Por qué la dieta debe ser un estilo de vida y no un esfuerzo de meses
Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez
Para comprender por qué la dieta debe ser un estilo de vida y no un esfuerzo de meses, solamente tenemos que entender que, al evitar los malos hábitos alimentarios, nos mantendremos en forma y gozaremos de una buena salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que los hábitos de vida pocos saludables son el causante directo de 1,6 millones de muertes anuales en todo el mundo, provocadas por enfermedades no transmisibles. En este sentido, mantener un estilo de vida saludable no debería de ser una opción, sino un deber. Por esta razón, demostraremos que para perder peso se necesita algo más que simplemente el deseo de hacerlo.
La dieta debe ser un estilo de vida
La OMS asegura que una vida saludable es aquella en la que existe un equilibro entre lo físico, mental y lo social. Esto no se limita a seguir una buena alimentación o realizar ejercicio de manera constante; además, se debe cuidar el estado mental y emocional.
Por este motivo, es necesario trabajar en los siguientes aspectos para alcanzar el estado de bienestar. Ellos nos permitirán comprometernos cabalmente con la alimentación y la salud en general.
Claves de una vida saludable
1. Dieta balanceada y equilibrada
Cumplir con un régimen dietético sano no significa privarse de ciertos alimentos, sino saber consumirlos en su justa medida. Hay que recordar que todos los alimentos que conforman la pirámide nutricional deben formar parte de nuestra dieta, algunos en mayor medida que otros.
El hecho de limitar los alimentos excesivamente dulces puede suponer un beneficio para la salud, de acuerdo con una investigación publicada en la revista Journal of Hepatology. Esto no quiere decir que no se puedan consumir de vez en cuando.
2. Ejercicio físico
Para que una dieta equilibrada genere los resultados que deseamos ver en el cuerpo, es imprescindible que el ejercicio diario también forme parte de nuestro estilo de vida. Dieta y ejercicio van de la mano.
No es necesario practicar ningún deporte en concreto ni dedicar extensas horas a la actividad física. Con el simple hecho de caminar 30 minutos al día es suficiente para ayudar al cuerpo a quemar las calorías que ingeriste durante la jornada.
De todos modos, recuerda que practicar ejercicio de fuerza tiene efectos beneficiosos para la salud. Los expertos recomiendan su práctica para evitar la pérdida muscular.
3. Equilibrio mental
El balance entre el bienestar emocional y mental es fundamental para desarrollar las aptitudes sociales, la actividad cerebral y el optimismo.
Está comprobado científicamente que aquellas personas que gozan de un buen estado de comodidad disminuyen el estrés, la ansiedad y el cansancio, entre otros síntomas de una mala salud mental.
Asimismo, la actividad social también es fundamental para el bienestar. Todo esto es una cadena que nos ayudará a convertir nuestras dietas en un estilo de vida.
4. Alimentación
Cada uno de los aspectos mencionados tiene relación directa con la alimentación. Como ya dijimos, la dieta debe ser un estilo de vida. Esto se debe a que a través de los alimentos obtenemos:
- Los nutrientes necesarios que nos otorgan la energía para las actividades diarias.
- Estabilidad emocional y social.
Uno de los errores más comunes al iniciar una dieta es verla como un método para bajar cierta cantidad de kilos, cuando en realidad debe convertirse en un hábito.
Por eso es muy frecuente que muchas personas se rindan cuando no consiguen de manera inmediata los resultados que desean. No asumen esta nueva responsabilidad como tal, sino que lo ven como un acompañante más.
Consejos para la dieta
Si piensas que la dieta debe ser un estilo de vida y no un simple esfuerzo de meses, te recomendamos que asumas las siguientes recomendaciones.
1. ¡Comprométete!
¿Lo sabías? ¿Qué hábitos sanos perjudican la perdida de peso?
Bien sea para bajar peso, mejorar los hábitos alimentarios o mantenerte sano. Sea cual sea el motivo, es imprescindible que comiences tu dieta haciendo un compromiso contigo mismo.
A muchas personas les resulta útil realizar un contrato para poner por escrito el compromiso que acaban de asumir. Allí se pueden plasmar los objetivos. Entre ellos pueden estar:
- Cantidad de peso que deseas o debes bajar.
- Las fechas en que se cumplirán los objetivos.
- Los viejos hábitos nada saludables que se sustituirán por los buenos.
- Un plan para llevar a cabo la actividad física de manera frecuente.
Asimismo, te ayudará colocar en el escrito los motivos por los cuales decidiste seguir una dieta balanceada y equilibrada. De esta manera, tendrás un recordatorio diario que te impulsará en tu objetivo.
2. Sé realista ante todo
Trata de establecer metas a corto plazo y premia tus esfuerzos en el transcurso de este proceso.
Por ejemplo, si tu meta a largo plazo es bajar 20 kilos y controlar tu hipertensión arterial, puedes fijar objetivos de alimentación o ejercicio a corto plazo. Estos pueden incluir desayunar, caminar treinta minutos en las tardes o consumir ensaladas en la cena.
Convierte la dieta en un estilo de vida para mejorar la salud
Recuerda que los pequeños cambios en tu rutina diaria te permitirán alcanzar grandes resultados a largo plazo. De esa forma conservarás la salud y te sentirás mejor contigo mismo. Si tienes dudas, busca asesoría profesional y no olvides combinar una buena alimentación con la práctica de ejercicio físico de manera diaria.
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