Psicoanálisis en la psicología actual: ¿sigue siendo útil?

Como muchas teorías, el psicoanálisis debe emplear sus herramientas para hacer nuevas lecturas sobre situaciones actuales. ¿Es posible que se reformule?

Escrito y verificado por la psicóloga Maria Fatima Seppi Vinuales.

Última actualización: 09 julio, 2023

Desde cada enfoque, habrá distintas respuestas respecto a la vigencia del psicoanálisis en la psicología actual y en estos tiempos que corren. Desde un modelo sistémico, no se piensa en términos excluyentes o dicotómicos. Por eso, quizás es un buen puntapié para pensar en distintas respuestas respecto a este tema.

Es importante saber que el psicoanálisis no es sinónimo de psicología; no la supera, sino que se trata del movimiento contrario: está incluido en ella. Quizás la confusión deriva de que, durante mucho tiempo, fue una de las corrientes principales.

La psicología abarca muchas más teorías y abordajes. Algunos de los que podemos citar son la terapia cognitiva conductual, la sistémica o la gestalt, entre otras.

¿Cómo es el psicoanálisis?

Es necesario destacar que existen diferentes tipos de psicoanálisis. Solemos pensar solo en el freudiano o en el lacaniano.

Sin embargo, existe el psicoanálisis vincular, el focalizado y otros. Cada abordaje fue desarrollado desde las premisas principales, aunque se volvieron más específicos o incorporaron planteos propios con el objetivo de dar mejores respuestas a los pacientes.

Algunas claves a tener en cuenta

Dos de los puntos centrales que se critican del psicoanálisis tienen que ver con su técnica y su modo de intervenir, con el plazo de la terapia y la lectura que promueve de algunas de sus temáticas.

Cómo técnica principal, emplea la asociación libre, que invita al paciente a que hable y exprese lo primero que se le venga a la cabeza, de manera espontánea. De esta manera, desde el psicoanálisis se espera enlazar aquellos puntos que forman parte del problema o síntoma de la persona.

Con intervenciones muy puntuales y precisas, el psicoanalista acompaña al paciente en ese viaje que implica descubrir qué le sucede. Aquí, el punto es que hay pacientes que buscan mayor participación de su interlocutor.

El psicoanálisis se enfrenta a críticas respecto a sus plazos. En términos generales, suele ser una terapia prolongada. Esto es algo sobre lo que la mayoría de los pacientes reniega, por el costo que implica asistir a las sesiones.

Asimismo, se critica que el retorno a la infancia como una época determinante suele desviar del tema por el cual se consulta. En este sentido, si bien es saludable abordar diferentes problemáticas, en ocasiones se precisa de orientaciones puntuales para un conflicto.

Al respecto, los psicoanalistas dirán que es un síntoma de la época, que se caracteriza por la urgencia que nos mueve a buscar soluciones o paliativos inmediatos. Por esto mismo, muchos se conforman con la medicalización de su malestar.

Los temas controversiales del psicoanálisis

En relación con el enfoque que hace de ciertos temas, si bien no nos vamos a explayar aquí, algunos de los que despiertan mayor controversia en el psicoanálisis son los referidos a lo siguiente:

• Funciones maternas y paternas en el complejo de Edipo.
• Homosexualidad.
• Histeria.

Son necesarios nuevos matices y redefinición de conceptos. No es algo que haga el psicoanálisis en particular, sino que es el modo en que progresan las teorías y el conocimiento.

Sobre la vigencia del psicoanálisis en la psicología actual

Vale la pena preguntarse de dónde proviene la necesidad de posicionar o jerarquizar ciertos enfoques respecto a otros. En definitiva, si los psicoanalistas y los terapeutas se ocupan de explicar a los consultantes en qué consiste el método que aplican y cómo se trabaja, cada quien decidirá qué es más conveniente, en función de aquello a lo que necesita dar respuesta.

Toda vez que historizamos y hacemos una revisión crítica de ciertas teorías e ideas, es importante comprenderlas a la luz del contexto en el que surgieron. De allí lo valioso de poder reinterpretar y enriquecer nuestra mirada. Muchos de los pensamientos actuales fueron posibles gracias a aquella semilla lejana que alguien sembró en algún momento y lugar determinado.

Por eso, el psicoanálisis necesita adecuarse a la realidad actual, poniendo a jugar las formulaciones a su favor, como herramientas de interpretación, para no quedarse encorsetado o lejano de los fenómenos modernos. Es un ejercicio saludable y hasta de crecimiento y apertura hacia el conocimiento.

Por último, la vigencia del psicoanálisis en la psicología actual también depende de que, quienes lo practiquen, estén dispuestos a arriesgarse y moverse del terreno de las patologías clásicas para prestar el oído a otro tipo de fenómenos y situaciones.

En esta dirección, el abordaje respecto a la homosexualidad, la familia tipo a la que se refiere Freud, así como tantos otros temas, merecen una revisión acorde a los tiempos que corren. Una revisión que muchos psicoanalistas ya están abordando, sin que ello implique desconocer las bondades que les aporta la teoría psicoanalítica.

El paciente por sobre la teoría o el instrumento

Quizás esta sea una de las enseñanzas más repetidas a lo largo de la formación en psicología. Es la esencia de la práctica.

Es decir, más allá de las sanas discusiones epistemológicas, al momento de encontrarnos con alguien que consulta por su malestar, la empatía y otras habilidades interpersonales cobran mayor relevancia.

Por supuesto, no podemos negar que la teoría nos hace y nos orienta en una dirección. Sin embargo, acompañar en el dolor y en la dirección del cambio requiere de todas las herramientas que conozcamos.