Qué es la basorexia, cuáles son sus causas y cómo identificarla
Revisado y aprobado por la psicóloga Macarena Liliana Nuñez
La basorexia se define como la obsesión o deseo por besar a alguien, pero es un término que genera muchas dudas. Una de ellas es si se trata de un trastorno, en cuyo caso te indicamos que no es así. De hecho, este fenómeno no cuenta con respaldo científico formal, ni los expertos lo consideran como una enfermedad mental.
También hay quienes se preguntan si es una parafilia, y de acuerdo con expertos, tampoco lo es. Las parafilias son patrones sexuales poco comunes, que pueden causar un daño significativo en la vida de una persona. Mientras que el deseo de besar a alguien no cumple con estas condiciones, ya que es una respuesta común de conexión que tenemos los seres humanos.
Como puedes ver, hay un conjunto de mitos y desinformación sobre el tema. Por ello, intentaremos aportar un poco de luz al asunto e indicarte cuál es el origen de este deseo por besar y qué hacer si se vuelve una preocupación o empieza a afectar tu bienestar.
¿De dónde viene la basorexia?
Las ganas de besar a alguien son algo frecuente y están vinculadas con la conexión emocional, la atracción y la necesidad de establecer vínculos sociales que tenemos todas las personas. Cuando besamos, hay varias sustancias químicas que se producen en el cerebro. Una de ellas es la dopamina, que hace que percibamos la sensación de placer y forma parte del sistema de recompensa que tiene el cerebro.
También generamos serotonina, que nos hace experimentar felicidad; y oxitocina, conocida como la hormona del amor, que influye en los vínculos sociales y el apego. El conjunto de ellas hace que al besarnos con otra persona se produzca un conjunto de sentimientos positivos, como lo son el placer, bienestar y la conexión.
¿Cuándo es una preocupación?
Ten en cuenta que el deseo por besar a alguien varía de una persona a otra y eso se debe a que todos somos diferentes. No hay algo así como «una cantidad indicada de besos» ni mucho menos. Más bien, depende del contexto, tu personalidad y con lo que te sientas cómodo/a.
Ahora bien, la basorexia se puede volver una preocupación si interfiere en tu bienestar emocional y las relaciones que mantienes con otros.
Por ejemplo, algunas personas pueden llegar a experimentar vergüenza o arrepentimiento por tener este deseo de forma constante, lo cual los afecta a nivel emocional. También hay quienes llegan a sentirse muy ansiosos por ello.
En estos casos, es posible que esas ganas irrefrenables de besar a alguien vengan de otra fuente. Hay personas que tienen necesidades emocionales insatisfechas, ya sea porque tuvieron esta carencia durante su infancia o porque lo vivieron con parejas anteriores. Por ello, pueden ver a los besos como una vía para obtener esa conexión emocional y vincularse con su pareja.
También es posible que la persona experimente soledad, estrés o ansiedad y que estos puedan ser el origen de ese mayor deseo de besar. Esta acción sería como una manera de reducir o «combatir» esas emociones.
¿Se puede tratar la basorexia?
Como te indicamos antes, el deseo de besar es algo normal. Pero si consideras que ha aumentado y afecta tu calidad de vida, hay ciertas estrategias que puedes poner en práctica para recuperar tu bienestar. Eso sí, ten en cuenta que requieren de tiempo y constancia de tu parte.
1. Practica el autoconocimiento
Como su nombre lo indica, el autoconocimiento es el entendimiento que tiene la persona sobre ella misma. No solo se trata de sus gustos, sino también de ser consciente de las emociones y sentimientos que experimenta. Esto es muy útil en el caso de la basorexia, ya que puede ayudarte a identificar las emociones y motivaciones detrás de ella.
Una estrategia sencilla para desarrollar el autoconocimiento es escribir un diario, en donde plasmes tu sentir. Al leerlo, podrás ver con mayor claridad tus emociones y podrás gestionarlas de una mejor manera.
También puedes hacer sesiones de autorreflexión. Basta con dedicar unos minutos al día a pensar en las acciones realizadas durante el día y cómo te hicieron sentir. Así podrás fomentar una mejor relación con tu persona.
2. Fomenta el autocuidado
Es probable que la palabra autocuidado te suene a alimentación saludable o a medidas de higiene. Lo cual es cierto, en parte. Pero también incluye el cuidado emocional de nosotros mismos, en el que debes trabajar para gestionar la basorexia. Esto te permitirá identificar y buscar maneras de hacerle frente.
Algunas estrategias de autocuidado emocional son las prácticas de atención plena, como la respiración consciente o el mindfulness, puesto que contribuyen a regular las emociones y promover el bienestar.
3. Fortalece tus relaciones interpersonales
Trabajar en la comunicación y el fortalecimiento de tus vínculos afectivos puede ayudarte a canalizar los deseos de intimidad y conexión de manera más efectiva. En particular, es de gran importancia que hables con tu pareja sobre el tema y esté al tanto de tu sentir, porque así evitarás malos entendidos entre ustedes, que pudieran surgir por este comportamiento.
De igual manera, podrías probar distintas acciones con tu pareja. Por ejemplo, tomarle de la mano o abrazarlo cuando surge el deseo podría ayudar a controlar la ansiedad que tiene por besar.
4. Busca apoyo terapéutico
Ahora, ten en cuenta que, si el deseo por besar a alguien te genera una ansiedad o preocupación significativa, es momento de buscar ayuda profesional. Con su guía abordarás las fuentes que podrían estar trayendo este fenómeno.
La terapia cognitiva conductual es una buena opción terapéutica en estos casos. En ella identificas lo que te genera la basorexia y cambias esos pensamientos negativos asociados por otros positivos.
Recuerda: la basorexia no es una enfermedad
Varios de los comentarios que encontramos en la red sobre la basorexia indican que es un trastorno o una enfermedad y no es así. Como te hemos explicado a lo largo de estas líneas, este deseo es algo natural y viene de la necesidad que tenemos todos los seres humanos de conectar emocionalmente con otras personas.
Por lo tanto, no es algo por lo que deberías avergonzarte. Pero, si tienes esta idea y te afecta a nivel emocional, entonces es hora de ponerte manos a la obra, trabajar en tu persona y buscar ayuda. Así podrás volver a dar todos los tipos de besos a los que quieres, sin ningún sentimiento negativo de por medio.
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