Por esto es que NO debes ponerle suavizante a las toallas

Las toallas las utilizamos para secar nuestro cuerpo tras bañarnos, limpiar nuestras manos, rostro o hasta para cubrir nuestro pelo. Existe un producto que tiene estas características: el suavizante.

Los suavizantes son agentes químicos añadidos que durante el proceso de lavado, buscan brindar un tacto suave a la ropa. ¿Cuál es su mecanismo de acción y por qué se desaconseja su aplicación en toallas?

Vamos a explorar cómo operan estos productos y la razón detrás de evitarlos en el cuidado de las toallas.

¿Qué son los suavizantes y cómo funcionan?

Estas sustancias poseen componentes acondicionadores como siliconas, ceras o aceites, que se fijan a las fibras textiles creando una barrera protectora.

Contienen fragancias y colorantes que le dan un aroma y un aspecto más agradable a la ropa. Algunos tienen propiedades antibacterianas y antialérgicas que pueden ser beneficiosas para algunas personas.

Tienen efectos negativos que debemos tener en cuenta, en especial cuando se trata de toallas.

¿Por qué no debes ponerle suavizante a las toallas?

Las toallas están hechas de tejidos absorbentes, como el algodón o la microfibra, que tienen la capacidad de retener el agua y secar nuestra piel. Cuando usamos suavizante en el lavado de las toallas, estamos interfiriendo con esta función.

Esto se debe a que la capa de suavizante que se forma sobre las fibras de las toallas impide que el agua penetre en ellas y hace que las toallas pierdan su poder de absorción y se vuelven menos eficaces para secarnos.

Al impedir que el agua circule por las fibras, el suavizante favorece la humedad, suciedad y microorganismos en las toallas.

El uso puede dañar la estructura y la apariencia de las toallas. La capa de suavizante puede hacer que las fibras se apelmacen y pierdan su volumen y esponjosidad.

Este puede reaccionar con el cloro del agua o con otros productos químicos y causar decoloración o deterioro de las toallas.

¿Cómo lavar las toallas sin suavizante?

Para que tus toallas se conserven en perfecto estado sin usar suavizante, es crucial seguir algunos consejos:

• Se aconseja lavarlas, seleccionando una temperatura pertinente y con el empleo de detergente y lejía para cuidar sus fibras.
• Durante el enjuague, añade una cantidad moderada de vinagre blanco, este sirve para eliminar malos olores, desinfectar y realzar su suavidad.
• Cuando las seques, es ideal exponerlas al aire libre o en una secadora con calor suave, y si decides usar la secadora, coloca bolas de lana o pelotas de tenis para aumentar su volumen y esponjosidad.
• Abstente de plancharlas, mejor agítalas o pégalas después de secar para preservar su estructura y capacidad absorbente.

¿Qué hacer con el suavizante que te sobra?

Después de considerar la idea de no utilizar suavizante en tus toallas, es probable que te cuestiones cómo aprovechar el producto restante que posees. 

Una de sus aplicaciones es la limpieza de diferentes superficies. Ya sea madera, metal o plástico, al mezclar suavizante con agua, obtienes una solución que, confiere un brillo y fragancia renovados a los objetos tratados.

En el ámbito del hogar, actúa como neutralizador de olores. Un rocío de suavizante diluido en agua sobre alfombras y cortinas combatirá los olores indeseables y refrescará el ambiente de la habitación.

En situaciones donde el cabello está enredado o seco, una mezcla de suavizante y agua puede actuar como un acondicionador improvisado, dejando el cabello revitalizado tras su aplicación y posterior enjuague.

¿Qué otros productos puedes usar para suavizar las toallas?

Si deseas que tus toallas sean suaves sin recurrir al suavizante, existen alternativas naturales o caseras que puedes considerar. Algunas opciones son:

• Vinagre blanco: añade una medida de vinagre al proceso de enjuague de tu lavadora, o si lo prefieres, realiza un remojo previo de las toallas en una mezcla de agua con vinagre, cerca de una hora, antes de proceder al lavado.
• Bicarbonato de sodio: integra media taza de bicarbonato en el ciclo de lavado de tu lavadora, o, al igual que con el vinagre, haz un pre lavado dejando las toallas en agua con bicarbonato, durante una hora previa al lavado.
• Bolas de lana o pelotas de tenis: introduce algunas bolas de lana o pelotas de tenis en la secadora al momento de secar las toallas.

¿Cómo evitar que las toallas se estropeen?

Para mantener tus toallas en buen estado y prolongar su durabilidad, evita utilizar lejía o sustancias abrasivas, opta por el vinagre, bicarbonato o peróxido de hidrógeno para blanquear o desinfectar.

Es aconsejable lavar las toallas para prevenir que suelten pelusas o se enreden con otros tejidos, asegúrate de agruparlas por color y material similar.

No los planches, el excesivo calor puede afectar la capacidad de absorción de las toallas. En este caso, sacúdelas o dóblalas tras el secado.

Alarga la vida útil de tus toallas sin usar suavizante

Al usar suavizante en las toallas, estamos reduciendo su capacidad de absorción, favoreciendo la suciedad y microorganismos, y deteriorando su estructura y color.

Te recomendamos evitar utilizar suavizante en el lavado de las toallas y optar por otros productos naturales o caseros que las cuiden mejor como el vinagre, el bicarbonato o las bolas de lana. Recuerda que las toallas son importantes para tu higiene y comodidad, y que merecen un buen cuidado.