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Speedwatching, así afecta al cerebro ver videos en velocidad 2x

5 minutos
Según cifras de YouTube, los usuarios que ajustaron la velocidad de reproducción en la plataforma ahorraron un promedio de unos 900 años de tiempo de video por día. Pero, ¿cuál es el impacto de esta práctica?
Speedwatching, así afecta al cerebro ver videos en velocidad 2x
Macarena Liliana Nuñez

Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez

Escrito por Daniela Bernal
Última actualización: 05 junio, 2025

El speedwatching es una práctica en la cual se «consumen» contenidos digitales, como videos, canciones, pódcast, series o películas, a una velocidad acelerada, incluso llegando al doble del ritmo normal (2x).

Y aunque este fenómeno es más habitual en jóvenes y niños (Generación Z y Alfa), los de mayor edad tampoco están exentos de hacerlo. De hecho, todos en algún momento hemos estado tentados —o de plano lo hemos hecho— a escuchar más rápido ese audio en WhatsApp de una persona que habla lento, o subir la velocidad a un video para llegar a la parte cumbre más rápido. Estos son ejemplos del speedwatching en acción.

¿De dónde viene el speedwatching?

La función de ver videos a alta velocidad no es nueva. En particular, la primera plataforma que implementó esta herramienta fue YouTube en el año 2010. Y fue pionera en ello durante mucho tiempo, ya que en 2020 fue que comenzó a masificarse —en parte por la pandemia—, llegando a Netflix ese año, y en 2021, a WhatsApp y TikTok.

La principal razón o beneficio por el que las plataformas incluyeron esta funcionalidad fue para ahorrar tiempo, permitiéndole a los usuarios ver mayores cantidades de contenidos en menos tiempo. De igual manera, el speedwatching le da mayor control al usuario sobre cómo quiere consumir su contenido, tal y como señala Neal Mohan, director de producto de YouTube.

Para nadie es un secreto que vivimos en una sociedad con un ritmo de vida acelerado, que valora mucho la productividad. En donde el tiempo es un recurso valioso y que, en ocasiones, parece no ser suficiente. En este contexto, es entendible que esta práctica haya ganado adeptos. Y es que permite a estudiantes y profesionales, por ejemplo, adelantar un video y llegar a los puntos con la información clave más rápido, lo que, a su vez, aumentaría su eficiencia.

El miedo a perderse de algo (FOMO) también guarda relación con este fenómeno. Para ser más precisos, este miedo crea en la persona una necesidad constante de estar al día de todo lo que ocurre, y el speedwatching es una forma de ver más contenido y no perderse «de nada».

Otro posible beneficio

Aparte de ahorrar tiempo y hacer más dinámico el contenido lento, hay otra posible ventaja al hacer speedwatching y tiene que ver con la divagación mental. Esta es cuando tu mente se va a otros temas y dejas de enfocarte en tu labor. Los expertos de un estudio de 2023 señalan que las velocidades de reproducción más rápidas parecen reducir la divagación mental, sobre todo en adultos mayores. Esto los ayudaría, en teoría, a mejorar su productividad.

Consecuencias de ver videos o escuchar audios acelerados

Si bien es cierto que el speedwatching puede tener potenciales beneficios, también posee desventajas a considerar. La psicopedagoga Sylvie Pérez apunta en una entrevista que los más afectados por este fenómeno son los jóvenes y adolescentes en etapas educativas, ya que su cerebro está «en construcción» y es más débil y delicado.

No obstante, aún no hay consenso firme sobre cuánto daño puede generar el consumo de contenidos de forma acelerada si se practica por tiempo prolongado. Eso sí, existe preocupación sobre su posible impacto en habilidades de concentración y procesamiento profundo.

1. Rendimiento y comprensión

El rendimiento académico se refiere a la evaluación posterior al aprendizaje adquirido, y hacer speedwatching tiene una influencia directa en él. En este sentido, aumentar la velocidad de reproducción reduce el rendimiento, notándose más cuando superas la velocidad 2x. Ese menor rendimiento también puede indicar una comprensión menor, es decir, más superficial y menos profunda del tema.

Ahora, una publicación de la Asociación Americana de Psicología señala que el speedwatching podría afectar de forma leve la compresión de personas —sin conocimiento psicológico— sobre un tema de esa área. Sin embargo, esto no ocurre en el caso de alguien que ya posea dichos conocimientos. Esto indicaría que la influencia de la alta velocidad en la comprensión varía, de acuerdo con el aprendizaje previo que tenga la persona.

2. Sobreestimulación y atención

Ten en cuenta que el speedwatching estimula el sistema de recompensa en el cerebro y la producción de dopamina. Al principio, ver videos a alta velocidad puede sentirse como un «subidón», pero si lo haces de manera prolongada, el cerebro se habitúa solo a esos estímulos intensos.

Esto puede ser negativo, ya que si no recibe estímulos a esa velocidad, se vuelve más «pasivo», dificultando el procesamiento de la información, así como la capacidad de atención y concentración, de acuerdo con la experta Pérez. Esto hace que sea más difícil mantener el enfoque.

3. Impaciencia

Este punto está muy relacionado con el anterior, y es que al consumir contenidos a alta velocidad, «entrenamos» al cerebro a ese ritmo. Esto puede afectar la paciencia y dificultar que nos adaptemos a otras situaciones de la vida en las que necesitamos llevar un ritmo más pausado, como, por ejemplo, una plática presencial o leer un libro.

4. Atención al detalle

De igual manera, el speedwatching también podría hacer que pases por alto detalles que pueden afectar tu rendimiento académico o laboral, ya que le estás dando a la información un tratamiento más superficial.

Además, es posible que comprometa tu comprensión de obras artísticas, como películas o series. Esto se debe a que se te haría más difícil notar elementos, como los silencios o gestos que hacen los personajes, que varían el rumbo de la historia.

Practica el speedwatching con moderación

Como con la mayoría de las cosas en la vida, el speedwatching tiene tanto pros como contras. Por ejemplo, podría ser beneficioso en el entorno académico y laboral, cuando observas contenido extenso y con narradores lentos o redundantes. Pero recuerda que si lo usas en exceso, aumenta el riesgo de que te traiga problemas.

La elección final entre utilizar esta herramienta o no es tuya. Pero, si vas a por ello, lo ideal es que lo hagas de forma moderada. No lo apliques en todos los contenidos ni siempre a 2x. En ocasiones, con un ligero aumento personalizado —como 1.1x— basta. Por último, pregúntate al terminar de ver un contenido a velocidad aumentada si lo comprendiste. En caso de que no sea así, es una señal para que bajes el ritmo.


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