Qué debo comer si tengo un hígado graso
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
El hígado graso o “esteatosis hepática” es una afección generalmente relacionada con malos hábitos alimenticios.
Existen dos tipos de hígado graso, el producido por la ingesta desmedida de alcohol y el que se genera por una dieta poco saludable alta en grasas y triglicéridos. Por desgracia, esta condición impide al órgano eliminar las toxinas de una manera eficiente.
Ciertas personas presentan un tipo de resistencia a la insulina, que es la hormona encargada de regular la glucosa. De hecho, esto genera cambios en el metabolismo e incide directamente en el tejido hepático.
Un hígado graso produce fibrosis crónica (hígado endurecido). Esto ocurre cuando este órgano disminuye sus funciones, la grasa se oxida y en consecuencia se inflama dando paso a un sinfín de malestares.
Síntomas comunes de un hígado graso
No todas las personas con hígado graso refieren síntomas. Sin embargo, estos son los más comunes.- Cansancio o fatiga
- Pérdida de apetito
- Dolor en la parte derecha del abdomen
- Sensación de saciedad extrema (pesadez estomacal)
- Náuseas
- Dificultad para concentrarse y mala memoria.
Si presentas estos síntomas acude a un especialista para que te realice los exámenes pertinentes. Atender este padecimiento a tiempo puede evitar una cirrosis y sus efectos colaterales.
También existe una predisposición biológica a tener el hígado graso si padeces de obesidad, diabetes, hipertensión arterial y alta concentración de triglicéridos en la sangre.
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¿Qué debo comer si tengo el hígado graso?
Es vital comprender que para curar el hígado graso debes iniciar cambios importantes en tu alimentación.
Apunta las recomendaciones que listamos a continuación para incluir los alimentos ricos en fibra y proteínas saludables en tu dieta diaria.
Ajo
Este bulbo contiene selenio y alicina, ingredientes perfectos para limpiar el hígado mejorando la activación de las enzimas que promueven la eliminación de toxinas.
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Jengibre
Por su alto contenido de antioxidantes el jengibre es un aliado ideal para bajar los triglicéridos.
Infusión de jengibre
Ingredientes:
- 1 taza de agua (250 ml)
- 2 cucharadas de raíz de jengibre (30 g)
- 1 cucharadita de miel de abejas (5 ml)
Preparación:
- Primeramente, pon a hervir el agua y agrega el jengibre cuando esté en ebullición y déjalo por 5 minutos.
- Cuela la preparación en una taza.
- Finalmente, agrega la miel y bebe mientras esté caliente.
Puedes consumir esta bebida en la mitad de la tarde y repetir durante al menos dos semanas.
Acelga
La acelga es rica en fibra, hierro, magnesio, potasio y agua. Esto la convierte en un excelente tónico para rejuvenecer las células hepáticas y limpiar el hígado graso.
Toronja
Esta magnífica fruta contribuye a la activación de ciertos químicos encargados de la oxidación de los ácidos grasos, con lo que no solo es apropiada para el hígado graso, sino que además ayuda a bajar de peso.
Ingiere jugo de toronja todas las mañanas y disfruta el beneficio de desechar las grasas de tu cuerpo ayudándote a tener un cuerpo más sano.
Té Verde
Otro de los aliados perfectos para regular las funciones del hígado es el té verde. Sus componentes, como la catequina, inciden directamente en el control de los radicales libres que rondan nuestro organismo.Semillas de lino (linaza)
Las semillas de lino aportan una cantidad importante de Omega-3 con lo que se puede disminuir los niveles de grasa en la sangre. También posee mucha fibra soluble e insoluble. Con la primera se ayuda al hígado en la adsorción de las grasas y con la segunda se previene el estreñimiento.
Grosella de la India
Este tipo de grosella es muy conocida como fuente de vitamina C. Lo que se conoce poco de ella son sus múltiples propiedades para sanar y limpiar el hígado.
Por su alto contenido de antioxidantes es un potente liberador de toxinas que suele almacenar el hígado. Tal es así, que se usa cada vez con más frecuencia para tratar la cirrosis obteniendo maravillosos resultados.
Papaya
Entre los muchos nutrientes que contiene la papaya, posee calcio, hierro y vitaminas. No obstante, su mejor propiedad es la alta concentración de enzimas digestivas como la papaína y la quimopapaína, las cuales influyen en mejorar las funciones del hígado.
Estas enzimas se encuentran en las semillas principalmente. Puedes secarlas y molerlas o comprarlas en una tienda comercial. Inclúyelas en tu dieta diaria, mejorarás la digestión y limpiarás tu hígado profusamente.
Resulta apropiado realizar ejercicio iniciando con caminatas de bajo impacto y, poco a poco, incluye una rutina moderada que te permita aumentar la actividad cardíaca y, por ende, la circulación.
Padecer de hígado graso es una condición que se puede revertir con tan solo modificar tu estilo de vida. Disminuir la ingesta de grasas y alcohol es uno de los principales aspectos a considerar.
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