¿Siempre es necesario lavar el cabello después de ejercitarse?

Limpiar el sudor del cuero cabelludo es fundamental después del ejercicio. Sin embargo, la aplicación diaria de champú también puede resultar perjudicial.

Una rutina de ejercicio provoca diferentes cantidades de sudor en las personas. Su acumulación en el cuero cabelludo puede generar obstrucción para el crecimiento de nuevo cabello, mientras que el exceso de champú tampoco es recomendable. Por lo tanto, para conocer si es necesario lavar el cabello después de ejercitarse, hay que tener en cuenta varios aspectos.

En primer lugar, hay que precisar cuál es el tipo de pelo que se tiene, ya que no es lo mismo uno muy graso a uno muy seco o muy fino. Además, factores como la intensidad del ejercicio, la cantidad de sudor y el ambiente donde se realiza la actividad también intervienen en la decisión. ¿Tienes dudas al respecto?

Lavar el cabello después de ejercitarse: los efectos del sudor y el champú

Cuando se trata de limpiar el cabello, no hay una fórmula general. Dado que sus características son diferentes, la regularidad con que se debe hacer este proceso varía entre una persona u otra.

Ahora bien, sí es cierto que después de hacer actividad física suele aumentar la necesidad de lavar a profundidad la melena. Aun así, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones.

Así como no conviene dejar acumular suciedad en el pelo, tampoco es bueno lavarlo de forma excesiva.

El sudor

El ejercicio tiene muchos efectos positivos para el organismo, pero también genera sudor en el cuero cabelludo. Como termorregulador, este está compuesto por minerales, como el potasio, el amoníaco y el sodio; el cabello oculta los efectos que estos componentes producen en el contacto con la piel.

Las raíces se ensucian, el pelo se vuelve reseco y una acumulación excesiva en el cuero cabelludo puede obstruir los folículos pilosos. Se trata del sector donde surge el nuevo cabello. Por ende, si se obstruye, dificulta el crecimiento y puede llevar a casos de alopecia o pérdida del pelo.

El champú

Los lavados frecuentes con productos para el cabello pueden desequilibrar el pH. En consecuencia, se produce resequedad, comezón y caspa.

Muchos de estos productos están elaborados con fragancias sintéticas, cuyo exceso es dañino para la salud capilar. Incluso pueden provocar irritaciones y alterar la generación de aceites naturales beneficiosos para el cabello.

¿Qué tener en cuenta al evaluar la necesidad de lavar el cabello después de ejercitarse?

Si tanto el exceso de lavados como la acumulación de mugre y de sudor pueden dañar el pelo, ¿es necesario lavar el cabello después de ejercitarse? Como la solución no es unánime, es conveniente considerar los siguientes aspectos.

Tipo de cabello

Los cabellos gruesos suelen tener un margen más amplio entre lavados sin dañar el pelo. Por el contrario, las personas con pelo fino no pueden dejar pasar tanto tiempo sin higienizarlo. Conocer el tipo de pelo y el nivel de grasa natural es importante para establecer una frecuencia de lavado.

Tipo de actividad física y nivel de sudoración

Si bien la intensidad del sudor que se produce depende de cada organismo, el tipo de actividad física también es determinante. Un estudio de la Revista Europea de Fisiología Aplicada sugiere que las pérdidas de electrolitos en el sudor durante el ejercicio varían entre los atletas.

Una de las razones de tal variabilidad, según indica, se debe a las diferencias en la intensidad del ejercicio. Por lo tanto, no es lo mismo una rutina intensa de cardio que una sesión de Hatha yoga. Cuando el sudor no es excesivo, no suele ser necesario hacer un lavado profundo del pelo. Considera lo siguiente:

• Ejercicio leve. Hay personas que generan menos sudor de manera natural. También hay rutinas poco exigentes en cuanto a la agitación. Una transpiración menor en el cuero cabelludo deja un margen más amplio entre lavados.
• Ejercicio intenso. Por el contrario, la actividad intensa suele generar más transpiración y la distancia entre lavados se reduce.
• Natación. Un caso especial es el de la natación, ya que la piel se pone en contacto con sustancias como el cloro. Este químico genera opacidad y deja el cabello áspero. Es posible colocarse aceites de manera previa para repeler esos efectos.
• Rutinas en exterior. Cuando se ejercita en el exterior, la exposición al calor y a la luz solar implica cuidados especiales. Por ejemplo, el uso de protector para cuero cabelludo.

