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Placenta anterior, posterior o fúndica: ¿qué significa en el embarazo?

5 minutos
La placenta es un órgano complejo que se adhiere a las paredes del útero en diferentes puntos de ubicación. En algunos casos, se localiza en la parte baja y esto podría ocasionar problemas durante el embarazo.
Placenta anterior, posterior o fúndica: ¿qué significa en el embarazo?
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina

Escrito por Edith Sánchez
Última actualización: 09 julio, 2023

Placenta anterior, posterior o fúndica son términos médicos que se emplean para describir el lugar en donde se fija la placenta después de que se produce la fecundación. No tienen que ver con anomalías o enfermedades.

Muchos se preguntan por qué es importante establecer este aspecto. La respuesta es que determinar si hay placenta anterior, posterior o fúndica permite prever el momento en que la madre comienza a sentir los movimientos fetales. Asimismo, detectar si hay alguna alteración en la ubicación de la placenta.

¿Cómo se logra establecer la ubicación de la placenta? Debe realizarse una ecografía, la cual forma parte habitual de los controles prenatales. Una vez se establezca si hay placenta anterior, posterior o fúndica, la madre tiene más información sobre su embarazo.

La placenta

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La placenta nutre al bebé durante la gestación.

La placenta es el único órgano humano que está presente de manera provisional, solo en el cuerpo de la mujer y durante el embarazo. Tiene un aspecto similar al del hígado y está repleta de vasos sanguíneos.

El papel fundamental de este órgano es el de proporcionar los nutrientes necesarios al feto. Asimismo, dado que el bebé no respira dentro del vientre materno, solo consume el oxígeno que le llega desde la placenta, a través del cordón umbilical.

La placenta se adhiere a las paredes del útero, pero no siempre lo hace en el mismo lugar. Lo normal es que se ubique en la parte superior, delantera, trasera o lateral. De ahí surge la placenta anterior, posterior o fúndica. Si se fija en otra zona, es posible que haya problemas durante el embarazo.

La placenta anterior, posterior o fúndica

Se habla de placenta anterior cuando este órgano se ubica en la pared frontal del útero. Se le llama «anterior», precisamente porque se localiza «antes» del útero como tal. Puede ubicarse en la zona izquierda o derecha, pero siempre en la parte delantera del útero.

La placenta posterior está ubicada en la zona del fondo del útero. Dicho de otro modo, se halla unida a la pared del útero que está más cerca de la espalda de la madre. Como ocurre con la placenta anterior, puede estar localizada a la izquierda o a la derecha.

Se le da el nombre de placenta fúndica a la que se localiza en la parte superior del útero materno. Es la que se encuentra más cerca de las trompas de Falopio y los expertos indican que es, de lejos, la mejor ubicación para la placenta. También, se le conoce como «placenta anterior alta».

Los movimientos del bebé según la ubicación de la placenta

La placenta anterior es normal, pero esta posición hace que los movimientos del feto se sientan más tarde de lo habitual. Lo usual es que solo se perciban hasta después de las 28 semanas de gestación, debido a que esta ubicación amortigua los desplazamientos del feto. Si no hay movimiento después de ese lapso, es necesario consultar con el médico.

En el caso de la placenta posterior, es muy probable que los movimientos se sientan antes que en el caso de la anterior. Solo se debe consultar con el médico si tales movimientos no se producen o disminuyen en un momento dado.

Cuando hay placenta fúndica, lo usual es que los movimientos fetales aparezcan entre las 18 a 20 semanas de embarazo, para las madres primerizas. Si ya ha habido gestaciones anteriores, es posible que se perciban en las semanas 16 a 18.

La placenta anterior baja

Como lo indicamos antes, la placenta anterior, posterior o fúndica se considera normal. Sin embargo, existe la posibilidad de que la placenta se fije en una zona inadecuada y que esto traiga consigo algunas complicaciones para el embarazo.

Cuando hay placenta anterior baja significa que este órgano se fijó en la parte delantera del útero, pero muy cerca del orificio cervical interno o, incluso, cubriendo parte de este. Es habitual que esto dé origen a un sangrado a finales del segundo trimestre, sin dolor.

Tipos de placenta anterior baja

Hay varios tipos de placenta anterior baja, dependiendo de su ubicación. Son los siguientes:

  • Tipo I o placenta de inserción baja. En este caso, no alcanza a llegar hasta el cuello del útero.
  • Tipo II o placenta marginal. Llega hasta el orificio del cuello uterino, pero no alcanza a cubrirlo.
  • Tipo III o placenta oclusiva parcial. La placenta cubre el orificio cervical, de manera parcial.
  • Tipo IV o placenta oclusiva total. El orificio cervical está totalmente cubierto por la placenta.

Causas

¿Por qué se produce este tipo de anomalía? Son varios los motivos que dan lugar a esta ubicación placentaria. Los principales son los siguientes:

  • Multiparidad. Cuando una gestante ha tenido dos o más partos.
  • Embarazo multifetal. Cuando hay varios fetos, como en el caso de los gemelos, trillizos, etc.
  • Cesárea previa.
  • Anomalías en el útero. Por ejemplo, miomas o legrado previo.
  • Cirugías previas en el útero.
  • Edad avanzada de la madre.
  • Tabaquismo.

Tratamiento

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Frente a la presencia de sangrado, el tratamiento suele incluir la hospitalización.

En caso de que haya placenta anterior baja, el médico evaluará cuál es el tratamiento a seguir. Esto dependerá de la gravedad del caso y del estado de salud general de la madre. Cuando se presenta el primer episodio de sangrado vaginal se llevan a cabo las siguientes acciones:

  • Hospitalización. El objetivo es hacer observación.
  • Reposo modificado. Consiste en evitar cualquier actividad que incremente la presión intraabdominal durante mucho tiempo.
  • Interrupción de las relaciones sexuales. El sexo en estas condiciones puede ser riesgoso, por lo cual se interrumpe.

Si el sangrado se detiene, la madre es dada de alta. El parto se realiza en la semana 36 o 37. En caso de que haya un segundo episodio de sangrado, la paciente debe volver a hospitalizarse hasta el parto.

El médico te indicará si existe algún problema con la placenta

La placenta anterior baja de tipo IV es la condición más delicada de todas. Es habitual que provoque hemorragias intensas hacia el final del embarazo, cuando el cuello uterino se transforma y se prepara para el parto. Es muy importante seguir el tratamiento indicado, de forma estricta.

Hay otro tipo de anomalía conocida como «acretismo placentario» que no es muy común. Ocurre cuando la placenta no logra adherirse o presenta algún grado de invasión hacia las zonas adyacentes. En este, como en los demás casos, cualquier síntoma extraño debe ser comunicado al médico cuanto antes.


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