Intolerancia a la lactosa: ¿qué alimentos evitar?
Escrito y verificado por la nutricionista Florencia Villafañe
Los pacientes con intolerancia a la lactosa deben ajustar su alimentación para evitar síntomas digestivos como la hinchazón o distensión abdominal. Esta condición se caracteriza por una baja producción de lactasa, que es la enzima que permite digerir la lactosa.
Pero, ¿qué es la lactosa? Pues bien, se trata de un azúcar que se encuentra de forma natural en la leche materna, los lácteos y en muchos alimentos preparados. A continuación, te contamos más al respecto.
Intolerancia a la lactosa
Cuando el organismo no produce suficiente lactasa, o bien, no la usa de forma adecuada, la persona puede sufrir intolerancia a la lactosa. Este trastorno digestivo tiene diversas manifestaciones clínicas y puede aparecer desde la infancia. De hecho, hay quienes están genéticamente predispuestos a padecerla.
Ahora bien, en ocasiones ocurre en la edad adulta, ya que el cuerpo va perdiendo su capacidad para producir esta enzima. Es posible que se tolere cierta cantidad de lácteos sin sufrir síntomas, pero no en todos ocurre de la misma manera. Por eso, si aparecen los siguientes síntomas tras consumir estos productos, lo mejor es acudir al médico.
- Hinchazón o distensión abdominal.
- Diarrea.
- Gases.
- Náuseas.
- Dolor en el abdomen.
- Ruidos estomacales.
- Vómito.
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Alimentos que se deben evitar en caso de intolerancia a la lactosa
La mejor manera de mantener bajo control los síntomas de la intolerancia a la lactosa es evitando el consumo de aquellos alimentos que la contienen. Al respecto, es conveniente saber que, más allá de la leche y los lácteos, está presente en productos industriales que hacen parte de la despensa.
De todos modos, lo ideal es acudir al nutricionista para obtener un plan de dieta adecuado para este caso. El profesional, tras evaluar la condición, determinará cómo debe ser la alimentación para obtener los nutrientes que suelen aportar los lácteos. En general, los alimentos que deben evitarse son los siguientes:
- Leche entera.
- El queso.
- La ricota.
- La mantequilla.
- El helado.
- Las leches fermentadas.
En el caso de productos como el yogur, gracias a la fermentación de la lactosa que producen las bacterias, el aporte de la misma es muy limitado. Esto explica por qué gran parte de las personas que son intolerantes no presentan síntomas cuando consumen este alimento. Algo similar ocurre con los quesos que son «curados». ¿Qué otros productos se deben evitar?
Productos cárnicos
Además de ello, este azúcar es usado como conservante en carnes procesadas. Algunos ejemplos son el paté, la salchicha, el salame, los fiambres, entre otros. En general, actúa enmascarando los sabores desagradables que se generan con el agregado industrial de sales, emulsionantes y fostatos en estos alimentos.
Productos instantáneos
Todos aquellos alimentos que tienen leche en su composición, como las sopas listas, el cacao, el café, los purés instantáneos, margarinas, entre otros, aportan lactosa. Por esto, es de suma importancia revisar en la etiqueta nutricional para saber si la lactosa se encuentra en la lista de ingredientes. En general, se encuentran en inglés, así:
- Milk (leche)
- Lactose (lactosa)
- Whey (suero lácteo)
- Curd (cuajada o requesón)
- Milk by products (derivados lácteos)
- Dry milk solids (sólidos de leche en polvo)
- Nonfat dry milk powder (leche en polvo sin grasa)
Medicamentos
En adición, hay algunos medicamentos (20 %) que pueden contenerla; con ver el prospecto se puede corroborar. De todos modos, es difícil que una persona presente síntomas digestivos luego de consumirlos.
Tratamiento para la intolerancia a la lactosa
El único tratamiento que existe para esta condición es una dieta sin lactosa. Según la evidencia científica, entre el 70 % y el 80 % de los pacientes responde a la misma. El resto mantiene síntomas, quizás, porque también padecen un síndrome de colon irritable (afección en el intestino grueso).
Las manifestaciones de quienes son intolerantes y están acostumbrados a la leche pueden reducirse con el uso de fermentos comerciales añadidos (siempre que se toleren), o con la versión «deslactosada» de la misma. Asimismo, el uso de bebidas vegetales es ideal para reemplazarla.
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¿Cómo reemplazar el calcio de los lácteos?
Si bien los lácteos son alimentos abundantes en nutrientes, sobre todo en calcio, se ha evidenciado que su consumo no es indispensable, sino que se debe aportar este mineral de diversas fuentes. Por lo tanto, si se sigue una dieta sin estos productos, hay que consumir alimentos como los siguientes:
- Vegetales de hojas verde, como brócoli y coliflor.
- Almendras y nueces.
- Porotos blancos.
- Semillas de sésamo.
- Tofu y bebida vegetal enriquecida en calcio.
- Garbanzos.
Según un estudio publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, el consumo diario recomendado de calcio es de 1000 miligramos al día. Para asegurar el aporte de este nutriente es recomendable acudir a una consulta con el profesional de nutrición, ya que el contenido del mismo es variable en todos los alimentos.
En adición, la absorción intestinal puede oscilar entre el 20 % y el 75 %, dependiendo de la cantidad, de la forma química en la que se encuentre y de la presencia de otros componentes.
¿Qué recordar sobre los alimentos y la intolerancia a la lactosa?
La lactosa está presente en muchos alimentos, además de los lácteos. Sin embargo, esto no significa que todos generen síntomas. Lo ideal sería probar la tolerancia personal antes de tomar cualquier medida.
En caso de excluir por completo los productos lácteos, hay que asegurar el aporte de calcio de otras fuentes alimentarias para evitar una deficiencia en el futuro.
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