Logo image
Logo image

Dieta recomendada para el hígado graso

3 minutos
Además de seguir una dieta baja en grasas y rica en carbohidratos completos también debemos controlar la ingesta de proteínas. Se recomienda sustituir las carnes rojas por carnes magras.
Dieta recomendada para el hígado graso
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli

Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 23 mayo, 2023

La esteatosis hepática o enfermedad del hígado graso es una condición que produce un exceso de la grasa en este órgano.

Puede deberse a varias causas, como la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, o una predisposición genética.

Es importante saber que el hígado tiene la capacidad de regenerarse a sí mismo, incluso después de un daño grave.

El tratamiento para el hígado graso incluye una dieta principalmente pobre en grasas para ayudar a la regeneración de las células y mejorar la salud hepática.

Recomendaciones para tratar el hígado graso

Some figure

 

Lo primero que debemos hacer es seguir las recomendaciones del médico. Él es quien mejor podrá ayudarnos a tratar esta patología.

Hay que resaltar que, junto al tratamiento farmacológico, el ejercicio regular y el cumplimiento de las recomendaciones dietéticas ayudarán a apoyar la salud hepática. Según aportan numerosas investigaciones, ambas alternativas conjuntas son fundamentales para la mejora del órgano.
Es recomendable una dieta baja en grasas y rica en carbohidratos complejos.

Pueden ser frutas y verduras frescas, ya que son ricas en nutrientes. También cereales integrales, como panes, pastas, cereales y arroz integral.

Se deben incluir carnes magras como el pollo o el pavo y las grasas saturadas deben de ser estrictamente evitadas.

Pueden sustituirse usando alimentos como la mantequilla, margarina o manteca, o buscando un aporte de grasas saludables, como el aceite de oliva virgen extra.
Evita también las carnes rojas y los alimentos procesados ​​con alto contenido de grasa, como las patatas fritas, alimentos fritos o carnes procesadas, ya que deben de ser eliminados de tu dieta.

Alimentos recomendados cuando existe hígado graso

Varios estudios han demostrado que la dieta mediterránea podría ralentizar el desarrollo del hígado graso. Aunque aún faltan evidencias científicas para afirmar sus beneficios con rotundidad, no está de más conocer un poco más sobre los tipos de alimentos más recomendados.

Frutas y verduras

Some figure
La mayoría de las frutas y verduras son alimentos bajos en calorías, que ayudar a controlar el peso.

Es cierto que ayudan a adelgazar y a disminuir los niveles de colesterol, ya que son ricas en fibra. Sin embargo, debemos tener cuidado, ya que según múltiples investigaciones, el consumo elevado de alimentos con fructosa (zumos de frutas industriales o derivados) podría causar mucho daño al hígado.

Consulta primero con tu médico antes de tomar cualquier tipo de alimento. Entre los que suelen ser más recomendados, destacan:

  • Alcachofas
  • Verduras de hoja verde
  • Berenjenas
  • Calabacín
  • Tomates
  • Fresas
  • Manzanas

Legumbres

Ayudarían a prevenir la progresión de la enfermedad del hígado graso, ya que son ricas en proteínas y bajas en calorías.

Son bajos en sodio y altos en potasio, por lo que disminuye la presión arterial.

  • Frijoles
  • Alubias
  • Lentejas
  • Guisantes

Lee más sobre: Cómo controlar la presión arterial con un remedio de pasiflora

Carnes magras y pescados

Some figure
Elige proteínas magras, como el pollo y pescado, y evita las carnes grasas, como la carne roja, que es alta en grasas saturadas y colesterol.

El pescado es especialmente saludable porque contiene ácidos grasos Omega-3.

Grasas saludables

Tener el colesterol alto aumenta el riesgo de padecer enfermedad de hígado graso, por lo que es importante evitar los alimentos ricos en grasas saturadas.

  • Aceite de oliva
  • Aguacates
  • Frutos secos
  • Nueces y semillas

Evita el consumo de grasas saturadas, como la mantequilla, margarina, carnes rojas, aceites de palma y de coco, y lácteos grasos; así como los fritos, grasas trans y grasas parcialmente hidrogenadas.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.