Masturbación compulsiva: ¿cómo puede afectar nuestra salud?

La masturbación compulsiva es un problema psicológico que suele afectar el funcionamiento diario de la persona que lo sufre. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber de este fenómeno.
Masturbación compulsiva: ¿cómo puede afectar nuestra salud?
Isbelia Esther Farías López

Revisado y aprobado por la filósofa Isbelia Esther Farías López.

Última actualización: 15 diciembre, 2022

La masturbación compulsiva es considerada una auténtica adicción. Muchas personas ven reducida su calidad de vida a causa de este problema, cuyo origen suele ser psicológico.

Cuando resulta casi imposible controlar las ganas de masturbarse hay que aceptar que se tiene un problema. Por ello, es importante conocer más acerca de este tema y, en caso de ser necesario, buscar ayuda cuanto antes.

Profundicemos.

Las consecuencias de la masturbación compulsiva

La masturbación, se tenga o no pareja, es una conducta natural y saludable. Hay quienes deciden y disfrutan masturbarse con una alta frecuencia y esto no supone ningún problema. La dificultad surge cuando este impulso se vuelve irrefrenable, afecta al funcionamiento diario, se vive con culpa o se utiliza para aliviar otros malestares y no por el placer. En definitiva, cuando la persona se vuelve adicta a esa estimulación y la masturbación termina siendo un automatismo.

En estos casos podemos hablar de masturbación compulsiva. Un trastorno que afecta en mayor medida a hombres que a mujeres y se encuentra relacionada con otros problemas psiquiátricos como ansiedad, depresión, TDAH o abuso de sustancias.

La etiología de la masturbación compulsiva es compleja y, según la psicóloga María Villegas, cuando la persona intenta pasar un tiempo (horas, días, semanas) sin masturbarse, puede llegar a sufrir el síndrome de abstinencia, tal y como puede ocurrir al dejar una droga.

Este síndrome puede denotarse a través de ansiedad, dolor de cabeza, irritabilidad, nerviosismo, temblores, problemas para conciliar el sueño (insomnio), inapetencia o exceso de apetito, entre otros.

Algunos de los efectos a largo plazo que esta práctica tiene en el paciente son los siguientes:

1. Dificultades para entablar relaciones amorosas

Es muy común que quien sufra del trastorno de masturbación compulsiva prefiera satisfacer sus deseos sexuales por sí solo, antes que tener sexo con otra persona. Como lo único que desean es llegar al orgasmo, su mente se enfoca en satisfacer esa necesidad y así, se procuran el placer solos, cada vez que les apetece.

Por otra parte, a estas personas les resulta difícil mantenerse en una relación de pareja estable. Su conducta no les permite disfrutar en compañía ni satisfacer a nadie. Por ello, tienden a ser inestables a nivel emocional y a tener sentimientos de culpa. 

Detrás de un masturbador compulsivo hay una persona con muchas inseguridades, por ello es fundamental la ayuda profesional.



2. Aislamiento social

En casos más graves, las personas que tienen este problema dejan de asistir a reuniones sociales y terminan alejándose de su grupo de amigos y conocidos. Así, buscan el aislamiento para poder tener más tiempo a solas para masturbarse.

En otras ocasiones, se las arreglan para encontrar un lugar en el trabajo o en el lugar de estudio para esconderse y concretar el acto. Y no faltan aquellos que rompen los bolsillos de sus pantalones para tener acceso directo a su genital en caso de sentir necesidad.

Síntomas del miedo a hablar en público. Hombre nervioso

3. Heridas en algunas zonas

La masturbación compulsiva puede ocasionar lesiones en los genitales, según afirma el urólogo Eduardo García, aunque todo dependerá de cierta características, como la frecuencia o el modo de realización. 

En este caso, es importante que el pene sea evaluado por un médico, especialmente si la lesión es moderada o grave.

4. Falta de energía

Un estado de fatiga constante caracteriza a quienes padecen este trastorno psicológico. Sus energías se ven disminuidas considerablemente y esto puede llegar a afectar su rutina.

Al no tener ganas de salir ni de hacer otra actividad, comienzan a surgir diversos inconvenientes. Algunas de las peores consecuencias pueden ser despidos (en el ámbito laboral), problemas económicos o enfrentamientos con la familia o los amigos cercanos.



¿Cómo detectar la masturbación compulsiva?

Hombre sin camiseta con la mano dentro del pantalón
Los ejercicios de masturbación pueden contribuir al tratamiento de la eyaculación precoz.

No existe un número que permita detectar con exactitud si una persona sufre o no de masturbación compulsiva. Aunque, claro está que no es lo mismo tocarse 3 veces por semana que 6 veces al día.

No obstante, quienes se entregan a la autosatisfacción y tienen dudas acerca de su salud psicológica pueden tener en cuenta estas claves para evaluarse:

  • Pasar días sin masturbación. En el caso de no estar seguros de su condición, deben probar a estar unos días sin hacerlo y analizar qué sienten. Si se producen síntomas de abstinencia (sensaciones de nerviosismo, malestar, irritabilidad u desasosiego), deberían consultar a un profesional.
  • Disminución del deseo sexual por otros. A medida que aumentan los momentos de intimidad en solitario, pierden el deseo por relacionarse con otros. En estos casos, hay que estar muy atentos.
  • Necesitan hacerlo con urgencia. Por ejemplo, estando en la oficina, pierden la concentración y recurren a esconderse en un baño para masturbarse. Esta es una señal de alerta muy clara de que posiblemente hayan perdido el control sobre sus impulsos.
  • Incremento de la conducta masturbatoria. Otra señal de alerta es el aumento de la necesidad de masturbarse a medida que pasa el tiempo. En este caso,  la mente se va a costumbrando a la liberación de oxitocina y otros químicos en el cerebro producidos durante el orgasmo, por lo que la persona se ve impulsada a estimularse cada vez más y mas.
  • Alteración de la vida cotidiana. Con el tiempo la masturbación compulsiva afecta negativamente el funcionamiento diario de la persona. Por lo que sus relaciones personales, su desempeño en el trabajo o en el estudio, y su salud se ven perjudicados.

Además de ello, es posible que la persona se vea envuelta en problemas legales –por ejemplo, por masturbarse en lugares públicos– o laborales.  Debido a eso, esta adicción también equivale a una posible pérdida de empleo y riesgo de problemas económicos.

Generalmente, quienes sufren este problema son los últimos en darse cuenta de que necesitan ayuda psicológica. Dado que les resulta difícil manejar su sentimiento de vergüenza y culpa, tienden a esconderse en lugar de solicitar ayuda, pero es fundamental que se animen a buscarla para poder superar los inconvenientes.

El objetivo del tratamiento no será buscar la abstinencia sino, por el contrario, avanzar hacia una sexualidad más saludable y menos impulsiva. La psicoterapia cognitivo-conductual o la terapia sexual son elecciones de primera línea. También puede recurrirse a la intervención farmacológica encaminada principalmente a reducir los síntomas de origen (ansiedad o depresión).

Por último, es necesario recalcar que la masturbación compulsiva no determina la calidad de alguien como persona, simplemente es un problema psicológico al que se debe hacer frente. Es importante apartar los prejuicios y luchar por recuperar el control.


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