Equilibrio de pH

Un aspecto central para determinar la frecuencia de lavado capilar es identificar el nivel de pH. El equilibrio de la acidez en el cabello se puede medir de manera digital. Cuando este nivel oscila entre 4,5 y 5,5 de manera natural, se considera un cabello saludable.

El calor y la humedad

La luz solar no es el único factor que interviene durante rutinas en exterior. Otro estudio de la Revista Europea de Fisiología Aplicada sugiere que la sudoración incrementa de manera significativa bajo condiciones húmedas, en comparación con los ambientes secos.

En dichos casos, es necesario emplear protector solar para proteger las hebras del cabello y el cuero cabelludo. También resulta idóneo el lavado posterior al ejercicio, no solo para retirar los restos de producto, sino el exceso de sudor.

Hay que evaluar si es necesario lavar el cabello después de ejercitarse

Es conveniente tomarse tiempo para evaluar si siempre es necesario lavar el cabello después de ejercitarse. A veces es difícil tomar una decisión; por eso, conviene definir cuáles son los aspectos que intervienen en la rutina personal. Así las cosas, atiende a los siguientes interrogantes:

• ¿Pasas más tiempo haciendo ejercicio al aire libre o bajo techo? 
• ¿Sudas poco o tienes sudoración excesiva?
• ¿El cabello es graso o tiende a sufrir sequedad?

La respuesta a esto ayuda a determinar con más precisión cuál debe ser la frecuencia de lavado.

Consejos para cuidar el cabello durante la actividad física

Más allá del lavado, existen algunas acciones que pueden realizarse antes y durante el ejercicio para cuidar el pelo sin acudir a productos químicos.

• Recogerse el pelo. La primera medida importante es atarse el cabello. Ya sea con trenzas, coletas o nudos, el cabello debe estar recogido durante la rutina. Además, se deben utilizar elásticos anchos y poco tirantes; de lo contrario, se puede dañar el pelo.
• Champú seco. En ocasiones, puede reemplazarse el lavado posterior por la colocación previa de champú en seco. Este producto favorece la absorción de sudor durante el ejercicio. Sin embargo, su utilización excesiva es perjudicial para el cabello.
• Acondicionador. Colocarlo solo en las puntas del pelo, y evitar su contacto con el cuero cabelludo.
• Toallas. Al secar el sudor con toallas durante la rutina, hay que evitar que sea la misma para el rostro y el cuero cabelludo.
• Champú sin sulfato. Es aconsejable usar productos con menos elementos químicos, colocándolos de forma directa en el cuero cabelludo.
• Bandas de sudor. Más allá del aspecto estético, este accesorio es muy útil para contener y reducir el sudor.
• Secado. Después de lavarse tras el ejercicio, conviene dejar secar el pelo de forma natural.

Entonces, ¿siempre es necesario lavar el cabello después de ejercitarse?

La higienización del sudor en el cuero cabelludo es tan importante como en el resto del cuerpo. Acumular suciedad en este sector puede provocar desde caspa hasta caída de pelo. Pese a esto, no es conveniente caer en el hábito de un lavado excesivo.

Partiendo de esta premisa, se pueden implementar otras medidas de limpieza para no recurrir al uso diario de champús o químicos agresivos. El champú seco, las coletas y las bandas de sudor son algunos elementos útiles. Además, si no hay una sudoración excesiva, es posible ampliar la margen entre lavados.