¿Es más saludable el agua con gas que la natural? Esto dice la ciencia

Debido a la mala fama de las bebidas carbonatadas, el agua con gas ha quedado envuelta entre múltiples mitos. Hay quienes afirman que beberla engorda, que puede dañar el esmalte dental o que afecta la salud renal. Incluso, otros aseguran que deshidrata y que es agresiva para el estómago. Lo cierto es que la ciencia ha desmentido todas estas ideas.
No es más saludable que el agua natural, pero tampoco tiene desventajas frente a esta. En realidad, hidrata de forma similar y es una opción interesante para quienes desean refrescarse sin sumar calorías extra. Debido a su composición y efervescencia, sí ofrece algunas ventajas modestas que pueden hacerla más adecuada en ciertas ocasiones.
Una alternativa para variar tu hidratación y sumar minerales
La principal diferencia del agua con gas respecto a la normal es que contiene dióxido de carbono (CO₂), un gas incoloro e inodoro que no altera su capacidad de hidratación ni su valor nutricional, pero sí le confiere su particular efecto burbujeante. Se puede obtener de fuentes naturales que ya contienen CO₂, pero a menudo se fabrica de manera artificial en plantas donde se añade CO₂ durante el proceso de embotellado.
Su composición suele incluir minerales como calcio, magnesio, sodio, sulfatos o cloruros, mismos que también se encuentran en algunas aguas minerales. Sin embargo, el contenido total de estos nutrientes depende de la marca y del sitio del cual se extrae. A veces superan en concentración al agua normal, pero no es una regla general.
Entonces, ¿esto significa que el agua con gas hidrata más? No necesariamente. En realidad solo varía la experiencia de hidratación porque estimula las papilas gustativas y genera una sensación agradable en la boca, que muchos describen como placentera y refrescante. Aun así, cumple la misma función del agua natural a la hora de reponer líquidos.
Su ligero aporte de minerales, si bien son beneficiosos en un contexto de dieta saludable, no aumentan la capacidad de hidratación ni sustituyen otras fuentes más importantes como las frutas, vegetales, legumbres y lácteos. En pocas palabras, beberla es saludable, pero no imprescindible.
Sus efectos positivos más destacables
Más allá de la hidratación, el agua con gas tiene algunos beneficios modestos en situaciones específicas, precisamente por su plus efervescente.
- Su consumo puede reducir la sensación de pesadez estomacal luego de ingerir comidas copiosas o abundantes. Además, puede facilitar la liberación de gases intestinales.
- Dado que estimula los receptores sensoriales de la garganta y el paladar, cierta evidencia sugiere que puede mejorar el reflejo de deglución, sobre todo en personas mayores o con dificultades para deglutir.
- Sus burbujas producen una sensación de plenitud que contribuye al control del apetito.
- Algunas aguas con gas que contienen bicarbonato tienen beneficios potenciales para la función renal al favorecer la eliminación de ácido úrico. Sin embargo, esta ingesta debe ser controlada y supervisada.
- Su textura y efecto refrescante estimula las papilas gustativas; por eso, se recomienda para hacer más atractiva la hidratación al dejar de beber refrescos y bebidas con azúcar.
¿Cuándo es preferible evitar el consumo de agua con gas?
La mayoría de las personas sanas pueden beber agua con gas todos los días sin ningún problema, pero se desaconseja su consumo en pacientes con enfermedades cardiovasculares, hipertensión o enfermedad renal crónica, sobre todo si son versiones con alto contenido de sodio.
Aunque en cantidades moderadas es segura, su ingesta frecuente y abundante puede contribuir a la retención de líquidos o el aumento de la presión arterial. Por eso, es crucial revisar su etiqueta y atender a las recomendaciones del médico si hay un diagnóstico específico.
Una elección que depende de tus preferencias, no de la salud
Ni es perjudicial para tu cuerpo, ni tampoco tiene beneficios que sobrepasen al agua natural. Si te gusta la sensación que dejan sus burbujas y su textura característica, puedes considerarla como opción para hidratarte y darle un pequeño “empujón” a tu digestión.
Lo más importante es que elijas variedades cero calorías, sin azúcares, aditivos, ni sodio en exceso. Al final, lo que cuenta es que asegures una ingesta óptima de líquidos, sea con agua mineral, con gas o natural.
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Bisbal, C., Pérez-Calahorra, S., & Mateo, R. (2024, mayo 17). ¿Tan bueno es para la salud beber agua con gas?. Academia Española de Nutrición y Dietética. https://www.academianutricionydietetica.org/que-comer/beneficios-agua-con-gas/
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.