Los 13 mejores remedios naturales para eliminar los hongos de la piel

Revisado y aprobado por la dermatóloga Maria del Carmen Hernandez

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 noviembre, 2024

El uso de remedios naturales para combatir los hongos de la piel continúa vigente en la actualidad. Si bien la primera opción de tratamiento siguen siendo los medicamentos antimicóticos recetados por el médico, hay quienes encuentran cierto alivio con el uso de ajo, aloe vera o vinagre de manzana.

Los hongos son organismos microscópicos que proliferan con facilidad en ambientes húmedos del cuerpo, como entre los dedos de los pies, en la zona genital o debajo de los senos. Algunos tipos de hongos en la piel son la levadura cándida (que produce candidiasis) y los dermatofitos (que ocasionan la tiña), que se contagian por el contacto con la piel o con objetos infectados.

Aunque los síntomas varían de acuerdo al tipo de infección, en general aparecen manchas de color blanco o rojizo, comezón y enrojecimiento. Para disminuir el malestar, la aplicación de algunos ingredientes de origen natural parece ayudar a acelerar el alivio. Veamos cuáles son los más utilizados.

Estas preparaciones deben reservarse solo para casos leves y puntuales.

1. Ajo

El ajo es uno de los remedios naturales más utilizados a la hora de combatir hongos de la piel. Como lo detalla el Avicenna Journal of Phytomedicine, sus compuestos antifúngicos ayudan a combatir especies como Candida albicans y Trichophyton.

Ahora bien, respecto a su uso hay controversia. Mientras que algunos expertos sugieren reservarlo solo para consumo oral, ya que podría ocasionar irritación, hay quienes defienden su uso como tratamiento tópico.

Para usarlo en la piel, machaca un diente de ajo y combínalo con un poco de aceite de coco o de oliva hasta obtener una pasta. Aplícala en una zona pequeña de la piel (prueba de parche) para determinar que no provoca reacciones adversas. Si no es así, úsala sobre el área afectada y coloca una venda encima. Déjala por 2 horas antes de enjuagar y repite dos veces por día hasta que mejore.

2. Aloe vera

El gel de aloe vera es uno de los remedios caseros por excelencia a la hora de abordar trastornos dermatológicos, como combatir los hongos de los pies. Aunque lo idóneo es utilizar las fórmulas que contienen el ingrediente procesado, la aplicación del gel en su estado natural puede ayudar.

En lo que se refiere a los dermatofitos, esta planta tiene 6 agentes antisépticos útiles contra este tipo de infecciones. En concreto, el lupeol, el ácido salicílico, el nitrógeno ureico, el ácido cinámico, fenoles y azufre.

Para extraer el gel de la planta, deja una penca de la planta sumergida en agua toda la noche. Luego, córtala a la mitad y retira el gel interior con una cucharada. Tanto el gel como las fórmulas de aloe vera se aplican 2 o 3 veces al día sobre la zona afectada. Esto, de paso, ayuda a calmar la comezón y la irritación.

3. Sal marina

Aunque no hay estudios que estudien el uso de la sal marina para estas infecciones, sí se conoce que tiene un efecto antifúngico contra Candida albicans. Además, el agua salada ayuda a cicatrizar heridas al reducir su inflamación.

Por lo tanto, en caso de querer probarla, puede emplearse de forma tópica. Añade un puñado de sal marina a un litro de agua. Luego, embebe un paño en ella y aplícalo sobre la zona afectada durante 10 o 15 minutos cada día. Conviene probarla primero en una pequeña área de la piel para comprobar que no hayan reacciones de irritación.

4. Aceite de orégano

El aceite de orégano tiene dos sustancias activas con efecto antifúngico: el timol y el carvacrol. De este modo, su aplicación tópica parece contribuir al alivio de las infecciones fúngicas. Respecto a esto, un estudio en Natural Product Research indica que este aceite contribuye a detener el crecimiento de Malassezia furfur, que ocasiona la pitiriasis versicolor.

