Licores digestivos: ¿son recomendables?

Aunque es una idea general el supuesto beneficio de los licores digestivos, te enseñamos por qué no es buena idea consumirlos tras una comida copiosa.
Licores digestivos: ¿son recomendables?
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 06 julio, 2023

Existe un grupo de licores catalogados como digestivos. A ellos se les atribuye la capacidad de hacer menos pesadas las digestiones y mejorar este proceso. Dicha propiedad se basa en el supuesto poder del alcohol sobre la estimulación de la secreción gástrica estomacal.

Sin embargo la ciencia no evidencia esta creencia. No existen estudios que demuestren la capacidad beneficiosa del alcohol sobre los procesos digestivos. Dentro del espectro de este tipo de licores se encuentran el pacharán, el orujo, el destilado de hierbas o el licor café entre otros. A continuación te explicaremos por qué no es recomendable consumir bebidas alcohólicas

El alcohol nunca es recomendable

Los licores digestivos están aceptados ampliamente entre la población general, pero debemos saber que sus efectos adversos no son nada despreciables

La copa alcohólica suele ser la puntilla después de una comida copiosa y abundante. A pesar de las creencias tradicionales las bebidas alcohólicas no presentan ningún efecto beneficioso sobre la salud. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Journal of the American College of Cardiology, esta sustancia se asocia con un incremento del riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Ni el vino ni los licores digestivos tienen la capacidad de mejorar ninguno de los procesos orgánicos o presentan capacidad antioxidante. Por contra el consumo de bebidas alcohólicas de manera continuada representa un riesgo para la salud.

La ingesta de alcohol supone un estrés grande para el hígado, que es el órgano encargado de metabolizarlo. Además aumenta el riesgo de padecer cáncer de boca o de tracto gastrointestinal. Por otra parte se relaciona el consumo de alcohol con el desarrollo de otros tipos de cáncer fuera del tubo digestivo y de enfermedades complejas. Incluso se asocia la ingesta de esta sustancia con una menor densidad ósea, según los expertos.

A pesar de ser una bebida con un fuerte trasfondo cultural hay que ser consciente de que en ninguna de sus formas de presentación supone un beneficio para el organismo. La OMS cataloga el alcohol como un alimento nocivo y debe de ser tratado como tal. Lo mejor es evitar su consumo o al menos realizarlo de manera puntual y de forma controlada. La ingesta diaria de bebidas alcohólicas, aún en pequeñas dosis, supone un riesgo importante para la salud a medio y largo plazo.

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Alimentos digestivos

Sí existen, al margen del alcohol, ciertos alimentos que tienen la capacidad de mejorar las digestiones o de hacerlas menos pesadas. Un ejemplo es la piña que tiene en su composición la enzima bromelina. Esta enzima se encarga de ayudar a la ruptura de las proteínas y de mejorar su absorción. Además la piña presenta un efecto diurético que contribuye a disminuir la retención de líquidos.

Los alimentos ricos en fibra y agua también contribuyen a mejorar las digestiones. Aumentan el contenido del bolo fecal y estimulan el peristaltismo intestinal. Por lo tanto suele ser buena opción terminar las comidas, sobre todo las copiosas, con una pieza de fruta. A parte existen ciertos tratamientos farmacológicos eficaces para paliar o prevenir este tipo de situaciones.

Es importante evitar comidas copiosas

Una de las reglas de oro de la nutrición es no comer más de lo que se necesita. Por ello evitar las comidas copiosas suele ser una mejor opción que introducir alimentos digestivos para disminuir su impacto en el organismo.

Las comidas excesivamente grasas retrasan los procesos digestivos. Por esto una buena idea es que una parte de nuestro plato esté conformado por verduras. Estas deben de estar acompañada de una parte proteica cocinada a la plancha o al horno. Para finalizar se puede añadir una porción de carbohidratos complejos en el caso de ser necesarios.

Es importante evitar los productos procesados, las salsas, los fritos y rebozados. Estos alimentos retrasan y empeoran las digestiones y ofrecen un pobre valor nutricional.

Priorizar los alimentos frescos mejora la calidad de la digestión y de la alimentación en general. Además se debe de acompañar las comidas con agua. Las bebidas con gas pueden producir una hinchazón incómoda que dificulta los procesos digestivos.

Evita los “licores digestivos”, pues no brindan beneficios a la salud

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No es una buena idea introducir licores en la alimentación, sean digestivos o no. Lo ideal es evitar las comidas copiosas y excesivamente grasas, pero la mejor opción tras ellas no es la introducción de una bebida alcohólica.

El consumo habitual de este tipo de bebidas empeora la salud y aumenta el riesgo de padecer una enfermedad compleja. Además en ningún momento mejora la capacidad digestiva.

Es una opción mucho más correcta introducir una fruta tras este tipo de comidas. La piña sí que puede ayudar a la ruptura proteica y a la asimilación de las mismas en el intestino delgado.


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