Quiero un abrazo que me apague todos los miedos
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
Nuestros miedos tienen muchas formas y tantos orígenes que, en ocasiones, nos sentimos frágiles e incluso perdidos. Todos hemos pasado por estas épocas de dificultad personal.
Tener a alguien que en el momento adecuado y preciso sea capaz de darnos un abrazo sin necesidad de palabras es un modo de reafirmar el vínculo, fortalecer una relación y dejar a un lado muchos de esos temores que tanto desdibujan nuestra felicidad.
Somos criaturas sociales que buscan seguridad, que luchan por su crecimiento personal y que, en ocasiones, no son tan fuertes como esperan. Por ello, son necesarias estas muestras de cercanía donde un abrazo es, sin duda, la mejor medicina para muchos males.
Los miedos que nos asaltan en épocas de dificultad
Todos queremos abrazos que nos apaguen los miedos, que nos digan que todo va a ir bien, que la vida a veces es complicada, pero que contamos con el apoyo de las personas que más nos quieren.
Ahora bien… ¿Qué hace en realidad que un día nos levantemos con cierta desesperanza, tristezas o un ánimo más bajo de lo normal? Lo creas o no, nuestras emociones son muy sensibles y atienden a muchas causas y orígenes.
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Te lo explicamos.
¿Por qué estoy de tan mal humor?
- En ocasiones, muchos estados de ánimo bajos tienen como principal sintomatología el mal humor. Lejos de entender esos procesos internos nos dejamos llevar por ese malestar, permitiendo que nuestro ánimo se transforme en inquietud, rabia y malestar.
- Todo nos molesta y no sabemos muy bien por qué. El mal humor puede volverse muy recurrente, y encerrar a su vez un profundo malestar existencial y emocional.
- El simple hecho de ser conscientes de nuestros enfados y querer comprender cuál es su origen puede ayudarnos de por sí.
Los miedos que nos asaltan de la noche a la mañana
- Seguro que te ha pasado alguna vez: te levantas por la mañana y, de pronto, te das cuenta de que no vas a poder con toda la jornada. No importa lo despejado que esté el día: las tinieblas están en tu mente.
- Lo primero que debemos hacer es descartar causas orgánicas. En ocasiones, una mala alimentación puede hacer que nuestro sistema inmunológico se debilite y bajen nuestras defensas y con ello, nuestro ánimo.
- Otro aspecto que debemos tener en cuenta son los desencadenantes. Puede que el día anterior alguien te haya dicho algo, hayas visto algo o un estímulo te traiga un recuerdo del pasado.
- Lejos de darnos cuenta de ese impacto emocional, lo dejamos ir. Ahora bien, sus efectos no tardarán en aparecer a los pocos días.
Recuerda siempre que, si algo te molesta, te hace daño o te preocupa, no lo debes dejar ir: resuélvelo cuanto antes para que no derive en rabia, indefensión o en una preocupación que abra la puerta a tus miedos de antaño.
Esos abrazos que dejan ir nuestros miedos
El apoyo emocional de las personas que nos quieren nos puede servir de gran ayuda. No obstante, hemos de tener clara una cosa. Solo nosotros mismos podemos hacer frente a nuestros miedos, solo nuestra voluntad los doblegará para permitirnos vivir mejor.
Toda época de dificultad requiere un esfuerzo compartido: nuestra voluntad para el cambio y la ayuda de las personas amadas.
En ocasiones, los abrazos son el mejor lenguaje para el alma
- Las palabras no siempre ofrecen la terapia que necesitamos. Que nos digan que todo se va a arreglar, que el dolor de ahora se irá mañana o que nos siguen amando igual que ayer no siempre reconforta.
- Por ello, los abrazos son casi siempre los mejores agentes para disuadir miedos e inseguridades.
- Envolver con nuestro cuerpo a otra persona supone ofrecer alivio físico y emocional. Nos convertimos en pilares en los que sujetar al otro y donde protegerlo. Tanto de los miedos interiores como de los peligros exteriores.
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El mundo se detiene con un abrazo
- Vivimos en una sociedad pautada por las prisas, por esa inmediatez donde todo pasa y nada queda. El trabajo, las responsabilidades y las prisas hacen que dejemos de cultivar esos instantes de complicidad entre nosotros.
- El tiempo se detiene con los abrazos. Solo existen dos personas que dejan a un lado sus mundos particulares para unirse en una misma entidad cargada de afecto y valor.
Es importante tomar conciencia de estos actos de unión entre nosotros donde el cerebro se reconforta, donde el corazón se relaja y la mente, encuentra de pronto su equilibrio apagando miedos e incertezas.
Practícalo con los tuyos, con tu pareja, con tus hijos, con la gente que aprecias. Son pequeños gestos que edifican mundos enteros de sentimientos sinceros y de cariño. Vale la pena.
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Jiménez-Maldonado, M. E., Gallardo-Moreno, G. B., Villaseñor-Cabrera, T., & González-Garrido, A. A. (2013). La distimia en el contexto clínico. Revista colombiana de Psiquiatria, 42(2), 212-218.
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