9 pasos para quitar las cutículas de las uñas sin dañarlas

Existen diversos debates entre quitar la cutícula o no; sin embargo, esta se puede retirar de las uñas si se hace de la forma correcta.
9 pasos para quitar las cutículas de las uñas sin dañarlas

Última actualización: 05 agosto, 2023

Para mejorar el aspecto de las uñas, uno de los pasos imprescindibles durante la manicura es quitar las cutículas o ese exceso de piel que se acumula alrededor de estas. Sin embargo, al ser una zona sensible, es necesario tener cuidado para no sufrir lesiones o daños. ¿Cómo hacerlo de forma correcta?

En primer lugar, hay que recordar que esta capa de piel se encarga de proteger el contorno de la uña frente a posibles agentes infecciosos o sustancias irritantes. Su buen mantenimiento no solo es clave para la estética de las manos, sino para conservar las uñas fuertes y saludables. Veamos cómo intervenirlas sin dañarlas.

¿Qué son las cutículas y para qué sirven?

Las cutículas son ese contorno de la piel que se encuentra en el nacimiento de la uña. Es una zona donde suele acumularse células muertas, por lo que adquiere un aspecto blanquecido con el paso de los días.

Una publicación de la Academia Estadounidense de Dermatología destaca que su función principal es proteger la raíz de las uñas. Por ello, es necesario hacerles mantenimiento, ya sea empujándolas hacia atrás o cortando los excesos.

Siempre que estén en buen estado, ayudan a impedir que las bacterias infecten las uñas. Asimismo, cumplen una función estética, ya que dan una apariencia saludable a las manos.



La guía definitiva para quitar las cutículas sin dañarlas

Como lo explica el Dr. John Knight en una publicación de Hand & Wrist Institute, no es aconsejable quitar o cortar por completo las cutículas, puesto que esto las deja expuestas a posibles infecciones. Sin embargo, sí se pueden retirar los excesos de piel seca que suele acumularse en este contorno.

Ahora bien, en la medida de lo posible, esto debe hacerlo un técnico de uñas con experiencia. El profesional, además de tener las herramientas idóneas, conoce la técnica para quitarlas sin dañarlas. Aun así, se puede intentar en casa si se toman las medidas de precaución adecuadas y se aplican los siguientes pasos.

1. Ablandar la cutícula

La forma más práctica para ablandar las cutículas es sumergir —durante al menos 10 minutos— las manos o los pies en un recipiente con agua tibia. También se puede hacer con gel anticutículas o removedor de cutículas. Esto facilitará el desprendimiento de la piel sin causar agresiones o dolor.

Si no se tiene el producto específico para las cutículas una solución casera es aplicar aceite de oliva en cada uña.

2. Limpiar el cortacutícula

Usar una herramienta desinfectada es fundamental. El trabajo consiste en empapar una mota de algodón con un jabón antibacteriano y pasarlo por el cortacutícula. Posterior a esto, se enjuaga con agua y se le aplica una capa de alcohol medicinal.

3. Empujar las cutículas

Con la parte semiplana de un palito de naranjo se debe empujar la cutícula hacia atrás. Esto permite elevar el exceso de piel para que sea más fácil removerla. Con el fin de evitar una posible infección, hay que tratar de no lastimar esta parte de la uña. Usar un palito muy afilado puede causar una herida.

4. Comenzar a cortar

Cabe recordar que no se debe quitar por completo las cutículas. Hay que centrarse solo en los excesos de piel muerta. Con el cortacutículas ya desinfectado, se retira poco a poco esa piel blanquecina que hay en el contorno de la uña. 

La forma más precisa de realizar el corte consiste en reseguir el borde de la uña con la punta del cortacutículas e ir retirando la cutícula sobrante.

5. Hidratar bien

Cremas, aceites hidratantes o emolientes son productos perfectos para suavizar esta parte de la uña. Una vez se retire la piel muerta, este es uno de los pasos más importantes. Basta con poner una pequeña cantidad de producto y masajear. Luego, se deja secar bien antes de proceder con la manicura.

6. Cortar moderadamente

Las cutículas vuelven a crecer luego de cierto tiempo; sin embargo, retirarlas no es una tarea que se debe hacer todos los días. Para prevenir infecciones es mejor realizar este proceso cada dos semanas.

7. Evitar productos químicos

Después de quitar las cutículas de las uñas, hay que implementar otros cuidados. La exposición directa con productos como la lejía o los detergentes puede resultar agresiva. Para evitar que causen irritación o sequedad, procura emplear guantes al manipularlos.

8. Usar las herramientas adecuadas

Algunas personas intentan arrancar la cutícula con sus propias uñas o con los dientes. Esta acción causa lesiones en la zona. Por eso, cabe hacer hincapié en la importancia de usar solo las herramientas adecuadas; en este caso, el cortacutículas.



9. Incorporar vitaminas

Por último, pero no menos importante, conviene complementar los cuidados de las cutículas con productos abundantes en vitaminas A, C y E, y aceites como el de almendras o el de girasol. Según una publicación de Healthline, estos suavizan, nutren y fortalecen esta piel protectora.

Recomendaciones finales

Aunque es imposible que la cutícula deje de crecer, sí es posible evitar que se formen esos incómodos pellejos. Para eso, basta con incluir en la rutina diaria una adecuada hidratación y un producto que ablande la zona (como un aceite, por ejemplo). 

Otro sencillo truco consiste en aplicar una toalla caliente sobre las uñas para suavizarlas. Luego, con el palito de naranjo, se empuja la cutícula hacia atrás, con mucho cuidado. Finalmente, recuerda que debes evitar el corte con herramientas inapropiadas; además, si tienes alguna herida u hongo en las uñas, debes desinfectarlas bien.


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