Lunes sin carne: la tendencia que beneficia tu salud y al medio ambiente
Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias
El lunes sin carne es una tendencia actual que, según aseguran sus seguidores, trae beneficios para la salud y para el medio ambiente. De todos modos, habrá que plantearla correctamente para sacarle el máximo partido, consiguiendo optimizar el aporte nutricional y prevenir déficits.
Lo primero que debemos de dejar en claro es que la carne no es un alimento nocivo. Al contrario. Se trata de un comestible con alta densidad a nivel nutricional que debe ser incluido en la pauta de forma regular.
Cuenta con proteínas de alto valor biológico y con minerales esenciales que aseguran la producción hormonal. Por ello, ha de formar parte de la dieta.
¿Cómo complementar el lunes sin carne?
A pesar de que el consumo de carne se considera positivo, abusar de este tipo de productos en detrimento de la variedad podría no ser positivo. Al fin y al cabo, existen otros alimentos que pueden asegurar un aporte elevado de proteínas de alto valor biológico.
En este sentido, podemos destacar el pescado, los huevos y los lácteos. Todos ellos deben consumirse de manera regular para evitar la sarcopenia, tal y como indica un estudio publicado en BioMed Research International.
De hecho, sustituir parte de la carne de la dieta por pescado podría traer ciertas consecuencias positivas. Los productos marinos suelen presentar un perfil lipídico de mayor calidad. Son fuente de ácidos grasos de la serie omega-3, elementos que han demostrado regular los niveles de inflamación en el medio interno. Gracias a dicho mecanismo se puede prevenir la génesis de patologías crónicas y complejas, como las de tipo cardiovascular.
Es importante comentar también que los pescados son fuente de yodo. Dicho mineral es importante para conseguir que la glándula tiroides funcione correctamente.
De hecho, un déficit del mismo podría originar una situación de hipotiroidismo, según una investigación publicada en la revista Pediatrics. En este caso, lo mejor es asegurar un consumo óptimo del mineral para evitar alteraciones significativas en el estado de composición corporal.
Ingerir proteínas, aunque no sea mediante carne roja
El hecho de no comer carne el lunes no tiene que ir de la mano con un déficit proteico. Si se asegura la presencia de pescado, huevos o lácteos en la dieta, se cubrirán los requerimientos diarios.
Eso sí, habrá que enfatizar la presencia de los vegetales proteicos en las comidas. Al fin y al cabo, estos comestibles complementan el aporte del macronutriente y aportan una cantidad elevada de fitoquímicos con actividad antioxidante.
¿Reducir el consumo de carne para beneficiar al medio ambiente?
En los últimos años, se ha especulado mucho con la necesidad de reducir la ingesta de carne para evitar la progresión del cambio climático. Lo cierto es que hay muchos expertos escépticos al respecto.
Al fin y al cabo, el principal problema de la contaminación viene dado por la sobrepoblación, no por el consumo de carne en sí. Y es que para el ser humano resulta imposible alimentar a todos con los mecanismos de producción actuales.
Cuando pensamos en cuidar el entorno, hay otras muchas alternativas que se pueden poner en marcha y que son más eficientes. Se puede apostar por las energías limpias, reducir la renovación de la ropa y de las prendas textiles o hacer un uso responsable de la tecnología.
Tampoco se debe pensar que la producción de alimentos de origen vegetal no genera emisiones contaminantes. No es la panacea al respecto. Tampoco hay investigaciones sólidas que comparen la diferencia en la contaminación entre una explotación ganadera y otra agrícola para alimentar a un grupo poblacional.
Lunes sin carne: un planteamiento moderno
El lunes sin carne puede tener beneficios para la salud, pero existe bastante propaganda extra al respecto. Incrementar el consumo de pescado resultaría positivo, pero no por el hecho de que la carne sea nociva para el organismo o por cuestiones ambientales. A la hora de plantear una dieta adecuada, lo mejor es apostar por la variedad y por el equilibrio a nivel energético.
Cuando hablamos de medioambiente, hemos de fijarnos en varias acciones. El reciclado, evitar la sobrecompra de productos tecnológicos y textiles y hacer un buen uso de la energía son formas prácticas de contribuir.
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