Hábitos que se deben inculcar a los niños
Una de las tareas más arduas de los padres son los hábitos que se deben inculcar a los niños para que sean buenas personas. Hay que proveerles costumbres sanas y positivas para que salgan al mundo a hacer el bien. Esta es, quizá, una de las principales responsabilidades que atraviesan los adultos con hijos.
Los hábitos son comportamientos adquiridos por la repetición de actos iguales o semejantes. De acuerdo con la psicología, un hábito puede incluir desde un gesto hasta la satisfacción de ansias personales. Son un elemento básico del aprendizaje, por lo que son los padres quienes deben enseñarlo.
¿Cómo inculcar hábitos o rutinas a los niños?
Lo principal es ofrecerle seguridad a los niños. Darles la certeza de saber qué viene después de cada actividad: comer, lavarse los dientes, dormir. Hay que darles tranquilidad y previsión.
Al hacer esto, los niños se sienten mejor, más seguros y con más confianza en ellos mismos. En un ambiente familiar es más afectivo.
Resulta más sencillo inculcarle hábitos a los niños si todos en la casa siguen un mismo patrón de comportamiento. Si mamá, papá y hermanos saben qué hacer y cuál es su rol en la familia. Hay que darles un papel en el hogar, fomentando su colaboración.
Un punto clave es que la rutina y su actuación diaria deben ser estables. Bedia dice, en su trabajo “La importancia de los hábitos y las rutinas en los niños de 3 años”, que los hábitos ayudan a los niños a ser autónomos. Al adquirirlos tienen más herramientas para hacer frente al día a día.
Hábitos que se deben inculcar a los niños
Lo ideal es enseñar siempre los buenos hábitos y explicar por qué no se deben tener los malos. Esta es una tarea crucial de los padres y un punto clave en la vida del niño. Aquí recopilamos algunos que pueden servir de ayuda en la tarea de la crianza.
1. No te saltes el desayuno ni ninguna comida
No es mentira que el desayuno es la comida más importante del día en los niños. De hecho, se deben hacer tres ingestas mínimas a diario, pero es la primera del día la que aporta las energías necesarias para afrontar la jornada.
Si no se desayuna, el cuerpo entra en un letargo metabólico. Lo que conocemos en el mundo tecnológico como un modo de ahorro de energía. Se dificulta la concentración y aparece la fatiga prematura.
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2. Lee a diario
La lectura agudiza los sentidos, estimula el intercambio de conocimiento, fomenta la concentración y la empatía, además de dar un conocimiento más amplio del mundo.
Para la lectura diaria pueden leerles los padres antes de dormir un cuento o una novela e ir por capítulos, dejando la intriga respecto a lo que sigue. Hay que hacer que se interese y no que sea una obligación.
3. Mirar las etiquetas de los alimentos
Tener una alimentación saludable incluye leer las etiquetas de lo que comemos. Al mirarlas sabemos qué estamos consumiendo, qué cantidad de azúcares y calorías, su fecha de vencimiento y elaboración y los ingredientes y aditivos.
Al leer los ingredientes y la información nutricional podemos comparar con otros productos y saber qué es más beneficioso.
4. Sé comprensivo
Cuando el niño esté impaciente o enfadado con el comportamiento de otra persona, recuérdale que él tampoco es perfecto y pregunta si le gustaría que lo tratasen así.
Hazle entender que la gente tiene flaquezas en algunas actividades y eso no las hace menos. Mejor muestra que, si él es bueno en una actividad y otro no, puede enseñarles cómo hacerlo bien.
5. Duerme las horas suficientes
Las horas de sueño dependen de la edad que tengamos. Entre los 3 y los 5 años los niños deben dormir entre 10 y 13 horas al día; entre los 6 y los 13 son de 9 a 11 horas diarias. Si no se duerme lo suficiente hay una baja en el rendimiento diario, problemas para pensar con claridad y tomar decisiones.
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6. Limitar el tiempo en las pantallas
Cuando le permitas ver televisión, estar en el teléfono, en la computadora o en la tableta, regula el tiempo que pasan jugando o frente a la pantalla. Pon horarios y que lo hagan siempre en determinados momentos del día. Para eso puedes ayudarte usando el control parental.
7. Realizar alguna actividad física o educativa
Desde pequeños puedes inscribirlos en alguna actividad fuera del colegio, como baile, artes marciales, natación o tiro al blanco. Si a tu pequeño no se le da bien lo físico, puedes llevarlo al ajedrez, a estudiar algún idioma, a clases de piano o de pintura.
8. Lavarse las manos
Lavarse las manos va más allá de un código de comportamiento. Hacerlo antes de comer o luego de salir del baño previene contaminaciones y mantendrá sano al niño.
Los hábitos que se deben inculcar a los niños hacen reflejos de los padres
Recuerda que los hijos son el reflejo de los padres y que ellos no aprenden rápido. Los hábitos se asumen por repetición y al ver a los demás hacerlo. Al enseñarles no solo eres un gran padre, sino un buen ser humano.
No hay que desanimarse en el trayecto. Se trata de un largo recorrido con un camino que no acaba. Lo importante es el proceso y la consciencia de estar formando seres humanos para el mundo del futuro.
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