Las bondades que no conocías del agua de mar
Consumir agua de manera diaria es importante para nuestro organismo en general. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda que cada persona beba entre 1,5 y 2 litros de agua diario.
En contraste a ello, muchas de nosotras pensamos que el sabor que nos brinda el preciado líquido, puede llegar a ser insípido y por ende, aburrido. Entonces, nos sugerimos entre nosotras mismas algunas infusiones de té frío, que podrían aportar ese “toque extra” que nos permita disfrutar un poco más el beber agua durante el día.
Ahora bien, de todo esto expuesto, creemos que deberías conocer un poco sobre los beneficios que podría otorgar el agua de mar, no solo a tu cuerpo en sí, sino que pudiese, según la creencia popular, brindarte confort, ya que es sabido que un paseo a la playa, nos sienta de maravilla.
En el siguiente artículo, abordamos un poco este tema. ¿Nos acompañas?.
Es verdad que todas las aguas aportan nutrientes, pero la diferencia está en las proporciones que contienen. El agua que proviene de un manantial natural y ofrece cierto tipo de sales minerales es la que debemos elegir para nuestra vida diaria.
¿Cómo aprovechar el agua de mar?
Los elementos químicos que tienen las aguas minerales tienen una influencia más que positiva en nuestro organismo.
Una de las aguas más beneficiosas por sus acciones terapéuticas es el agua de mar que, si bien no se bebe en la mayoría de los casos, hace muy bien al cuerpo. Se la conoce como agua mineral azul, por el color del océano.
Desde hace mucho tiempo se cree que tiene propiedades interesantes y es la mejor de todas, ya que cura enfermedades de la piel pero también nos devuelve la vitalidad. No está demás resaltar que esto, hasta ahora, no tiene ningún tipo de respaldo científico.
Nadar en el mar nos ayuda a tonificar los músculos, por ejemplo. Remojarse los pies en esta agua alivia todo tipo de dolencias, trastornos o desequilibrios del sistema nervioso, además de ser un excelente tratamiento de belleza para los talones agrietados y las callosidades.
Sin embargo, esto se asocia fuertemente, a una posición personal, es decir, al estado en el que nuestra mente puede llegar a sentirse cuando visitamos la vasta mar.
Sumergirse en esta agua y permitir que las olas nos mojen la espalda ayuda a las personas con problemas en la columna como, por ejemplo, escoliosis o hernia de disco.
También se cree que aporta algunos beneficios en los pacientes con artritis y artrosis. A su vez, la piel se nutre con las riquezas químicas del líquido salado y nos sentimos con más vigor y energía al instante. Una vez más, esto se asocia al estado de paz que, en la mayoría de las veces, nos hace llegar el estar en una playa, por ejemplo.
“El agua de mar es ideal para desinfectar heridas e infecciones” y también para cicatrizarlas más rápido. Se usa para tratar cortes, quemaduras, picaduras de insectos, etc. Puede que arda un poco pero, como se suele decir, “lo que pica, cura”.
Cuando te sumerges en el mar estás aprovechando los beneficios del mejor spa que existe. Las ventajas continúan. Si frotas con agua salada el cuero cabelludo, usando las yemas de los dedos, se cree, que podría ayudar a eliminar la caspa y la dermatitis seborreica. Sin embargo, hasta ahora, no hay evidencia científica que lo respalde.
Los baños de mar están indicados en las personas que tienen diversas afecciones en la piel, como la psoriasis. La sabiduría popular también cree que podría servir para curar hongos en las uñas (onicomicosis) o en la piel (como, por ejemplo, el pie de atleta).
¿Es verdad que, algunos “valientes” se animan a sumergir la cabeza bajo el agua y abrir los ojos durante unos instantes?. Arde un poco…o quizás bastante, pero se cree que podría ser un buen lavado ocular que desinfecta y purifica la zona, por lo que es ideal si te lo pasas todo el día frente al ordenador, por ejemplo.
No obstante, no hace falta entrar en el mar para disfrutar de sus innumerables beneficios. Puedes simplemente caminar por la orilla y disfrutar del paisaje, de la brisa marina y de una gimnasia increíble para tus muslos, piernas, caderas, etc. Además, te relajarás sobremanera, podrás aprovechar para hablar con tu pareja, reflexionar sobre la vida, etc.
Así mismo, se dice que, el aire “salado” del mar te ayudará también a limpiar los pulmones (es perfecto para los fumadores, por ejemplo), podría ayudar a eliminar las mucosidades, tratar la alergia o las enfermedades respiratorias y para quitar todo lo malo de respirar el smog y la contaminación de las grandes ciudades. ¡OJO amiga!, todo esto viene de la sabiduría popular.
El agua de mar es un perfecto tónico para vigorizar nuestro espíritu y sentirnos de buen humor. Equilibra nuestra energía interna, nos aporta toda la vitalidad, magnetismo y “electricidad”. Es realmente un remedio natural que no debemos dejar de lado, tanto si vivimos cerca o lejos de la playa.
Hay quienes indican que prefieren ir al mar durante el día, y otros que prefieren disfrutar del agua salada por las noches. En el primer caso, no olvides usar un factor de protección elevado y a prueba de agua, ya que cuando la sal se deposita en la piel provoca quemaduras graves.
Si decides bañarte en el mar cuando anochece o en los meses de invierno, eso será muy bueno para la circulación de la sangre al contraer los vasos. También sirve para las personas que tienen edemas (acumulación de líquidos) y ciertos tipos de enfermedades o dolencias.
¿Se puede beber el agua de mar?
!Definitivamente NO¡ Pese a que puede ser beneficiosa y se puede usar para algunos problemas EXTERNOS, no se recomienda beber agua del mar. Hasta ahora, es solo un mito y no hay evidencia científica que respalde esto.
Nota final
Recuerda que el mar nos puede transportar a un estado de paz bastante calmo, es éste el mayor beneficio que podemos obtener de la belleza de una playa, por ejemplo.
Saca tiempo para ti, ve una tarde y permítete apreciar la puesta del sol mientras dejas tu móvil apagado por una hora al menos, te aseguramos que regresaras recargada a casa.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.