2 recetas de croquetas de jamón
¿Quieres preparar unas auténticas croquetas de jamón, como las que hacen las abuelas o las que te pueden servir en un buen bar de tapas? No te pierdas las dos versiones que te ofrecemos a continuación, con todos sus trucos y secretos. ¡Disfruta de este plato versátil en cualquier ocasión y sorprende a todos con tus habilidades culinarias!
Las croquetas son una comida habitual en muchos hogares españoles. Se toman como plato principal, guarnición o aperitivo en cualquier época del año.
En la última década, han ganado mucha popularidad en bares y restaurantes, convirtiéndose en un plato muy apreciado por sus fans incondicionales.
Este bocado tan tradicional es, en realidad, una receta de aprovechamiento. En su base se encuentra siempre la bechamel, que se mezcla con todos los ingredientes imaginables: pollo, cocido, espinacas, bacalao, marisco, boletus o berenjenas, por citar solo algunos ejemplos.
Descubre como preparar este delicioso platillo español
Las croquetas de jamón son unas de las más clásicas. Cada familia y cada chef tiene su receta favorita y sus secretos particulares pero, al final, todas comparten ciertos pilares. A continuación te ofrecemos dos versiones para poder disfrutar de este aperitivo en casa.
1. Croquetas básicas de jamón
Esta receta está elaborada solo a partir de una bechamel y tacos de jamón. Su resultado final es un tanto rústico, para aquellos a quienes les guste notar los ingredientes de la masa.
Ingredientes para hacer la masa
- 65 gramos de mantequilla.
- 65 gramos de harina.
- 500 mililitros de leche.
- 200 gramos de jamón serrano.
- Sal y pimienta.
- Nuez moscada.
Ingredientes para el rebozado
- 2 huevos.
- 200 gramos de pan rallado (de forma aproximada).
- Aceite de oliva para freír.
Preparación
- Para elaborar las croquetas de jamón, empezamos con la bechamel. Para ello, colocamos una cacerola u olla en el fuego y añadimos la harina. Dejamos que esta se tueste durante unos diez minutos sin parar de remover para evitar que se queme.
- Mientras, ponemos a calentar la leche a fuego muy suave sin que llegue a hervir. Cuando la harina ya está cocida, vertemos poco a poco la leche y seguimos mezclando sin parar. De esta forma, evitamos que se formen grumos.
- A continuación incluimos la mantequilla cortada en dados. Una vez integrada, dejamos que todo el conjunto se haga a fuego suave (unos 15 minutos más). Tenemos que obtener una salsa espesa y cremosa.
- Para acabar de elaborar la masa, añadimos el jamón cortado en tacos pequeños, salpimentamos al gusto y rallamos un poco de nuez moscada. Apagamos el fuego y dejamos que se atempere.
- Pasamos esta mezcla a una bandeja y la tapamos con papel film. La introducimos en la nevera para que repose. El tiempo mínimo es de unas 3 horas, aunque también se puede hacer de un día para otro.
- Ahora, vamos a montar las croquetas y a freírlas. Cogemos la masa del refrigerador, la cortamos en unas 24 porciones y le damos la forma adecuada a cada una.
- Pasamos cada croqueta por el huevo batido y después por el pan rallado, ¡asegúrate de que queden bien cubiertas! Luego, las introducimos en una sartén con aceite abundante y bien caliente. Dejamos que se doren de manera uniforme, las colocamos sobre papel de cocina para que no queden aceitosas, ¡y listo! Ya puedes servirlas.
2. Croquetas de jamón y caldo de pollo
Al introducir cebolla y una parte de caldo en la elaboración de la masa, obtenemos unas croquetas con una textura un poco más suave, pero con un sabor más destacado.
Ingredientes para la masa
- Medio litro de leche.
- 200 mililitros de caldo de pollo o de cocido.
- 1 cebolla mediana.
- 250 gramos de jamón serrano.
- 15 gramos de mantequilla.
- 2 cucharadas de aceite de oliva (30 mililitros).
- 100 gramos de harina.
- 25 gramos de almidón de maíz.
- Sal.
- Nuez moscada.
Ingredientes para rebozar y freír
- 2 huevos.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva.
Preparación
- Para empezar, lavamos, pelamos y cortamos la cebolla en dados muy pequeños. Por otro lado, picamos el jamón en taquitos o lo cortamos en virutas.