De cualquier modo, no debe aplicarse de forma directa sobre la piel. Para usarlo, diluye de 3 a 5 gotas del producto en un aceite portador (de coco, almendras u oliva) antes de aplicarlo en la zona afectada dos o tres veces por día.

5. Yogur natural

Como ocurre con el ajo, existe debate sobre el uso de yogur natural sobre los hongos de la piel. El yogur contiene bacterias saludables que parecen tener un efecto antifúngico. Sin embargo, se suele utilizar para la candidiasis y no se ha probado para otro tipo de enfermedades. Por eso, debes ser prudente con su empleo.

En caso de optar por aplicar el yogurt en la piel, debes colocar una pequeña cantidad sobre la zona afectada. Si hay síntomas de reacciones indeseadas, enjuga y evita su uso. En cambio, si lo toleras bien, puedes aplicarlo hasta 3 veces al día.

6. Vinagre de manzana

Las propiedades antifúngicas del vinagre de sidra de manzana se han valorado desde la antigüedad. Se cree que su aplicación tópica altera el pH de la piel y detiene la proliferación de los hongos. Una investigación compartida en Scientific Reports detalla que este ingrediente tiene efectos antimicrobianos y antifúngicos contra, por ejemplo, Candida albicans.

Sin embargo, el producto se aplicó sin diluir. ¿Cuál es el inconveniente? La aplicación directa de vinagre de manzana en la piel puede resultar agresiva. Por eso, antes de usarlo, mezcla una parte de vinagre por dos de agua. Luego, embebe un paño o algodón y colócalo sobre la herida durante 10 a 15 minutos.

7. Aceite de coco

Como lo recopila una investigación en Natural Medicine Journal, el aceite de coco contiene sustancias como el ácido láurico, el ácido caprílico y otros ácidos grasos de cadena media con capacidad de alterar las membranas celulares fúngicas. Así, podría acelerar el alivio de la candidiasis cutánea y la tiña.

Por lo anterior, este ingrediente suele ser uno de los más valorados a la hora de combatir hongos de la piel. Para usarlo, frota un poco de aceite de coco virgen sobre la zona afectada, 3 veces al día.

8. Aceite de limoncillo o lemongrass

El aceite de limoncillo (Cymbopogon citratus), también conocido como lemongrass, tiene compuestos que le otorgan efectos antifúngicos. Además de ello, también ayudaría a reducir inflamaciones.

Para emplearlo, es necesario diluir 3 a 5 gotas por cada 10 mililitros de aceite de coco, almendras u oliva. A pesar de ello, debes ser cauteloso con su uso y probarlo antes en una pequeña zona de la piel, para prevenir irritaciones. Si no notas efectos secundarios, puedes aplicarlo sobre la zona afectada con un algodón una o dos veces por día.

9. Aceite de limón

El aceite esencial de limón es otro de los aliados para tratar las infecciones fúngicas. Según Molecules, puede inhibir el crecimiento de cándida y combatir a Malassezia furfur, que ocasiona la pitiriasis versicolor.

Para usarlo, mezcla dos gotas de aceite esencial con una cucharadita de aceite de oliva, de coco o de almendras. Frótalo dos veces al día sobre la zona afectada, con ayuda de un algodón. Algunas personas también aplican el jugo de limón sobre la piel. Sin embargo, esta forma no ha sido estudiada.

10. Té verde

El té verde tiene flavonoides, taninos y alcaloides que le aportan propiedades antimicrobianas. Así, puede actuar frente a una serie de hongos y bacterias de la piel. Por lo tanto, podría ser un coadyuvante en el tratamiento de las enfermedades cutáneas que ocasionan.

El modo de uso es muy simple. Prepara una infusión al calentar una taza de agua con una cucharadita de té verde. Una vez que esté tibia, cuela y embebe un algodón en ella. Aplica sobre la zona afectada durante 15 minutos y repite dos o tres veces diarias.

