Macetas con autorriego o hidrojardineras: ventajas y desventajas

Prácticos, modernos y bonitos. Así son los materos que suministran la cantidad de agua necesaria a las plantas; veamos cómo funcionan y el provecho que podemos sacarles.
Macetas con autorriego o hidrojardineras: ventajas y desventajas

Última actualización: 25 mayo, 2023

La belleza de una planta depende en gran medida del cuidado que recibe; una manera de facilitar esta tarea es optar por macetas con autorriego. También se conocen como ‘hidrojardineras’ debido a su capacidad para almacenar agua y dispensarla en el momento que el vegetal lo necesite.

Su uso contribuye con la responsabilidad que implica el riego, en especial cuando disponemos de poco tiempo o tenemos que viajar y no contamos con alguien que vigile las plantas. Algunas funcionan con pilas, otras son tradicionales, pero ambas se encargan de hidratar las especies del jardín de manera automatizada. ¿Cómo funcionan?

¿Qué son y cómo funcionan las macetas con autorriego?

Las macetas con autorriego o hidrojardineras son envases decorativos que incorporan un sistema de regado automático. Constan de un depósito en la base, en el que almacenan agua vertida a través de un par de tubos o mechas de absorción que dosifican el suministro a las raíces.

Se suelen preferir frente a las macetas convencionales, ya que simplifican una de las actividades relacionadas con el cuidado de las plantas, el riego. Y es que el mecanismo detecta la temperatura, reconoce en qué momento humedecer la tierra y, a su vez, la siembra.

Para activar el autorriego es imprescindible abastecer el depósito con la cantidad de agua que indique el marcador de la maceta. El líquido es absorbido por la tierra y, mediante capilaridad, pasa a las raíces y tallos.

Según explica la Fundación del Agua, son los métodos capilares los que transportan el líquido hacia las hojas, ascendiendo por vasos conductores naturales.

Ventajas de las macetas con autorriego

El ahorro de agua resalta entre los principales beneficios de las hidrojardineras, porque no dan más de lo que la planta amerita. Esto evita el despilfarro que pudiese darse con la manguera, lo que es conveniente para la factura del servicio y para el medio ambiente.

Estos sistemas no demandan una instalación meticulosa; vienen listos para utilizar con algunas instrucciones sencillas. Otras ventajas son las que veremos a continuación.

Compaginan con la añadidura de abonos

Las macetas de riego automático regulan el suministro de fertilizantes, ya que los aplicamos al mismo tiempo que abastecemos de agua. Tal y como sucede con el líquido, el abono o cualquier sustancia que agreguemos en el objeto, subirá a la planta graduado por capilaridad.

Sistema idóneo para plantas de interior

Algunas personas ubican las hidrojardineras en exteriores, pero en realidad las concibieron para plantas de interior, ya que al aire libre corren el riesgo de sobrecargarse con la lluvia.

En jardines con espacio para la horticultura, el riego automático es una excelente idea; hidratan la siembra de albahaca, tomate cherri y perejil, por ejemplo. Las plantas de cunas de Moisés, los potus y otras especies tropicales, tienden a desarrollarse sin problemas en materos con sistema de riego automático.

Disminuyen el tiempo de remojo

Al mantener la humedad constante, no es indispensable fijar un horario para dedicarnos a mojar las plantas. El mecanismo se ocupa del riego regular, lo que ayuda a la buena salud del vegetal. Estas garantizan agua hasta por un mes.

Avisan para surtir

El mecanismo de autorriego tiene un dispositivo que alerta cuándo rellenar. Este determina la cantidad de agua que falta y precisa tanto lo mínimo como el máximo que tolera la planta. Al momento de comprar el matero, debemos saber el tipo de especie que cultivaremos, para llevar el artefacto adecuado.

Desventajas de las macetas con autorriego

Así como plantean ventajas, las hidrojardineras suponen algunos inconvenientes que debemos considerar.

Precio

No son tan baratas como las macetas convencionales. Sin embargo, es una inversión que a largo plazo vale la pena; veremos una reducción de gastos en las facturas de agua.

Podrían acumular sales

Cuando el sustrato no es aireado de forma correcta y el envase no cuenta con un buen drenaje, es posible que se amontonen sales y residuos de fertilizante, lo que daña las raíces.

Si ocurre, el procedimiento para salvar la planta consiste en sacar el depósito de agua y suministrar suficiente agua limpia al sustrato con el fin de depurar el exceso de sal.

Uso de baterías

Aunque encuentras macetas de riego por capilaridad sencillas, también existen modelos sofisticados que necesitan electricidad o pilas para conducir el agua a la altura de la mata.

Encharcamiento por descuido

Si no cumplimos con las indicaciones del fabricante y rebosamos el depósito, es probable que se produzca el encharcamiento y la pudrición de la planta. Los primeros días, sobre todo, hay que revisar que la hidratación sea adecuada; que no falte ni sobre agua.



Recomendaciones para elegir macetas con autorriego

Antes de gastar dinero en una maceta de autorriego, conviene tener en cuenta el tamaño de la planta. No nos referimos a la altura que presenta durante la siembra, sino la longitud que alcanza con el tiempo. Si crecerá bastante, es mejor invertir en una hidrojardinera grande, que ofrezca holgura para el desarrollo.

Además, hay que revisar el material de fabricación; las más comunes son de plástico, de barro y de madera. Si se van a colocar en el jardín, lo ideó es que tengan agujeros en la base, ya que drenan mejor cuando llueve.

Por último, la clase de planta influye en la elección. Prácticamente, sirven para cualquier especie ornamental, pero con cactus y suculentas es distinto. Estos almacenan agua en los tallos, las hojas y las raíces. Debido a esto, les va bien con el sustrato seco y no requieren un sistema inteligente de hidratación.


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