¿Qué es la homeostasis?

Escrito y verificado por el médico Leonardo Biolatto

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 06 julio, 2023

El concepto de homeostasis hace referencia a una serie de procesos que se producen en el interior de nuestro organismo. Son procesos que permiten mantener un equilibrio entre nuestro medio interno y el entorno.

La palabra homeostasis proviene del griego, donde hómoios significa igual y stásis, estabilidad. Es un concepto que fue descrito por primera vez en el año 1926 por el científico Walter Cannon.

Este conjunto de procesos son esenciales para la supervivencia, ya que nos permiten adaptarnos a todos los cambios que se producen en el entorno donde vivimos. Por ejemplo, los cambios de temperatura. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre la homeostasis.

¿En qué consiste la homeostasis?

Como ya hemos mencionado, el concepto de homeostasis hace referencia a la tendencia a mantener la estabilidad en el interior de nuestro organismo. Es decir, es la capacidad de adaptarnos a los cambios que se producen en el exterior.

En realidad, este término engloba todos los mecanismos de autorregulación que poseemos. Estos mecanismos hacen que exista un equilibrio dinámico, que varía en función de las condiciones del entorno. Antes hemos señalado la homeostasis de la temperatura, pero otro ejemplo es la concentración de glucosa, por ejemplo.

La homeostasis es necesaria debido a que nuestro cuerpo tiene unos límites bastante estrechos. En el caso de la temperatura, si no fuéramos capaces de regular nuestra temperatura corporal, seríamos totalmente vulnerables.

Si estuviéramos en un lugar donde hiciera mucho calor, nuestro cuerpo sería incapaz de controlarlo. De esta manera, también aumentaría nuestra temperatura, lo cual acabaría haciendo que todos nuestros tejidos sufrieran daños.

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¿Cómo funciona?

Para poder entender la homeostasis, explicaremos el ejemplo de la temperatura. La mayoría de procesos que permiten la homeostasis funcionan gracias a una retroalimentación negativa. Esto consiste en que actúan de manera contraria a la señal que los desencadena.

Es decir, imaginemos que la temperatura del cuerpo asciende debido a que hace mucho calor en el exterior. Lo que ocurriría es que nuestro organismo intentaría bajar la temperatura. Para ello, primero es necesario que se detecte el estímulo.
Existen una serie de sensores que nos permiten detectar este tipo de cambios. Se encargan de informar a nuestro cerebro de cualquier alteración como el calor. Entonces, se ponen en marcha los centros de control, que dirigen la respuesta ante dicho cambio.

Los efectores son los encargados de realizar esa respuesta. En nuestro ejemplo serían las glándulas sudoríparas. Mediante el sudor se elimina calor corporal. Así, se cierra el ciclo y se mantiene un equilibrio estable.

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Homeostasis de la glucosa y diabetes

En condiciones normales, cuando aumenta la concentración de glucosa, el páncreas estimula la secreción de insulina para que esta pase a las células. Lo que ocurre en la diabetes es que nuestro cuerpo no segrega o no puede utilizar la insulina. Por ello, los niveles de glucosa en la sangre aumentan.

En este caso, se rompe el ciclo de retroalimentación negativa. Si esto se mantiene en el tiempo, se producen daños en los tejidos. Además, aparecen síntomas como sed o aumento de las ganas de orinar.

Conclusión

Lo que debemos recordar es que la homeostasis es el conjunto de procesos que tienen lugar en nuestro cuerpo y que nos permiten mantener un equilibrio dinámico en función de las condiciones externas. Todos estos son imprescindibles para la vida.