Dolor en las costillas: posibles causas importantes
Revisado y aprobado por la médica Mariel Mendoza
El dolor en las costillas o dolor torácico es una dolencia muy común que no debemos pasar por alto. Muchas veces, esa molestia en un costado o ese pinchazo al respirar puede deberse a un problema de salud no atendido. De ahí que sea necesario acudir al médico para una la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que la causa más común del dolor en las costillas suele ser una sobrecarga ocasionada por algún esfuerzo físico. No obstante, este síntoma es algo que debemos atender y cuidar cuando se presenta de forma continua e impide hacer vida normal.
A continuación, desarrollaremos cuáles son las principales causas de estas molestias torácicas, pero ten en cuenta que en ningún caso la información puede sustituir la consulta médica.
Dolor en las costillas: una molestia con muchos orígenes
Un dato que debemos conocer es que el dolor que sentimos no se origina en las costillas en sí mismas, sino en la articulación o en los músculos afectados de esa región torácica en particular.
Según explican los médicos especialistas, el dolor en las costillas suele ser una de las visitas más frecuentes en el día a día en los centros de atención primaria. La mayoría de las veces, tal y como hemos señalado al inicio, la causa no es más que un mal movimiento o una sobrecarga.
Ahora bien, no podemos descartar cualquier otra afección o desequilibrio. Es por esa razón que vale la pena conocer los tipos de enfermedades más comunes asociadas a las costillas.
1. Costillas flotantes
Si nunca has oído hablar de las costillas flotantes, te interesará saber que estamos hablando de esos pares de costillas que tenemos en la parte más baja de la caja torácica. Algunas personas llegan a extirparse estas costillas para conseguir una cintura más definida.
Lo curioso de estas estructuras óseas es que están unidas solamente a las vértebras, y no al esternón o el cartílago que sale del esternón.
El problema de las costillas flotantes es que suelen ser estructuras muy sensibles y cualquier movimiento brusco puede hacer que la vértebra se inflame o que se desplace un poco; cualquiera de estos incidentes genera mucho dolor.
2. Golpe o contusión costal
Los golpes y contusiones en la parrilla costal son una de las causas más comunes de dolor en las costillas. Las causas más frecuentes incluyen las caídas de altura, los accidentes de tránsito y los deportes de impacto, como el rugby o el futbol americano.
En general, estas lesiones se acompañan de limitación del movimiento, enrojecimiento y tumefacción en la zona afectada. La aplicación de compresas frías y las medidas tempranas de abordaje primario mejoran la evolución del dolor. Los profesionales pueden indicar antiinflamatorios no esteroideos (AINES), como el ibuprofeno, para aliviar los síntomas.
3. Sobrecarga física
En ocasiones, el dolor en las costillas aparece como resultado de una sobrecarga mecánica sobre la musculatura intercostal. Esto ocurre al realizar ejercicio físico intenso, como el levantamiento de pesas y la gimnasia. En general, la persona suele referir dolor en el tórax al mover los brazos o realizar una inspiración profunda.
El tratamiento médico se basa en el reposo relativo de la musculatura y el uso de medicamentos para aliviar las molestias. Los analgésicos y relajantes musculares son de utilidad para reducir el dolor. La mayoría de las personas mejora luego de varios días.
4. La costocondritis
La costocondritis es una inflamación de la articulación que une el esternón con las costillas, o bien de la zona existente entre la costilla y el cartílago. Por ende, es una enfermedad osteomuscular que tarda varios meses en curarse.
Las personas que la padecen pueden sentir dolor torácico, según afirma un artículo. Podemos sentir dolor al tocar esta zona, o incluso ver una clara inflamación en forma de bulto. La misma ocasiona que duela mucho al respirar y que apenas podamos movernos.
Las causas que ocasionan la costocondritis son múltiples. Pueden ir desde una artritis psoriásica al lupus, e incluso aparecer en épocas de gran angustia y estrés.
5. Fisuras o fracturas en las costillas
Las fisuras o fracturas costales son una de las causas más frecuentes de dolor en las costillas. Siempre es necesario sospechar de la presencia de esta lesión cuando el dolor se presenta después de un traumatismo fuerte en la zona.
