Efecto Forer: ¿crees en el horóscopo o en adivinos?
Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales
«Es tal cual como lo leí en el horóscopo: iba a tener un conflicto familiar está semana y ya lo ves, en eso estoy ahora». «Mi personalidad es como lo dice ese test que me apliqué ». Estas son algunas frases que escuchamos de manera frecuente. ¿Mito o realidad? ¿Qué hay detrás de los horóscopos? Uno de los efectos que se dispara es el llamado efecto Forer.
Se trata de un fenómeno psicológico que hace que las personas acepten como propias ciertas generalizaciones que pueden aplicarse en cualquier individuo. También se conoce como «falacia de validación personal» o «efecto Barnum». A continuación, detallamos en qué consiste y cuáles son sus características.
¿Cómo funciona el efecto Forer?
El denominado efecto Forer proviene de un experimento realizado por el psicólogo Bertram Forer con sus alumnos. Este entregó a sus estudiantes una hoja con una serie de preguntas, a través de las cuales evaluaría su personalidad.
Una vez respondidas, les devolvió los resultados, ya que estos ignoraban lo que los alumnos habían completado. Las conclusiones eran todas iguales e incluían afirmaciones como las siguientes:
- «Tienes la necesidad de gustarle a otras personas y de que te admiren, y con todo tiendes a criticarte».
- «Tienes una considerable capacidad que no has usado en tu beneficio».
- «A veces tienes serias dudas en si hiciste lo correcto o tomaste la decisión acertada».
A continuación, Forer les pidió que evaluaran su conformidad respecto a dicha lectura y asignó un puntaje; el 5 era la máxima puntuación para mostrarse de acuerdo con la afirmación y el 1 era la puntuación que reflejaba desacuerdo absoluto. En general, el promedio que se obtuvo tras recolectar todas las pruebas fue de 4,26.
La sorpresa fue cuando Forer les señaló a sus alumnos que se trataba de descripciones obtenidas de una sección de astrología de un periódico, lo que confirmó que las personas suelen identificarse con afirmaciones que son lo suficientes generales y ambiguas.
Características del Efecto Forer
Muchas personas creen en el efecto Forer porque suele presentar situaciones posibles y evita los términos absolutos. Por ejemplo, si en una descripción de personalidad leemos «te orientas por el logro de tus objetivos, aunque a veces te desaniman las dificultades», nadie se atrevería a negar lo contrario; a la mayoría nos sucede.
Es decir, este efecto es autorreferencial, por lo que consigue que los individuos se identifiquen con aquello que leen. También es común que se produzca porque se basa en el sesgo de confirmación; las personas toman las señales del entorno que conducen a afirmar o reforzar aquello que ya creían o pensaban.
Es como usar siempre los mismos lentes a la hora de interpretar una situación. Tiene mucho sentido, sobre todo cuando pensamos que nos encanta tener la razón o creer que la tenemos. Otra de las razones por las que funciona es porque nos cuesta tolerar la incertidumbre.
Tenemos la necesidad de saber qué va a pasar y buscamos la sensación de controlar el futuro. Por eso mismo, cuando algo consigue ayudarnos, nos orienta y nos deja con la sensación de que podemos «pisar base firme», elegimos tenerlo en cuenta.
En este sentido, también se destaca que las personas nos movemos en función de los deseos, a veces incluso más que con datos empíricos. Buscamos razones que le den «más cuerpo» a nuestras esperanzas.
En la misma línea de lo anterior, tenemos la necesidad de dar explicaciones a las cosas que suceden. Por eso, también somos capaces de conformarnos con algunas respuestas.
Otro factor decisivo para que opere dicho efecto tiene que ver con la presencia de aspectos positivos en las descripciones (escogemos creer en aquello que nos posiciona favorablemente y rechazamos aquello que no lo hace) y la autoridad que se le otorga a quien nos habla.
Algunas aclaraciones sobre el Efecto Forer
El efecto Forer se aplica en todo aquello que presenta generalizaciones con las que es sencillo identificarse. Sin embargo, no se debe confundir la ciencia con la pseudociencia, o los instrumentos de investigación, tales como los inventarios de personalidad o test relacionados, que cuentan con la confiabilidad y validez como principales atributos.
Elegir qué y cuándo
No se trata de demonizar la lectura de horóscopos o el uso de la lectura de manos. Cada persona puede creer en lo que quiere. Lo que sí es importante es saber que más allá de las herramientas a las que decidamos recurrir, somos protagonistas de nuestras vidas.
Somos seres activos con capacidad de decidir libremente, de cambiar de opinión, de elegir porqué camino queremos andar. En este sentido, no debemos conformarnos con afirmaciones simplistas o taxativas sobre nosotros mismos, sino procurar conocernos y saber qué recursos usar y cuándo.
Por último, yendo un poco más lejos, el efecto Forer nos invita a pensar en el peligro potencial que supone buscar confirmar siempre aquello que creemos. Esta actitud—que se caracteriza por cierto hermetismo— puede derivar en distorsiones cognitivas que nos llevan a obviar ciertos elementos.
También conduce a una cerrazón mental que dista de la creatividad, la flexibilidad y la tolerancia. Incluso, puede llevarnos a situaciones de peligro. En definitiva, tal como lo señala el refrán; «no hay peor ciego que el que no quiere ver».
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