¿Piel sensible? Prueba estos remedios caseros
Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López
Las personas que tienen piel sensible reaccionan de manera exagerada tanto a los factores externos como internos. Los primeros incluyen la exposición al sol y al frío, mientras que los segundos se refieren a los diferentes cambios hormonales que puede sufrir el organismo.
Si bien no es algo que represente problemas graves para la salud, sí es una condición que puede ser muy molesta. Por eso, en este artículo te daremos algunos remedios caseros y consejos para que puedas cuidar tu piel como corresponde. ¡Toma nota!
¿Qué es la piel sensible y cuál es su causa?
Se denomina piel sensible a la que se enrojece o irrita con facilidad. Los dermatólogos indican que se trata de una dermis que está tan reseca que puede ocasionar diversas reacciones ante diferentes estímulos. De acuerdo con una publicación de Anais Brasileiros de Dermatologia, entre los factores que provocan una piel más sensible se encuentran los siguientes:
- Viento frío
- Humedad
- Calor
- Exposición al sol
- Bajas temperaturas
- Contaminación
- Productos cosméticos
- Otras condiciones de la piel, como acné, rosácea, dermatitis seborreica, dermatitis de contacto, psoriasis y urticaria física
- Prácticas de dieta e higiene corporal
Si bien es más frecuente que la sensibilidad se desarrolle en la cara, el cuello y el escote, también es probable que aparezca en otras zonas como el cuero cabelludo y las extremidades.
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Remedios caseros para piel sensible
Tener piel sensible puede ser muy molesto para las personas que sufren de esta condición. Por suerte, existen algunos remedios caseros que puede ayudar a lidiar con este problema. Presta mucha atención a los consejos que te damos a continuación, y anímate a hacer un cambio en tus hábitos.
No usar jabón
La mayoría de los que se venden en las tiendas contienen fragancias que pueden provocar alergias a aquellos que sufren de piel sensible. A su vez, el jabón es alcalino y puede quitarle la capa ácida a la piel, lo que causaría mayor resequedad y sensibilidad.
Para limpiar tu rostro, elige lociones que indiquen que son hipoalergénicas y libres de formaldehído. Hoy en día hay muchas opciones para todos los tipos de piel. Una buena opción es el jabón de manteca de karité.
Analizar los cosméticos
Si los tienes desde hace mucho tiempo, trata de comprar nuevos. Por ejemplo, la máscara de pestañas se ha de reemplazar cada 3 meses, y el labial cada 6. Además, si delineas tus ojos con lápiz, sácale punta cada vez que lo vayas a usar.
Para los párpados, recuerda que las sombras de colores fuertes son más irritantes, por lo que los tonos naturales son más convenientes. Por otro lado, evita usar maquillaje resistente al agua a diario, ya que sus componentes pueden ser agresivos con la piel.
Evitar las sustancias irritantes
El alcohol isopropílico, el sulfato de sodio, los tintes, los colorantes y el ácido ascórbico se encuentran dentro del grupo de ingredientes que hay que evitar, . Todos tienen compuestos que pueden aumentar la resequedad y los síntomas en tu piel. Así que antes de usar cualquier producto, asegúrate de que no tenga estas sustancias.
Probar antes de usar
Cualquier producto que desees comprar o emplear debe pasar por un test propio. Pon una pequeña cantidad en la parte inferior de la muñeca y espera entre 1 y 2 días. Si pasado ese tiempo ves enrojecimiento, inflamación o irritación no es apto para ti. Algunos dermatólogos recomiendan hacer esta prueba detrás de la oreja.
Mantener la piel humectada
Humectar la piel es muy importante para evitar infecciones, alergias o daños por el sol. Los productos que sirven para este fin, forman una especie de escudo protector sobre la dermis. Puedes usar aceite de coco o buscar uno comercial que sea apto para tu tipo de piel. Por supuesto, te recomendamos beber al menos 1 litro de agua cada día.
