¿Qué es una monodieta y por qué no se recomienda?

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias

Escrito por Saúl Sánchez Arias

Última actualización: 06 julio, 2023

La monodieta es aquella en la que solo se consume un tipo de alimento en cada una de las comidas. Se propone para bajar de peso de forma rápida, pero en realidad tiene muchos inconvenientes. Y es que hay que considerar que una pauta saludable se caracteriza por la variedad y el equilibrio energético.

Los planes alimentarios restrictivos no suelen funcionar a medio y largo plazo. De hecho, presentan problemas de adherencia. Además, una pérdida de peso eficiente depende de otros factores, como la práctica habitual de ejercicio físico.

Conviene primero promocionar la ganancia muscular para que después sea más sencillo mantener un déficit energético. Asimismo, hay que implementar otros hábitos saludables. Volviendo al tema principal, ¿cuáles son los problemas de la monodieta?

¿Cómo se lleva a cabo la monodieta?

Lo cierto es que hay información contradictoria acerca de la monodieta. Algunas personas aseguran que solo se puede consumir un determinado alimento durante todo el día. Otras afirman que dicha elección se realiza en cada comida.

En cualquier caso, estamos hablando de un planteamiento muy restrictivo que dará lugar a déficits nutricionales importantes. Lo primero que sucederá —entre otras cosas— es un deterioro de la masa muscular. Y es que para mantenerla es primordial asegurar una ingesta mínima de proteínas diarias, lo que es difícil con una pauta de un solo alimento.

De acuerdo con una investigación publicada en la revista Annals of Nutrition & Metabolism, al menos son precisos 0,8 gramos de proteína por kilo de peso corporal para lograr que la función muscular se lleve a cabo de forma adecuada. En atletas los requerimientos se multiplican por 2 o 3 veces fácilmente.

¿Cómo seguir una monodieta?

Existen varios tipos de monodietas, por lo que se presentan diferentes alternativas de planteamiento. Ahora bien, a menudo se basa en un solo tipo de alimento en cada comida; pueden ser patatas, manzanas, huevos, etcétera.

No obstante, también existe la opción de incluir más variedad al emplear comestibles de un mismo grupo. De este modo, puede abarcar varios tipos de cereales, carnes magras, vegetales o frutas.

Por ahora no se ha definido por cuánto tiempo es seguro extenderla. Pero debido a su naturaleza restrictiva, no puede ser por más de dos semanas. De lo contrario, los déficits nutricionales empezarán a comprometer la salud. 

En este tiempo es posible que ya se presente una pérdida de peso. Y aunque esto llama la atención, en realidad se acompaña de otros efectos negativos sobre el estado físico y mental. 

Pasadas las dos semanas se comienzan a reintroducir progresivamente otros alimentos como sopas, ensaladas y batidos. Luego, se dará el paso de volver a plantear una pauta equilibrada y variada, con alimentos de todos los grupos y sin restricciones.

Entre los alimentos más comunes para incluir en la monodieta se encuentran las patatas, los huevos, las manzanas, los plátanos, el chocolate y la toronja. No obstante, también es posible llevarla a cabo a través de carne o de legumbres.

¿Ayuda la monodieta a bajar de peso?

Contrario a lo que afirman sus defensores, la monodieta no es una opción eficiente para bajar de peso. Es cierto que se pueden reducir unos kilos durante su planteamiento, pero parte de ellos corresponderán a glucógeno y a líquidos.

Entre tanto, se destruirá una parte de tejido muscular, lo que se considera negativo para la salud y para el estado de composición corporal a medio plazo. Con ello, al recuperar el esquema de alimentación normal, el peso vuelve a incrementar, incluso más que antes de iniciar este régimen.

Este tipo de dietas tan restrictivas suelen generar un efecto rebote posterior, por lo que llevan a la persona a un lugar peor que el punto de partida. Siempre es mejor apostar por buenos hábitos y no por planes milagro.

Contraindicaciones de la monodieta

A parte de la pérdida de masa muscular y del posterior efecto rebote, la monodieta tiene otra serie de contraindicaciones que vale la pena conocer. Es clave comentar que un aporte insuficiente de ácidos grasos condiciona el entorno hormonal.

Por ejemplo, si no se consumen grasas en cantidades óptimas, se deprimirán los niveles de testosterona, lo que afecta la vitalidad, la fuerza y la salud, según un estudio en la revista The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology.

También se sufrirán problemas en el control de la génesis de los radicales libres, ya que el aporte de antioxidantes no será suficiente. Esto se salda con una aceleración del proceso de envejecimiento y con mayor riesgo de desarrollar patologías crónicas.

Poco a poco se experimentará una disfunción a nivel mitocondrial y la inflamación se incrementará, lo que causa daños a nivel celular y en el ADN.

Otras opciones para bajar de peso

Cuando hablamos de bajar de peso no es preciso realizar planteamientos tan restrictivos. Es preferible cubrir los requerimientos de proteínas bajo el contexto de una pauta variada, aunque ligeramente deficitaria en energía.

Lo que en realidad marcará la diferencia será la práctica de actividad física. Y es que es muy difícil perder peso solo recortando energía, sin afectar al gasto diario. Como sea, también hay que poner en práctica otros hábitos saludables, como los siguientes:

• Reducir la presencia de procesados de la dieta.
• Mejorar la calidad del sueño.
• Aumentar el consumo de agua.
• Introducir trabajo de fuerza en la rutina.

La monodieta, una opción restrictiva para nada aconsejada

En definitiva, la monodieta no está recomendada para bajar de peso. Es un régimen restrictivo y poco sostenible que inducirá a déficits en cuanto a nutrientes esenciales. Así, provocará alteraciones en el funcionamiento normal del cuerpo. A su vez, eleva el riesgo de enfermedades crónicas y de envejecimiento prematuro.

Cualquier dieta con características milagrosas tiende a tener efectos secundarios en la salud. A pesar de que prometen grandes resultados en poco tiempo, suelen conllevar a un efecto rebote posterior, además de varios peligros durante su puesta en marcha.

Es mejor pensar a medio plazo y llevar a cabo una opción sostenible que genere adherencia. Y dada la complejidad de cada cuerpo, lo mejor es obtener un plan personalizado de la mano de un profesional en nutrición.