¿Por qué no puedo concentrarme?
Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña
Si muchas veces pierdes el hilo de una conversación o dejas de hacer tu trabajo para imaginar cómo serían tus próximas vacaciones, y si la pregunta ¿por qué no puedo concentrarme? ronda tu cabeza constantemente, este artículo es para ti.
A continuación, te explicamos a qué se podría deber la falta de concentración y qué puedes hacer al respecto. ¡Toma nota!
¿Por qué resulta difícil mantener la concentración?
Esta pregunta es tan habitual en la actualidad que vale la pena analizarla. La falta de concentración o atención se convierte en un problema cuando esto influye en las actividades diarias y en la consecución de los objetivos laborales o académicos.
Para atender la falta de concentración lo primero que hay que hacer es reconocer los motivos que la causan. De esta manera, será más sencillo encontrar cómo solucionarlo o desarrollar alguna técnica para vencer los desencadenantes.
Entre las causas más frecuentes están las siguientes que vamos a comentar, junto con las sugerencias para tratar de solventar la situación.
1. Larga lista de tareas
Cuantas más cosas tiene la lista de pendientes, más complicado es centrarse en algo en particular. Pero si te pones a pensar en las tareas que te quedan por hacer, no podrás prestar atención a la que tienes entre manos en ese momento.
¿Cómo proceder en este caso? Seguro has escuchado la expresión “un día a la vez”; también puedes aplicarla en este caso. Por tanto, solo puedes atender lo que estás haciendo. Y cuando toque la siguiente tarea, pensarás en ella.
2. Sobrecarga de trabajo
Las jornadas laborales extensas, de más de 8 horas, son contraproducentes, ya que no dejan tiempo para que el cuerpo y el cerebro logren reponerse. Y si la mente está fatigada, disminuirá la concentración.
Para esta situación, son varias cosas que puedes hacer; por ejemplo, intercala breves descansos en los que cambies la actividad. Levántate del asiento, despega los ojos del computador y haz un poco de estiramiento.
3. Otras actividades en la agenda
A las horas de trabajo diario se le suman las actividades extra, como el estudio, el ejercicio, las relaciones personales, los quehaceres domésticos, entretenemiento, etcétera.
Para esto, lo que tienes que hacer es organizar un horario de actividades; y respetarlo. Esto significa, hacer lo que corresponde en ese momento y, más aún pensar en lo que corresponde.
4. Poco descanso
Hoy en día, es casi una utopía pensar en descansar 8 horas seguidas cada noche. Esto, según un estudio publicado en Nature Reviews Neuroscience, puede afectar la atención y la concentración debido al aumento de la presión del sueño.
Pero, recuerda que debes descansar bien. No te quites tiempo en las noches viendo televisión o revisando redes sociales. Reduce un poco el tiempo de uso de los aparatos electrónicos.
5. Falta de motivación
Tener un trabajo que no te gusta, hacer actividades que no son para nada placenteras, no contar con una meta puntual, o no recibir felicitaciones o agradecimientos, pueden ser causas frecuentes de problemas de concentración.
Al parecer, esto se debe a que la mente necesita algo que la lleve a actuar y que le exija cambiar todo lo que hace de manera automática. Cuando no hay nada nuevo en la rutina diaria, es más probable que el cerebro desee escapar de esa situación y empiece a imaginar una playa, una película, una conversación con amigos o una salida de compras.
Puedes mejorar esta situación haciendo tus actividades de forma diferente.
- Comenzar con lo último de la lista en lugar de lo primero.
- Cambiar de lugar el escritorio.
- Decorar la oficina con flores.
- Buscar nuevos programas o formas de realizar tu trabajo.
- Pon música suave y relajante, de preferencia instrumental.
6. Exceso de tecnología
Todos los objetos tecnológicos son una gran fuente de distracción. Si eres dependiente de las redes sociales o de tu teléfono, es probable que sea difícil para ti concentrarte y mantener la atención en una tarea específica.
Algunas ideas que pueden ayudar son:
- poner el móvil en un lugar alejado;
- no dejar la pestaña del Facebook o Twitter abierta en el ordenador;
- determinar horarios específicos para revisar tus correos o tus redes.
De esta forma tendrás menos tentaciones y realizarás tus tareas de una forma más eficiente.
7. Falta de ejercicio
La falta de actividad física podría estar relacionada con problemas en la concentración, ya que el ejercicio también incide en las habilidad mentales y la memoria.
En relación a esto, un estudio realizado con niños que presentaban trastorno por déficit de atención e hiperactividad, publicado en Plos One, sugiere que el ejercicio puede ser útil para el aprendizaje, ya que proporciona mayor control de los impulsos y mejora la concentración.
Así, pues, la solución ya la tienes: ejercita un poco, en la medida de tus posibilidades y tu tiempo. Hasta una media hora diaria te puede ayudar. Las caminatas ayudan a despejar la mente, más de lo que piensas.
8. Desorganización
¿Sabías que si tu escritorio está desordenado, sucio o repleto de cosas, te será más difícil concentrarte? Esto se debe a que la mente pone su atención en cualquier objeto y no en aquello en lo que debe enfocarse.
Para evitar esto, haz una buena limpieza de tu área de trabajo, quita todo lo que pueda llamar la atención del cerebro y deja únicamente lo que necesites para cumplir con tus tareas.
Lo mismo se puede hacer con el escritorio del ordenador. ¡No tengas cientos de accesos directos en la pantalla! Por otra parte, es bueno tener un tablero para ordenar lo que tienes que hacer.
9. Ansiedad
La ansiedad es una de las causas de falta de atención no solo en la oficina, sino también en otros ámbitos. Estar tan preocupado por lo que va a suceder en el futuro no permite centrarse en el presente ni disfrutarlo.
Trata de relajarte, concentrándote en cada tarea a la vez, sin pensar en el próximo paso. Asimismo, si tienes problemas para controlar la ansiedad, te puede ayudar el realizar actividades relajantes, como yoga o meditación.
¿Cuándo buscar ayuda?
Si crees que la falta de concentración es uno de tus problemas del día a día, ten en cuenta estas posibles causas que te hemos expuesto. Pero, también puedes solicitar la ayuda de un profesional (psicólogo) para buscar una solución y empezar a mejorar tu concentración y, por supuesto, tu día a día. ¡Ánimo!
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