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El refuerzo positivo en la educación de los hijos

7 minutos
¿Por qué es tan importante el refuerzo positivo en la educación de los pequeños? Te lo contamos.
El refuerzo positivo en la educación de los hijos
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Última actualización: 06 julio, 2023

El refuerzo positivo en la educación es todo aquello que, seguido a un comportamiento, hace que este aumente la probabilidad de volver a repetirse. Existen muchos refuerzos positivos. Además, varían de persona en persona. Un halago, devolver un favor o un abrazo, son ejemplos de refuerzo positivo, siempre y cuando aumenten la probabilidad de volver a comportarse de la forma que suscitó dicho refuerzo.

Educar a un hijo es una de las tareas más hermosas y desafiantes. Requiere paciencia y habilidad, pero con el refuerzo positivo adecuado se pueden incentivar correctamente los comportamientos más pertinentes para su desarrollo.

¿Qué es el refuerzo positivo en la educación y por qué es tan importante?

El refuerzo positivo consiste en estimular los comportamientos con una consecuencia positiva que queremos que el niño implemente en su día a día, como señala este estudio llevado a cabo por la profesional Marta Albert.

Un ejemplo de ello sería el aprendizaje de diversos conocimientos y actividades positivas y saludables. La idea base se resume en elogiar, premiar y reconocer las actitudes positivas para que sean más fácilmente asimiladas.

Los adultos tienen que ofrecer una respuesta agradable y estimulante frente a los comportamientos deseados de los niños. Por ejemplo, los padres le ofrecerán un halago o un gran beso después de que haya puesto en orden su dormitorio, o le darán un premio por haberse portado bien. Así, los pequeños desarrollarán más fácilmente conductas adecuadas mientras fortalecen su autoestima y sus habilidades de aprendizaje y sociabilización.

La primera escuela del refuerzo positivo en la educación es la familia

En el entorno familiar el niño aprende a entenderse a sí mismo para saber cómo reaccionar y qué respuestas provocan sus comportamientos. Por eso, aprenden directamente de sus primeros maestros, sus padres, y también de cómo estos actúan frente a lo que él o sus hermanos hacen.

En este sentido, la coherencia de los padres y la continuidad en el propósito de atender a la educación de su hijo es un factor primordial. Por eso, el estímulo positivo debe ser el premio a un esfuerzo por conseguir algo. En este sentido, el famoso test de la golosina de Walter Mischel es muy ilustrativo:

  • Los niños muestran los trucos más creativos para contenerse y no comer la golosina, esperando que el investigador vuelva para recibir dos.
  • Saber esperar es una condición que se aprende y el refuerzo positivo contribuye a desarrollarla.

Esta estrategia puede aplicarse con otras conductas utilizando otros refuerzos. Los comportamientos así aprendidos se instalan en el niño y no se olvidan.

¿Cómo es el refuerzo positivo?

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  • El refuerzo positivo no siempre tiene que ser un bien material, como un juguete o una golosina. Un paseo, un beso, un elogio o una palabra cariñosa también son respuestas muy positivas para los más pequeños.
  • Es importante establecer criterios fácilmente identificables para favorecer el entendimiento de los niños. En caso contrario, el menor puede asimilar que cualquier conducta merece un premio, y se creará una mala costumbre difícil de revertir.
  • Otro aspecto fundamental es ofrecer la recompensa en un plazo corto y detallado. Es decir, el niño no debe esperar mucho tiempo para recibir su premio. En ese caso, dejaría de ser una maniobra eficiente.
  • El refuerzo positivo es como el anzuelo que mueve el comportamiento. Por lo tanto, tiene que ser tentador, agradable, pues actúa como elemento motivador. Y así lo evidencia este trabajo llevado a cabo por investigadores de la Unidad Académica de Ciencias Sociales (Machala, Ecuador).

Lo ideal es que el refuerzo positivo sea ofrecido inmediatamente en respuesta a un buen comportamiento, ya que esto facilita el aprendizaje a través de la asociación comportamiento-refuerzo positivo.