En ocasiones, podemos tener una fisura en la costilla y no saberlo, o atribuirlo al simple cansancio. Esto se debe a que muchas personas piensan que las costillas solo se fracturan a raíz de un «impacto» o un mal movimiento. Por ello, debemos tener en cuenta estos aspectos.
La tos fuerte mantenida a lo largo de varios días puede ocasionar pequeñas fisuras, o incluso una fractura. Mucha gente no relaciona esa dolencia con la rotura de una costilla y se sorprende del intenso dolor de esa zona en concreto.
6. Herpes zóster
Se trata de una afección cutánea provocada por el virus varicela-zóster. El microorganismo es capaz de causar varicela cuando afecta a un individuo por primera vez. Sin embargo, las personas pueden desarrollar herpes zóster, ya que el virus permanece inactivo en el sistema nervioso, por lo que puede reactivarse y trasladarse por vía nerviosa hasta la piel.
El herpes zóster puede aparecer en cualquier región del cuerpo, incluida la caja torácica. La enfermedad se manifiesta con una serie de ampollas cutáneas muy dolorosas. También es posible presentar ardor, enrojecimiento, tumefacción y prurito en la zona. Por fortuna, el tratamiento médico adecuado permite la remisión de la enfermedad sin dejar mayores secuelas.
7. Fibromialgia
Se trata de un trastorno crónico que se caracteriza por la aparición de dolores osteomusculares generalizados, cansancio y fatiga. La misma puede afectar la región costal e interrumpir las actividades diarias. En la actualidad, no se conoce una causa específica de este síndrome. No obstante, suele aparecen en las personas entre 30 y 60 años.
Por lo general, la fibromialgia se sospecha ante la ausencia de otra condición evidente por examen clínico y pruebas de laboratorio. El tratamiento se basa en sesiones de fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor, técnicas de manejo del estrés y cambios en el estilo de vida.
El dolor en las costillas y los problemas de corazón
En caso de que no exista un hecho traumático y que el dolor aparezca de la noche a la mañana, sin tener un origen claro, puede ser causa de problemas mucho más serios, como la angina de pecho, un infarto o una pericarditis.
La angina de pecho es una dolencia causada por un déficit de oxígeno en el corazón. Sus síntomas pueden iniciarse con dolor torácico justo detrás del esternón o ligeramente hacia la izquierda; luego, las molestias se irradian al brazo y el hombro, e incluso a la mandíbula. Como señala un artículo, la angina es uno de los síntomas más frecuentes de la cardiopatía isquémica, y una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en todo el mundo
Por otra parte, el dolor en las costillas también puede avisarnos de un ataque al corazón. Lógicamente, en estas circunstancias debemos acudir a emergencias de inmediato.
Asimismo, una infección e inflamación en el tejido alrededor del corazón —una pericarditis— también incluye entre los primeros síntomas un dolor en la parte central del pecho.
Afecciones respiratorias y dolor en las costillas
Algunas enfermedades respiratorias son capaces de causar un tipo de dolor específico llamado dolor pleurítico, el cual se puede confundir con dolor en las costillas. El dolor pleurítico aparece en la base del hemitórax afectado, se percibe como una puntada y aumenta con la respiración y la tos. Además, el dolor se alivia al acostarse en el lado contralateral.
El dolor aparece en la mayoría de los casos en los que existe compromiso de la pleura en una determinada patología. La pleura es una capa de tejido que recubre al pulmón protegiéndolo de daños. En este sentido, el dolor pleural puede aparecer en las siguientes enfermedades:
- neumonías
- pleuritis
- derrame pleural leve
- empiemas
- tromboembolismo pulmonar
- cáncer de pulmón
Para despejar las dudas, lo mejor es acudir a consulta médica
Solo cuando el afectado acude al médico y le efectúan una palpación y una radiografía, se evidencia la realidad. Para tenerlo más en cuenta, vale la pena conocer los síntomas más comunes:
- Observar una protuberancia en el abdomen o en la cintura.
- Una fuerte opresión en el pecho, que se vuelve más intensa cuando respiramos.
- Dolor intenso cuando tocamos esa zona en concreto.
- Falta de aliento cuando intentamos respirar más profundamente.
Para concluir, como puedes ver, la sintomatología asociada al dolor en las costillas es muy variada. Por eso, debemos acudir al médico ante cualquier molestia. Lo más adecuado para tratar esta dolencia suele ser siempre guardar reposo y tomar antiinflamatorios.
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