- Ponemos una sartén al fuego y añadimos la mantequilla y las dos cucharadas de aceite de oliva. Agregamos la cebolla y la dejamos cocinar de forma suave, hasta que quede transparente. Acto seguido, sumamos el jamón y salteamos unos 2 minutos más.
- En otro cazo pequeño, ponemos la leche a calentar.
- A continuación introducimos la harina en la sartén (junto con la cebolla y el jamón) y, sin parar de remover, la tostamos durante unos 5 minutos. Después, vertemos la leche poco a poco, sin dejar de mezclar y con la ayuda de unas varillas.
- Deshacemos el almidón de maíz en el caldo caliente y lo incorporamos a la masa. No hay que dejar de remover, para evitar que se pegue o que se formen grumos. Añadimos un poco de sal y nuez moscada.
- Pasados 10 minutos la masa ya estará en su punto. En este momento, la colocamos en una bandeja, la tapamos con plástico film y la introducimos en la nevera. Pasadas 3 horas ya se puede dar forma a las croquetas, pero también podemos esperar hasta el día siguiente.
- Cogemos porciones de masa con las manos y les damos la forma deseada. Pueden ser más rollizas o más alargadas, dependiendo del gusto de cada uno. Las pasamos por el huevo batido y por el pan rallado y las freímos en aceite bien caliente. Cuando estén doradas, las colocamos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
¿Cómo las podemos servir?
Existen varias formas de servir y presentar las croquetas, dependiendo del tipo de comida que vayamos a preparar.
Si las hemos elaborado como entrante o segundo plato de un almuerzo o una cena, las podemos acompañar de una ensalada, unas verduras salteadas o una vichyssoise.
En cambio, si van a formar parte de un aperitivo o una comida más informal, las podemos servir acompañadas de otros platillos variados: guacamole, empanadillas, tortilla de patatas, hummus casero, tacos de queso, entre otros. En este último caso, puede ser más adecuado preparar croquetas de un tamaño más pequeño.
Recomendaciones para hacer croquetas de jamón en casa
Siguiendo los pasos de cada receta es posible obtener unas croquetas con una textura suave, crujientes y muy sabrosas. No obstante, si queremos evitar algún pequeño contratiempo o es la primera vez que las hacemos, existen trucos que pueden ser muy útiles durante el proceso.
Son tres los puntos básicos en los que se asienta el éxito de unas croquetas caseras bien hechas:
- La masa: En el momento de prepararla, es imprescindible agregar la leche caliente y poco a poco. Esta se debe remover con varillas manuales. Si decidimos agregar una parte de caldo, procederemos de la misma manera. Además, es importante que esta pasta repose unas cuantas horas (mínimo 3), tapada con plástico para que no se forme una costra en la superficie.
- El rebozado: En principio, no es necesario pasar las croquetas por harina antes de cubrirlas con el huevo y el pan rallado. Si se añade este paso, van a tener mayor consistencia, pero tiene que ser en muy poca cantidad. En el momento de rebozarlas, es importante tener las manos muy secas, para que este no quede humedecido.
- La fritura: Uno de los aceites más adecuados para freír croquetas y otros alimentos es el de oliva, debido a su punto de humo más alto que el de otras opciones. Por este motivo, aguanta mejor las altas temperaturas sin perder sus propiedades. Es preferible elegir uno suave, para que no predomine mucho su sabor. Hay que tener en cuenta que el aceite tiene que estar bien caliente y que vamos a introducir las croquetas en la sartén en pequeñas tandas, de 4 a 6 unidades.
Una vez listas, conviene comerlas al momento, ya que así se pueden disfrutar en la temperatura adecuada, bien jugosas y crujientes por fuera. Por lo tanto, no se aconseja prepararlas antes.
Lo que sí que se puede elaborar con antelación es la masa. Esta se puede dejar en la nevera unos 2 o 3 días, o bien congelarla durante 2 meses. Incluso, es posible guardar las croquetas ya formadas (aunque sin rebozar). El día que se quieran cocinar, tan solo será necesario empanarlas y freírlas unos minutos antes de servir.
Cocina esta deliciosa receta clásica
Las croquetas de jamón, o de cualquier otro ingrediente, forman parte de una lista de platos que vale la pena saber cocinar.
Estas suelen tener el éxito asegurado y son muy versátiles, pues tanto valen para una comida informal como para servir en el día a día. Además, si disponemos de un poco de masa ya preparada, nos pueden sacar de un apuro de forma rápida y sencilla.
Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.