¿Qué es la estenosis de canal?
Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira
La espina dorsal está compuesta por una serie de huesos, músculos y tendones que permiten estructurar operatoriamente al esqueleto. A través de ella se inserta la médula espinal, un tejido nervioso que se extiende desde la base de la cabeza hasta la espalda baja. El espacio por donde discurre se conoce como canal espinal. Por tanto, la estenosis de canal es el estrechamiento de este espacio.
Dicho de esta manera parece muy sencillo, pero en la práctica la estenosis de canal implica una serie de complicaciones que deterioran la calidad de vida de las personas. Se trata de un proceso muy complejo que se desarrolla por diversas causas, y puede o no generar síntomas evidentes. A continuación te exponemos todo lo que deberías saber de ella.
Estenosis del canal espinal
La estenosis de canal, también conocida como estenosis del canal espinal o simplemente estenosis espinal, es el estrechamiento del canal espinal. Esta reducción del espacio crea presión en la médula espinal y los nervios raquídeos, lo que produce como consecuencia una serie de síntomas neurológicos.
Este tipo de estenosis se puede generar en cualquier punto de la columna vertebral, de manera que se catalogan tres tipos: estenosis espinal cervical (en la parte superior), estenosis espinal torácica (en la parte media) y estenosis espinal lumbar (en la parte inferior). Esta última es la más frecuente, de manera que la mayoría de los casos se corresponden con las últimas cinco vértebras de la columna.
También existe la estenosis espinal congénita, la cual se caracteriza por desarrollarse en personas que han nacido con ciertos problemas de columna. De acuerdo con los expertos, este tipo de estenosis se suele manifestar más temprano, en general a partir de la tercera década de vida.
Síntomas de la estenosis de canal
El estrechamiento del canal espinal es un proceso gradual que se desarrolla a lo largo de los años. Por tanto, puedes padecer de estenosis y no presentar ningún síntoma. Normalmente inicia entre los 40 y los 50 años de edad, aunque los pacientes pueden o no manifestar signos de acuerdo con la gravedad del estrechamiento. Dicho esto, los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor de espalda (zona alta, media o baja).
- Entumecimiento de las extremidades.
- Hormigueo y calambres en los brazos y piernas.
- Pérdida de la sensibilidad en los pies.
- Dolor en los glúteos o en las piernas (ciática).
- Debilidad en las piernas (se conoce como pie caído o pie péndulo).
La mayoría de los pacientes experimentan una mejoría al sentarse, acostarse o inclinarse hacia adelante. En función de qué nervio se esté estrechando, también puedes experimentar lo siguiente:
- Pérdida del control del esfínter de la vejiga y de los intestinos.
- Pérdida del funcionamiento motor de las piernas.
- Problemas de equilibrio.
- Pérdida del funcionamiento de los brazos.
Salvo lesiones graves, estos síntomas son temporales y no permanentes. Dado que todos los síntomas son muy explícitos, los pacientes suelen consultar a un especialista antes de que el daño ocasione lesiones permanentes o irreversibles.
Causas de la estenosis del canal espinal
Existen muchas causas de la estenosis del canal espinal. El deterioro natural producto del envejecimiento es el desencadenante más frecuente. En efecto, el desgaste gradual que se produce en las articulaciones y que se empieza a agudizar a partir de los 50 años es el desencadenante más común. Es por esta razón que la mayoría de los pacientes superan este rango de edad.
Por supuesto, existen decenas de afecciones que pueden estar detrás del estrechamiento. En la siguiente lista apuntamos las principales:
- Espolones artríticos o sobrecrecimiento óseo: generalmente provocado por osteoartritis. Se generan por la fricción entre los huesos. Esto genera lo que se conoce como espolones artríticos. El cuerpo reacciona produciendo más hueso, lo que acorta el espacio del canal.
- Fracturas o lesiones de la columna vertebral: como lo pueden ser dislocaciones o huesos rotos. Cualquier traumatismo, sea este leve o grave, puede derivar como consecuencia en el estrechamiento del canal.
- Quistes o tumores de la médula espinal: el crecimiento de estos pueden ejercer presión en las paredes del canal, lo que se traduciría en el desarrollo de los síntomas.
- Engrosamiento de los ligamentos: los ligamentos son una especie de banda que, junto con los músculos espinales, proveen estabilidad, soporte y permiten la unión de las vértebras. Cuando se abultan (producto de la artritis, por ejemplo) estrechan el canal.
- Hernias en los discos: sucede cuando el centro de las almohadillas que separa cada vértebra se desplaza por una grieta hacia su exterior. El abultamiento de los discos debido a la edad también puede desencadenar un proceso de estrechamiento.
La escoliosis degenerativa, la espondilolistesis degenerativa, las cirugías previas de la columna y algunas enfermedades de los huesos también pueden estar detrás de la afección. Al margen de todo esto, el desgaste natural producto de los años sigue siendo el desencadenante más común. La evidencia sugiere que hasta el 47,2 % de los adultos entre 60 y 69 años padecen de ella.
Diagnóstico y tratamiento de la estenosis del canal lumbar
La estenosis espinal es una condición relativamente fácil de diagnosticar. Las tomografías computarizadas, las resonancias magnéticas y las radiografías se utilizan como parte del diagnóstico primario. Como complemento el especialista puede hacer una gammagrafía ósea, un mielograma o una prueba eléctrica de actividad muscular.
Una vez se ha determinado la gravedad y las posibles causas de la condición, el especialista procederá a optar por un tratamiento. En función de los resultados y de los síntomas del paciente, puede elegir un tratamiento conservador o uno más invasivo. Veamos cuáles según según cada caso.
Tratamiento conservador
Esta modalidad engloba a los tratamientos no quirúrgicos para la estenosis de canal espinal. Consisten en una serie de hábitos y medicamentos que ayudan a paliar los síntomas. Destacamos los ejemplos siguientes:
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, aspirina y demás).
- Inyecciones de corticosteroides.
- Fisioterapia.
- Ejercicios específicos para aumentar la flexibilidad y mejorar la resistencia.
- Manipulación quiropráctica.
- Acupuntura.
- Aplicación de compresas frías o calientes.
Mantener un peso saludable, hacer ejercicio de forma regular y cuidar la postura también puede ser de gran ayuda para reducir el desarrollo de los síntomas.
Tratamiento invasivo
Cuando las acciones anteriores no son suficientes para otorgarle calidad de vida al paciente, se puede optar por un tratamiento quirúrgico para la estenosis espinal de canal. Dada la naturaleza de la columna vertebral, por lo general de trata de una alternativa de último recurso. Por fortuna, la mayoría de los pacientes no requieren de una intervención de este tipo.
Tal y como nos recuerda la Asociación Americana de Cirujanos Neurológicos (AANS, por sus siglas en inglés) el procedimiento más utilizado es la laminectomía descompresiva. Otras opciones disponibles son la laminectomía parcial, foraminotomía, facetectomía medial, fusión intersomática lumbar, fusión instrumentada y muchas más.
El tratamiento se elige de acuerdo con las características de cada caso, y se valoran los pros y contras de su aplicación. Dado que es una condición que progresa lentamente, el especialista puede probar con varias alternativas para encontrar aquella que se ajusta mejor al paciente.
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