo de pie o caminando.
Ejercicios para aliviar las molestias del espolón calcáneo
Si bien puede parecer contradictorio realizar ejercicios si sufrimos esta lesión, lo cierto es que el talón debe fortalecerse y al mismo tiempo descansar lo suficiente para evitar dolores más agudos.
Los estiramientos son muy importantes y se deben realizar no solo cuando los síntomas aparecen, sino como método de prevención. Veamos, a continuación, explicaremos dos ejercicios que nos facilitarán la recuperación.
Ejercicio 1
Sentado en una silla o en la cama estira hacia adelante el pie, que quede alineado con la pierna. Los dedos deben quedar lo más flexionados hacia abajo posible. A continuación, lleva los dedos hacia arriba mirando el techo. Repite 10 veces cada movimiento.
Otro ejercicio útil es elevar la pierna, tomar los dedos y tirar de ellos hacia ti. La idea de este tipo de ejercicios es estirar al máximo la superficie plantar para disminuir la tensión y con ello el dolor padecido.
Ejercicio 2
Algunas personas utilizan pequeños balones (por ejemplo, de tenis) para hacer ejercicios y tratar el espolón calcáneo. Descalzo, apoya la pelota en la planta del pie y ejerce cierta presión mientras realizas diversos movimientos circulares o laterales.Ejercicio 3
Este ejercicio es muy sencillo y solo necesitarás una toalla para realizarlo. Deberás arrojar la tolla en el suelo extendida y, con los pies descalzos, la tomarás con los dedos y la atraerás hacia ti. Si deseas aumentar el esfuerzo realizado puedes colocar un peso sobre la toalla, de manera de que ofrezca cierta resistencia al movimiento.
Ejercicio 4
La realización de ejercicios sentados resulta beneficioso para aquellas personas con días muy ajetreados, ya que se pueden realizar en cualquier momento libre. Para ello, solo será necesario estar descalzos, colocar el pie adolorido sobre la pantorrilla contralateral y moverlo lentamente de arriba hacia abajo. Para notar mayores resultados lo ideal es ser constantes y hacerlos todos los días.
Ejercicio 5
La relajación de las pantorrillas también puede ayudar a aliviar el dolor del espolón calcáneo, por fortuna, existe un ejercicio para tal fin. Para ello deberás inclinarte sobre una mesa, colocando un pie delante de otro, flexionando la rodilla delantera y estirando la trasera apoyando el talón. La idea es mantener esta posición para estirar los músculos de la pierna que se ubica atrás.
Otras medidas para aliviar el dolor
Por las noches varios pacientes con este problema utilizan un elemento conocido como férula nocturna, que permite dejar extendido el pie y descansar mejor la fascia plantar. No obstante, el uso de esta férula deberá ser vigilada por un especialista para evitar posibles complicaciones.
Durante el día se pueden usar unas plantillas ortopédicas especiales que reducen el dolor y corrigen la calcificación ósea. Estas plantillas cuentan con un área blanda donde está el espolón para amortiguar la pisada. Se realizan a medida, por lo que hay que consultar con un médico.
En el caso de realizar deporte es fundamental el calentamiento previo a la actividad, ya que eso evitará lesiones o que empeore el cuadro. También es muy importante llevar calzado adecuado para la disciplina que se vaya a llevar a cabo (este consejo se aplica también en personas que no hacen ejercicio).
Por su parte, también se recomienda disminuir la actividad física que pueda generar una presión elevada en el talón. Lo ideal es disminuir el uso de la zona para favorecer a la desaparición del espolón calcáneo. Si la actividad física resulta inevitable, es necesario distribuir el peso corporal de forma adecuada entre los 2 pies y reposar al máximo durante las noches.
¿Existen remedios caseros para el espolón calcáneo?
Colocarse hielo, realizar ciertos ejercicios, utilizar las plantillas mencionadas y sustituir el calzado por uno que permita caminar con comodidad, son algunas de las medidas básicas para obtener el alivio.
En lo que respecta a si existen o no remedios naturales para el espolón calcáneo: existen varios, más no funcionan. Es decir, no por aplicar una compresa de vinagre va a desaparecer la protuberancia y no por aplicarse una crema de caléndula se va a lograr evitar el dolor.
Es importante que el paciente siga las instrucciones de su médico y evite recurrir a los remedios naturales, ya que estos no suelen cumplir con sus promesas. A excepción de la aplicación de compresas de hielo, que sí puede brindar cierto alivio.
Si tienes este problema y deseas obtener el alivio, pon varios cubos en una bolsa de plástico, cúbrela con una gasa fina y luego colócatelo sobre la zona afectada durante 10 o 15 minutos. También puedes introducir el pie en un recipiente con agua fría y cubos de hielo.
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