La mejor hora del día para comer, según la ciencia

Escrito y verificado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor

Última actualización: 06 julio, 2023

En general, estamos más preocupados por cuánto y qué comer, que por cuándo hacerlo. Pero la ciencia también se ha fijado en si existe una mejor hora del día para hacer las comidas, que pueda beneficiar al organismo.

En el día a día, establecer horarios fijos puede ser complicado. La ingesta de las personas se ve influenciada por los tiempos de trabajo, la sensación de hambre, los compromisos o la disponibilidad del resto de personas con las que se come.

Y aunque, por el momento, no se pueden hacer generalizaciones para toda la población, existen algunos consejos a tener en cuenta. Conocemos más detalles a continuación.

¿Existe una mejor hora para comer?

El momento del día en que se ingieren los alimentos es un factor que cada vez se tiene más en cuenta como elemento determinante de algunos aspectos de salud.

El cuerpo tiene un sistema de cronómetros biológicos, conocidos como ciclos circadianos. Estos se regulan en respuesta a la luz y la oscuridad, y sincronizan un buen número de funciones del organismo:

• Temperatura corporal.
• Digestión de alimentos.
• Liberación de hormonas.
• Regulación de los patrones de sueño.

En relación con la comida, los expertos apuntan que una desincronización de estos ritmos puede conducir a un mayor riesgo de obesidad, peor salud metabólica y desajuste de la sensación hambre-saciedad.

Los estudios acerca de su relación con el peso corporal son los más extensos. Por ejemplo, se conoce que comer más cantidad en las horas más tardías del día, conlleva un mayor riesgo de sobrepeso, hiperglucemia o problemas de lípidos en sangre.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que dichos estudios se basan en observaciones y, por lo tanto, no es posible determinar las causas y las consecuencias; ni formular conclusiones para la población en general.

La mejor hora para comer

Hoy en día, existe una gran variedad de jornadas laborales y de actividades diarias. Lo que se traduce, a su vez, en patrones alimentarios muy diversos donde las comidas y los snacks pueden tomar multitud de fórmulas.

También son variados los horarios, que cada persona adapta a las características de su rutina y que, incluso, pueden modificarse de un día a otro.

Por estos motivos es preferible ser prudentes a la hora de hacer afirmaciones que indiquen el mejor horario para comer. Antes de decidir el itinerario óptimo que se adapta a tu rutina, puedes tener en cuenta los siguientes datos.

Desayuno

Con la primera comida de la mañana, se rompe el ayuno nocturno. Por lo tanto, es habitual que este tenga lugar en las primeras horas del día, al cabo de un rato de despertarse.

Lo más común es hacerlo a una distancia suficiente de la siguiente comida fuerte, que tiene lugar unas horas después.

Se ha hablado mucho sobre la importancia del desayuno, los problemas que conlleva saltárselo y su composición nutricional. Como indican desde el Departamento de Salud del Estado de Victoria, estos son sus principales beneficios:

• Permite aportar una parte de los nutrientes y la energía necesarios a lo largo del día.
• Ayuda a mantener un peso corporal estable y a controlar el apetito.
• Puede facilitar la concentración y la realización de las tareas durante la mañana.

No obstante, esto no quiere decir que sea obligatorio desayunar si se quiere perder peso o que saltarse el desayuno conlleve un consumo más elevado de calorías a lo largo del día (a modo de compensación).

Almuerzo

Teniendo en cuenta los citados parámetros relacionados con el peso corporal y la salud metabólica, se puede aconsejar, de nuevo, hacer una comida a mediodía lo más temprana posible. 

Dicha recomendación deriva de los datos obtenidos en diferentes estudios. Estos relacionan las comidas tardías con un mayor riesgo cardiometabólico y mayores dificultades al seguir una dieta para adelgazar.

Asimismo, algunas investigaciones marcan como factor saludable el hecho de comer antes de las 3:00 pm. Estos resultados se observan en pacientes que siguen una dieta controlada y en personas sometidas a una operación de reducción de estómago.

En todo caso, como consejo general, se puede decir que lo más adecuado es hacer el almuerzo a medio camino, entre el desayuno y la cena; y siempre lo más pronto posible. Si bien la hora concreta debe adaptarse a las necesidades de cada uno.

Cena

Como hemos dicho, es difícil concretar la mejor hora del día para comer la cena. En este caso, no solo hay que tener en cuenta los efectos que pueda tener en la salud, sino también en la calidad del sueño.

Como señalan los autores de esta recopilación de estudios, comer en las últimas horas del día se asocia con mayor incidencia de obesidad y síndrome metabólico. Esto es más determinante en personas que se acuestan temprano.

Según palabras del dietista Alexis Supran para Cleveland Clinic, la causa de esta reacción es que el cuerpo es más sensible a la acción de la insulina durante la mañana, por lo que el metabolismo es más eficiente.

Asimismo, puede ser que las personas que comen más en la noche y más tarde, hagan peores elecciones dietéticas. Por lo tanto, esto puede afectar la calidad de la alimentación y el aporte de nutrientes.

En última instancia, comer muy cerca de la hora de acostarse o hacerlo en abundancia, puede afectar la digestión de la cena y provocar más interrupciones en el sueño.

Así lo indican desde la Sleep Foundation, que recomiendan tomar la cena entre 3 y 4 horas antes de ir a dormir. Asimismo, se puede aconsejar que esta sea ligera y de fácil digestión.

Consejos a tener en cuenta al decidir la mejor hora para comer

Es importante volver a recalcar que la respuesta a un patrón dietético dado puede variar entre las personas. Esto quiere decir que lo que es bueno para unas, no tiene que serlo para otras.

Por esta razón la mejor forma de acoplar un horario que favorezca la salud es trabajar en conjunto con profesionales de la nutrición y acorde a las necesidades y objetivos individuales.

Teniendo en cuenta todo lo comentado, puedes adaptar tus rutinas horarias alimentarias, tanto en el desayuno, como en el almuerzo y la cena. Por eso, planificar un correcto horario de comidas debe formar parte de tus hábitos saludables.

No obstante, recuerda que la hora en la que se come, siempre tiene que ir ligada a una cantidad adecuada de nutrientes, con base a las necesidades energéticas del día, y que la dieta tiene que basarse en alimentos sanos y nutritivos.