¿Qué es el nistagmo o movimiento ocular involuntario?
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El nistagmo es un movimiento rápido e incontrolable de los ojos. Este puede ser congénito o adquirido y diversos estudios señalan que la prevalencia de esta patología en niños es de 1 entre cada 1000 o 1 entre cada 6000 infantes.
También tiene cierta correlación con la debilidad visual, pues el mismo estudio calcula que del 6 a 10 % de los casos infantiles están relacionados con manifestaciones de ceguera. Los adultos también pueden sufrirlo y no se trata solo de una patología pediátrica.
A pesar de la rareza de su presentación, conocer sus síntomas, causas y tipos puede mejorar mucho la calidad de vida del paciente que lo sufre. Por ello, en este espacio te contamos todo lo que tienes que saber acerca del nistagmo o movimiento ocular involuntario.
Sobre el nistagmo y sus tipos
Antes de sumergirnos en el cuadro clínico de esta patología, es muy importante recalcar que existen dos variantes principales. Según la Academia Americana de Oftalmología, son la forma congénita y la adquirida.
Nistagmo congénito
Este tipo de nistagmo comienza en bebés, en general entre las tres semanas y los seis meses de edad. Según el estudio que citamos al inicio, en el cual se monitorizaron a 63 niños con esta afección, los resultados fueron los siguientes:
- El 54 % de los pacientes con esta enfermedad presentaron alteraciones oculares, lo que se cataloga como nistagmo sensorial. Esto puede ser, por ejemplo, causado por enfermedades de la retina o cataratas congénitas.
- El 16 % de los niños mostraron una variedad no relacionada con el mal funcionamiento de los ojos, lo que se conoce como nistagmo motor congénito.
- Tres pacientes, el 5 %, tuvieron nistagmo neurológico, vinculado a patologías en el sistema nervioso, tales como tumores o esclerosis.
Como podemos ver, los tipos de esta enfermedad dependen de sus causas subyacentes. Sin embargo, los que nombramos no son los únicos, pues existen muchos más, como el síndrome de bloqueo de nistagmo, el nistagmo alternante periódico o el latente.
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Nistagmo adquirido
Cuando esta patología se manifiesta más tarde en la vida de la persona, nos encontramos ante un nistagmo adquirido. Diversos estudios señalan que esta afección está en relación a trastornos médicos graves. Al igual que con la variante congénita, es un tipo que se diversifica en muchos subgrupos. Te comentamos algunos ejemplos:
- Espasmo nutante: de pequeña amplitud y frecuencia elevada, es decir, que el síntoma no es tan evidente, pero se repite mucho. Se puede deber a patologías tales como un glioma (tumor cerebral y de la médula espinal).
- Nistagmo en balancín: movimientos pendulares contrarios en cada ojo. Es causado por tumores cerebrales.
- Monocular: movimiento oscilatorio pendular lento e irregular. Es de pequeña amplitud.
Estos son ejemplos que demuestran que esta patología se categoriza, de forma muy específica, según los tipos de movimientos oculares y su rapidez. Según la Academia Americana de Oftalmología, el nistagmo adquirido también parece estar relacionado con el consumo de drogas y alcohol.
Consideraciones médicas del movimiento ocular involuntario
Como hemos podido ver, esta enfermedad se basa en movimientos incontrolables e involuntarios de los ojos. Además, sus causas pueden ser neurológicas, idiopáticas (de origen desconocido) o congénitas. A pesar de su amplio rango de investigación, los orígenes no se conocen en su totalidad.
Síntomas
Investigaciones con pacientes recogen la sintomatología típica del movimiento ocular involuntario:
- Pérdida de agudeza visual.
- Oscilopsia: falsa percepción de que el mundo se encuentra en movimiento cuando no lo está.
- Dificultad para mantener el balance postural.
- Pérdida de contraste visual.
- Dificultad para distinguir objetos en el medio.
Causas
Según la fundación Pro Visu (organismo público suizo para la prevención de enfermedades oculares), el nistagmo puede tener diversas causas. Estas son algunas de ellas:
- En las personas jóvenes, una forma de adquirir esta patología es tras un traumatismo craneal a raíz de un accidente automovilístico.
- En los mayores, el movimiento ocular involuntario puede ser señal de un accidente cerebrovascular (bloqueo de los vasos sanguíneos del cerebro).
- Intoxicaciones con alcohol o fármacos, como la fenitoína, pueden provocar trastornos en el oído interno, lo que da lugar a un nistagmo adquirido. Estudios varios han explorado esta posible relación entre el movimiento ocular y la intoxicación por fármacos, pero los resultados no son del todo esclarecedores.
- Los tumores cerebrales y la esclerosis múltiple también son causantes de la enfermedad.
A pesar de todos estos datos, las causas primordiales del movimiento ocular involuntario permanecen de origen desconocido en muchos de los casos. Esto se debe a los múltiples tipos nombrados con anterioridad y a que una gran cantidad de patologías de base pueden desembocar en un nistagmo.
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Nistagmo: ¿qué recordar?
Aunque la variante congénita parece mejorar con la edad, es necesario apuntar que el nistagmo no tiene una cura definitiva. Algunas investigaciones recogen la mejora de la calidad de vida de ciertos pacientes con procesos quirúrgicos e incluso medicamentos.
La brinzolamida tópica se ha empleado con relativo éxito. De todas formas, estos tratamientos han de tomarse con reservas, pues las diferencias entre pacientes no son del todo significativas.
En definitiva, estamos ante una patología muy compleja de comprender, debido a sus tipos, posibles orígenes y frentes abiertos aún no resueltos. Por fortuna, se trata de un trastorno de baja incidencia.
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