Cómo hacer aceite de albahaca casero
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
El aceite de albahaca casero es un producto que puede servir para aliñar vegetales o como base para la elaboración de platos más complejos. Destaca por sus propiedades aromáticas y por su valor nutricional. A continuación te vamos a enseñar cómo prepararlo para que asegures su calidad.
Nunca debes descuidar el aporte de lípidos de la dieta. A pesar de su mala fama, es necesario distinguir entre aquellos saludables y los que no lo son. Un plan de alimentación adecuado los incluye en su justa medida.
¿Cómo es el aceite de albahaca casero?
Antes de introducirnos de lleno en la preparación de aceite de albahaca casero, es necesario hacer un repaso a los nutrientes más destacados que se encuentran en este producto. Dentro de los ácidos grasos que lo conforman, los más beneficiosos de todos ellos son los omega 3.
Estos lípidos han demostrado ser capaces de reducir el riesgo cardiovascular a partir de la modulación de la inflamación del organismo. Así lo evidencia un estudio publicado en The Cochrane Database of Systematic Reviews.
Además, este tipo de grasas resultan eficaces para ayudar en el tratamiento de otras patologías de carácter inflamatorio, como puede ser la artritis. Existen evidencias científicas como para recomendar la ingesta de manera regular.
Por otra parte, es bueno que exista un equilibrio entre el aporte de ácidos grasos omega 3 y omega 6. Para ello hay que reducir el consumo de procesados y aumentar el de aceites naturales y el de frutas oleosas.
Para saber más: Todo acerca de los ácidos grasos omega 3
Ingredientes
Los ingredientes que necesitarás para preparar aceite de albahaca casero son sencillos:
- 15 gramos de albahaca.
- 1/2 litro de aceite de oliva virgen extra.
Proceso de preparación del aceite de albahaca casero
Lo primero que hay que hacer es lavar a conciencia la albahaca, que debe ser fresca. Acto seguido, conviene secarla bien para retirar toda la humedad.
El siguiente paso es introducir las hojas ya secas en la trituradora y cubrirlas con el aceite de oliva. Ten en cuenta que cuanta más cantidad de aceite utilices, menor será el espesor del producto resultante.
Lo próximo es triturar hasta obtener una emulsión fina entre el aceite de oliva y las hojas de albahaca, dando así por concluido el procedimiento. Una vez hecho esto, es aconsejable guardar el resultado en un tarro de cristal o de vidrio que pueda ser cerrado herméticamente. En frío se puede conservar por un mes.
De todos modos, es recomendable dejarlo macerar unos días antes de su utilización. Si se guarda en un lugar fresco y oscuro durante al menos 10 jornadas, se realzarán mucho sus propiedades organolépticas.
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Usos del aceite de albahaca
A pesar de que hay mucha gente que lo consume con una rebanada de pan, son varios los usos que se le pueden dar al aceite de albahaca casero. En primer lugar, combina muy bien con vegetales y con ensaladas, lo que mejora el resultado final de dichas preparaciones.
Por otra parte, se puede emplear también para aliñar pescados o carnes, realzando así el gusto de estos componentes. Es posible echarlo sobre la plancha en la que se vaya a cocinar el género o también sobre el propio producto, una vez dorado, para mejorar su sabor.
También es posible utilizar el aceite de albahaca sobre unas patatas o sobre el pulpo en el caso de decidirse a preparar este producto del mar. Incluso acepta bien la adicción de otras especies mayores, como el orégano o el tomillo. Prueba varias de ellas para encontrar la combinación que más te gusta.
Un aliño diferente
La preparación del aceite de albahaca es sencilla, no te llevará mucho tiempo ni necesitarás demasiados ingredientes. Además, el producto resultante cuenta con una buena conservación, por lo que puedes preparar bastante cantidad de una sola vez para utilizar de manera progresiva.
Ten en cuenta que este aceite es capaz de aportar ácidos grasos de la serie omega 3, beneficiosos para la salud cardiovascular y para prevenir patologías de carácter inflamatorio. De todos modos, evita someterlo a las altas temperaturas. En este caso, los ácidos grasos podrían cambiar su disposición espacial transformándose en tipo trans, nocivos para la salud.
Por último, no olvides que el aceite de albahaca cuenta con una gran versatilidad. Se puede utilizar para aliñar platos, sobre una sartén para dorar un producto e incluso para elaborar salsas más complejas. Cuenta con la propiedad de poderse combinar con otras especias diferentes, siendo posible ofrecer matices de sabor distintos.
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