Cuidar la dieta
No solo es necesario cuidar la piel por fuera. Lo que comemos también afecta su salud y apariencia. Por ejemplo, según un artículo de la Revista Nutrients, la vitamina C ayuda a neutralizar y eliminar oxidantes, como los que se encuentran en la contaminación ambiental y los que resultan de la exposición a los rayos ultravioleta.
Para obtenerla, incluye en tu alimentación diaria más alimentos como las naranjas, las fresas, el brócoli y las espinacas. También, puedes tomar suplementos. No obstante, te recomendamos que consultes primero con tu médico antes de tomarlos.
Protegerte del sol
Para nadie es un secreto que los daños provocados por los rayos UV son realmente peligrosos para todos, pero, principalmente, para los que tienen piel sensible. Así que no olvides aplicar una crema con factor de protección solar (FPS) alto cuando vayas a salir a la calle, aunque sea invierno o esté nublado, y evita la exposición al sol entre las 11 a.m. y las 4 p.m.
Relajarse y dormir bien
El estrés puede ser uno de los responsables de que tu piel esté sensible o se irrite por cualquier cosa. Si estás tenso tu cerebro libera una hormona que aumenta la producción de grasa y empeora el acné. Además, si te cuesta mucho relajarte es posible que los vasos sanguíneos se dilaten y agraven la rosácea.
Otra consecuencia de esto es la deshidratación de la dermis. Te recomendamos que trates de lidiar con el estrés y, en lo posible, duermas 8 horas seguidas cada noche. Hacer ejercicios de meditación o relajación o darte un baño de inmersión tras un día arduo en el trabajo, son algunas prácticas que te pueden ayudar.
¿Quieres conocer más? Lee: Cómo afecta la posición en la que duermes a tu cuerpo
Mascarillas para la piel sensible
Como complemento a los buenos hábitos que te recomendamos para lograr una piel saludable, también sería una buena idea incluir alguna de las siguientes mascarillas caseras en tu rutina de belleza. ¡Toma nota!
Mascarilla de zanahoria y miel
La miel es uno de los ingredientes más adecuados para tratar condiciones de la piel, especialmente, si sufres de acné, eccema o psoriasis. De hecho, una investigación publicada en Journal of Cosmetics Dermatology señala que este producto contribuye a mantener la piel joven, retrasar la formación de arrugas, regular el pH y prevenir infecciones patógenas.
Por otro lado, se dice que el betacaroteno, uno de los componentes principales de la zanahoria, ayuda a reparar los tejidos de la piel y brinda protección contra los efectos nocivos de los rayos ultravioleta. Suena interesante, ¿verdad?
Ingredientes
- 3 zanahorias cocidas
- 2 cucharadas de miel (50 g)
Elaboración
- Cuece las zanahorias y, cuando estén blandas, sácalas, córtalas en rodajas y añade la miel.
- Mezcla todo en un recipiente hasta obtener una pasta.
- Cuando esté tibia o fría aplica en la piel limpia y deja actuar 15 minutos.
- Enjuaga con agua templada y seca con una toalla limpia dando suaves golpecitos.
Mascarilla de yogur y avena
Otra mascarilla que te recomendamos para consentir tu piel es la de avena y yogur. Las propiedades de estos dos ingredientes harán que tu dermis se sienta suave y tersa. Tan solo tienes que seguir los pasos que mencionamos a continuación.
Ingredientes
- 3 cucharadas de yogur natural (150 g)
- 3 cucharadas de avena (30 g)
Elaboración
- Mezcla los ingredientes hasta obtener una crema homogénea.
- Aplica en el rostro previamente lavado y deja que actúe entre 10 y 15 minutos.
- Cuando la mascarilla se haya secado enjuaga con agua tibia y luego seca apoyando una toalla caliente.
Como ves, existen varias opciones a la hora de cuidar tu piel y lidiar con la sensibilidad. Intenta adoptar una o varias de estas recomendaciones en tu rutina diaria de belleza y comprueba los resultados por ti mismo. ¡Tu piel te lo agradecerá!
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