¿Cómo crear una dieta perfecta?

Por lo general, al imaginar una dieta perfecta pensamos en la estructura tradicional y piramidal que se utilizaba como base de la alimentación equilibrada hasta hace algunos años.

En la base de la pirámide encontrábamos los cereales, las frutas y las verduras, luego las carnes, pescados y huevos, los lácteos, mantequillas, aceites y otras grasas naturales necesarias en menor cantidad. Ahora bien, ¿es esta la mejor opción para alimentarse saludablemente? Y más específicamente aún: ¿existe la dieta perfecta? Lee esta entrada y toma nota.

La dieta perfecta: ¿realidad o mito?

No existe una única dieta perfecta que se adapte a las necesidades de todas las personas. De hecho, es imposible pensarlo. Para crear la dieta perfecta sería necesario investigar sobre las propiedades que nos aporta cada alimento. Para ello:

• La medicina oficial sería útil al hacernos análisis para conocer que falta y que sobra en nuestro cuerpo, dándonos un diagnóstico orientador de que está pasando.
• La información nutricional de la ciencia que estudia los alimentos nos aportaría toda la información actualizada de que alimentos tienen los nutrientes que precisaríamos y que alimentos nos podrían beneficiar más la salud en cada caso.
• La medicina natural nos orientaría sobre como depurar nuestro cuerpo limpiándolo de toxinas e invasores patógenos, y que alimentos o remedios nos ayudan a sanar tal o cual órgano.

En conclusión: es imposible crear una dieta perfecta para todos los seres humanos, pero sí sería posible crear una dieta a tu medida, es decir: una ideal para ti, respondiendo a tus necesidades calóricas y nutritivas.

Cómo descubrir mi dieta

A veces es la cantidad excesiva o la incorrecta combinación de alimentos lo que nos lleva a una mala digestión.
Puede ser que el deterioro de la flora intestinal, o la falta de enzimas digestivas, sea el problema base para digerir ciertos alimentos y obtener la energía y los nutrientes que nos pueden aportar.

Hoy en día, los probióticos para restaurar la flora y las enzimas para digerir mejor grasas, proteínas y carbohidratos se pueden obtener en cualquier farmacia, aunque recomendamos ser guiados por orientación facultativa.

Principios Comunes

Si deseas elaborar tu propia dieta, debes acudir a un nutricionista. En general, los principios comunes que se suele recomendar tener en cuenta son:

• Consumir frutas y vegetales frescos y orgánicos en jugo o ensalada.
• Comer carnes, pescados y mariscos frescos de animales criados de forma ecológica y natural.
• Tomar leche, quesos y derivados lácteos frescos, de animales alimentados de forma natural y orgánica.
• Alejarse de los alimentos refinados y procesados industrialmente, cargados de harinas y grasas poco saludables, con conservantes y saborizantes artificiales.
• Evitar azúcares refinados y edulcorantes artificiales, teniendo en cuenta que los mejores edulcorantes son la stevia, la miel y el sirope de palma o arce.
• Consumir los alimentos que mejor se adaptan a nuestro metabolismo. 
• Comer conscientemente, masticando muy bien los alimentos y ensalibándolos antes de tragar.
• Valorar en las tablas aquellos alimentos con un bajo índice glucémico.
• Consumir abundante agua mineral alejada de las comidas para tener bien hidratado el organismo sin alterar las digestiones.
• Consumir sobre todo grasas insaturadas y ricas en omega 3 u omega 9.
  
• Realizar ejercicio físico diario.

Debemos acudir a un nutricionista para que nos haga una dieta en función de los nutrientes que necesitamos. De esta forma, sabremos qué alimentos tenemos que comer y la cantidad recomendada para nuestro peso y metabolismo.

Resumiendo…

El significado de la dieta perfecta puede variar de acuerdo a las necesidades nutricionales de cada persona. Por tal razón, no es conveniente seguir dietas de moda o recomendadas por personas que no son profesionales en nutrición.

La alimentación debe asegurar una nutrición apropiada en función de la edad, peso, estado de salud y otros factores. Además, debe incluir alimentos saludables como carnes magras, frutas y vegetales, agua y fuentes de grasa saludable.