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El divorcio gris, una práctica cada vez más habitual entre parejas mayores de 50 años

6 minutos
Este fenómeno debe su nombre a las canas, que ya hacen acto de presencia en esta etapa de la vida.
El divorcio gris, una práctica cada vez más habitual entre parejas mayores de 50 años
Escrito por Daniela Bernal
Última actualización: 20 junio, 2025

El divorcio gris es aquel en el cual los miembros de la pareja cuentan con 50 o más años de edad y deciden terminar el vínculo matrimonial, después de varios años o incluso décadas juntos. Esta no es una tendencia aislada, sino que es cada vez más frecuente y habitual en la actualidad.

Con respecto a esto, el Centro de Investigación PEW indicó que en Estados Unidos, durante el año 2015, por cada 1000 personas casadas de 50 años o más, se divorciaron 10. En contraparte a las cinco que lo hacían para ese mismo grupo de edad durante el año 1990. Esto quiere decir que en 25 años, las cifras de divorcio gris se duplicaron.

En el caso de España, el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social señala que en el año 2022, el 42,2 % de los hombres y el 33,2 % de las mujeres tenían 50 años o más al momento de divorciarse. Estas cifras nos indican que el divorcio gris es un fenómeno muy presente en diversos países. Son varios los factores que pueden llevar a él y algunos de ellos son los siguientes.

1. Nido vacío

El síndrome del nido vacío es cuando los hijos se vuelven adultos y dejan el hogar de crianza. Esto puede plantear desafíos al ajuste marital y derivar en un divorcio gris. Por ejemplo, si una pareja se centra principalmente en la crianza de los hijos, dejando a un segundo plano su relación matrimonial, cuando estos se marchan, pueden dejar en evidencia una desconexión o distanciamiento entre ambos.

Y este distanciamiento sería una posible causa de divorcio. Ya que hace que los miembros de la pareja se replanteen si quieren pasar más tiempo en una relación que no los satisface del todo.

2. Jubilación

Este es un factor muy relacionado con el anterior. De acuerdo con los expertos, muchas parejas descubren, después que se jubilan, que ya no disfrutan pasar tiempo juntos, incluso generando roces y discusiones con frecuencia.

Esto se debe posiblemente a que se han distanciado en años previos, y ese mayor tiempo con el otro solo lo pone en evidencia. Con respecto a esto, hay que considerar que los matrimonios cambian con el tiempo, y es probable que en esa nueva etapa de sus vidas, la relación que llevaban no sea lo que necesitan.

3. Segundas nupcias

Otro factor que se asocia con el divorcio gris es que este sea un segundo matrimonio para alguno — o ambos cónyuges—. Las investigaciones sugieren que si una persona ha experimentado el divorcio en etapas más tempranas de su vida, son más propensos a volver a vivirlo en el futuro.

El motivo detrás de esto podría tener que ver con un menor temor al divorcio o una mayor disposición a terminar con un matrimonio insatisfactorio. Ahora, en este punto también podrían influir los hijos de los primeros matrimonios. Cuando uno de los padres se casa nuevamente, esto crea diversos desafíos que antes no estaban: Lealtad, planificación o de temas económicos.

De hecho, un estudio de 2017 señala que a las segundas nupcias les puede tomar de cinco a siete años para que las familias alcancen el equilibrio. Y que muchas parejas se divorcian antes de ello, por no poder balancear y afrontar esa nueva realidad conjunta.

4. Menor estigma social

A principios del siglo XX, la sociedad no aceptaba mucho el divorcio, pero hoy en día es muy diferente. El divorcio es cada vez más común y, de hecho, un gran número de personas lo ha experimentado de primera mano o lo ha visto de cerca, con alguien de su círculo cercano.

La idea del matrimonio para toda la vida se ha debilitado. En su lugar, han tomado auge los conceptos de la autorrealización y la satisfacción individual. De manera que ante un vínculo que no trae bienestar y felicidad, la idea de un divorcio —no importando la edad de la persona—, lo percibimos como algo aceptado.

5. Autonomía económica de las mujeres

Otro de los factores que pueden llevar a un divorcio gris tiene que ver con la mayor independencia económica de las mujeres. En épocas anteriores, las mujeres solían quedarse en casa atendiendo el hogar, siendo el hombre el encargado de ganar el dinero, y dependiendo económicamente de ellos. Lo que hacía que, en ocasiones, continuaran con un matrimonio que no las hacía felices, por no tener los medios para mantenerse.

Pero en la actualidad, las mujeres se han integrado en mayor medida a la fuerza laboral y generan sus propios ingresos. Esto hace que puedan mantenerse sin depender de sus parejas, y decidirse por el divorcio si la relación no es satisfactoria.

6. Problemas financieros

Los problemas económicos son una fuente de estrés a cualquier edad. Pero, después de los 50 años, podrían causar mayores tensiones entre la pareja y llevar a un divorcio gris. Cuando llega la jubilación, los ingresos pueden llegar a reducirse. Y si el matrimonio no cuenta con una buena planificación sobre cómo administrarlo, o uno de los miembros sigue gastando como cuando laboraba, esto puede causar inestabilidad económica y llevar a conflictos. Haciendo que, para algunos, la idea del divorcio pueda resultar tentadora.

7. Mayor esperanza de vida

Hoy en día —en líneas generales—, se espera que las personas vivan por más años que en siglos anteriores. Esto también juega un papel en el divorcio gris. Y es que una persona que llega a la mediana edad, o un poco más allá, puede cuestionarse si desea pasar más años en una relación que no los hace feliz. Por ello, pueden recurrir al divorcio, como una forma de buscar un cambio de vida y de encontrar mayor felicidad y satisfacción.

8. Problemas de salud

En los casos de parejas con algún miembro que padece una enfermedad crónica o degenerativa, la persona sana suele actuar de cuidadora de su cónyuge, lo que le genera una cuota considerable de estrés, agotamiento y tensión.

Eso sumado al aumento en los gastos médicos, en una época de la vida en donde los ingresos pueden ser más ajustados. Todos estos puntos podrían hacer que la persona se vea rebasada por la presión y vea el divorcio como una manera de recuperar su bienestar.

¿Qué sucede después del divorcio gris?

Una vez que el divorcio gris se concreta, tiene diversas secuelas en los ex cónyuges. Desde el punto de vista económico, es posible que experimenten mayores dificultades financieras. Uno de los principales aspectos a negociar durante un divorcio es el reparto del dinero y las propiedades que adquirieron mientras estaban casados. Y en algunas ocasiones, ese reparto puede generar más pérdidas para uno que para el otro. Lo que podría traerle problemas económicos.

Ahora, desde lo familiar, los expertos del estudio de 2017 señalan que el divorcio gris podría afectar las relaciones con los hijos adultos, sobre todo en el caso de los hombres. Mientras que en lo psicológico, tendría un gran impacto, generando un sentimiento de pérdida, duelo o soledad. Que muchos tardan años en superar, por la cantidad de tiempo compartido.

Por otro lado, hay quienes lo ven como un proceso desafiante, pero necesario para empezar un nuevo capítulo que mejore su calidad de vida. Ya que se encontraban en una relación que los hacía sentir insatisfechos. Más allá de estos efectos que el divorcio gris puede tener sobre la persona, la realidad es que es una oportunidad para redescubrirse, plantearse nuevas metas y objetivos, así como para reforzar lazos con familiares y amigos.


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