11. Hojas de olivo

Las hojas del árbol de olivo se utilizan desde la antigüedad para tratar afecciones. En el caso de las enfermedades cutáneas producidas por hongos, cuenta con efectos antifúngicos que pueden prevenirlas y tratarlas. En efecto, es útil contra Tricophyton rubrum y Candida albicans, entre otros.

Para usarlo sobre la dermis, hierve un par de hojas en una taza de agua. Cuando esté tibia, embebe un paño o un algodón y aplícalo sobre las lesiones. Después de 15 minutos, retira. Puedes repetirlo dos o tres veces por día.

12. Aceite de árbol de té

El aceite de árbol de té se obtiene de las hojas y ramas del árbol Melaleuca alternifolia. Cuenta con propiedades antifúngicas y antiinflamatorias. Según la Agencia Europea de Medicamentos, es adecuado para calmar el picor y la irritación en los casos de pie de atleta.

Aunque a menudo se utiliza sobre la piel sin diluir, puede ocasionar alergia de contacto. Entonces, te sugerimos diluir 3 a 5 gotas en una cucharada de aceite de oliva o de coco. Después, esparce la mezcla con un algodón y repite dos veces por día.

13. Cúrcuma

Esta especia que se emplea con frecuencia en la cocina puede ayudarte a deshacerte de los hongos de la piel. Uno de sus principales componentes, la curcumina, le otorga sus propiedades antifúngicas. A su vez, es antiinflamatoria y analgésica.

A su vez, su aceite esencial actúa frente a distintos patógenos de la piel, como Candida albicans y Trichophyton. Por esa razón, su combinación con los antimicóticos comerciales y tiene una mejor acción contra los dermatofitos.

Tienes dos opciones para utilizarla. Por un lado, puedes formar una pasta con una cucharada de cúrcuma y un poco de agua. Por otro lado, puedes aplicar aceite esencial de cúrcuma en la herida. En ambos casos, se sugiere hacerlo dos veces por día y suspenderlo si se nota alguna reacción.

¿Cuándo visitar al médico?

Es recomendable visitar a un médico si los síntomas de irritación, manchas rojas en la piel y picazón no desaparecen después de dos semanas. Aunque los remedios caseros pueden ayudar, en ocasiones es necesario utilizar medicamentos con clotrimazol, ketoconazol, miconazol o terbinafina. Esos productos suelen aplicarse sobre la piel dos veces al día.

Ahora bien, si tienes altas probabilidades de contagiar la infección hacia otras personas, ya sea por tu estilo de vida o por tu trabajo, es importante visites a un médico cuanto antes.

¿Cómo prevenir los hongos de la piel?

Hay otros métodos naturales que favorecen el alivio de estas infecciones y ayudan a prevenir los hongos en la piel. Esto abarca lo siguiente:

• Utilizar calzado ventilado.
• Mantener la piel limpia y seca.
• Conservar las uñas cortas y limpias.
• Tomar una ducha después de hacer ejercicio.
• Llevar a una mascota infectada de inmediato al veterinario.
• Cambiar los calcetines y la ropa interior al menos una vez por día.
• Evitar caminar descalzo en zonas públicas, como baños y piscinas.
• No compartir las toallas, la ropa de cama o cualquier artículo personal.
• Evitar el uso de prendas que absorban humedad. Las mejores opciones son las de algodón.
• Lavarse bien las manos con agua y jabón después de tener contacto con una infección.
• Desinfectar las superficies con ¼ de cloro diluido en 4 litros de agua para matar las esporas.

¿Qué hay que recordar?

La mayor parte de las veces, las infecciones fúngicas cutáneas mejoran en cuestión de días con el uso de tratamientos antimicóticos. Aunque los remedios naturales no deben ser la primera elección, sí pueden ayudar en la recuperación. Basta con emplearlos con precaución.

De cualquier modo, no hay que pasar por alto los síntomas que alerten una complicación. Si la irritación excesiva, la descamación y el dolor perduran por dos semanas, estos son motivo de consulta médica.