Consejos para aplicar el refuerzo en el aprendizaje de tu hijo

El refuerzo positivo puede ser aplicado a diario para optimizar el aprendizaje de tu hijo. Y no solamente cuando se trata de materias escolares y conocimientos académicos. También es un excelente aliado para incentivar la participación en las tareas del hogar. A continuación, te ofrecemos consejos simples para motivar correctamente a tus pequeños.

1. No utilizar la violencia (verbal, emocional o física)

Antiguamente era muy común recurrir a la violencia cuando los niños desobedecían. Hoy en día, sabemos que la agresión verbal, emocional o física es poco productiva. Un niño expuesto a un ambiente violento suele demostrar dificultades de aprendizaje y de sociabilización, además de trastornos de conducta. Y así lo evidencia el libro Educar sin violencia.

Por ello, el refuerzo positivo niega y excluye cualquier tipo de conducta o vocabulario agresivo. Conservar la integridad física, intelectual y emocional de nuestros niños es indispensable para una educación saludable.

2. Reservar un tiempo exclusivo para tu hijo

La falta de tiempo puede llevar a no dedicar la debida atención a la educación diaria de los hijos. Se deja de participar en su proceso de aprendizaje y se pierden momentos importantes de su formación.

Como bien sostiene un artículo publicado por la Revista de Estudios Pedagógicos, la ausencia de comunicación y participación daña las relaciones entre padres e hijos. Además, dificulta el reconocimiento de problemas de aprendizaje. Por ello, reservar un tiempo solamente para tu pequeño es indispensable en su día a día.

3. Práctica regular de ejercicios físicos

Los niños y los adolescentes experimentan momentos de intenso crecimiento y desarrollo hormonal. Estos cambios influyen en su forma de ver, sentir y entender el mundo a su alrededor. La práctica regular de ejercicios físicos proporciona el gasto de energía y la regulación de la producción hormonal. Además, tal y como sostiene un artículo publicado por la Revista Española de Pediatría, contribuye al fortalecimiento de los músculos y los huesos durante su crecimiento y equilibra el metabolismo.

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Por otro lado, incentiva la actividad cerebral y ayuda a “despejar” la mente. Sin dejar de mencionar su acción benéfica para reafirmar la autoestima. Asimismo, los ejercicios físicos no traen solamente beneficios al cuerpo, sino que incentivan el desarrollo intelectual y emocional. Por ello, son fundamentales en el refuerzo positivo de tus hijos.

4. Incentivar su desarrollo intelectual y emocional en el hogar

Las personas adquirimos conocimientos con el tiempo y gracias a la educación que recibimos. Es un error creer que solamente las escuelas y los maestros deben incentivar el aprendizaje de tu hijo. En realidad, las bases de su aprendizaje y habilidades se establecen en el hogar.

Por ello, es responsabilidad de la familia proporcionar el refuerzo positivo adecuado desde las primeras semanas de vida. Este puede ser al aprender sus primeras palabras, hacer sus tareas o aprender las normas de compartir y ayudar en casa.

5. Darle preponderancia al «bolígrafo verde»

Se recuerda en este punto, gracias a El pequeño libro de la motivación (2016) de Rubén Turienzo, la técnica de Skinner, en la cual se refuerza los logros con el bolígrafo verde para que se convierta en lo más visible, más fácilmente de recordar y replicar.

Marcando lo bien hecho o lo mejor logrado, se estimula a que el niño se esfuerce por llegar a ese nivel de exigencia. La marca roja, al contrario, fijaría la atención en el error, llevando no al entusiasmo sino al desánimo.

6. ¿Qué debemos evitar?

  • Gestos o comentarios que lleven al niño a desconfiar de sus capacidades.
  • Hacerle pensar o creer que requiere una capacidad mayor para hacer algo.
  • Compararlo con otros niños, más capacitados, adelantados o más rápidos.

7. No tener vergüenza de buscar ayuda profesional

La dificultad de aprender o establecer relaciones pueden constituir trastornos complejos que necesitan tratamiento especializado. Algunas veces, los cambios de conducta y comportamiento revelan enfermedades psicosomáticas. Por ello, no hay que tener vergüenza de recurrir a un profesional para ayudar a tu hijo. El médico pediatra podrá indicar un psicólogo o psicopedagogo especializado en refuerzo positivo para niños y jóvenes.

Sobre el refuerzo positivo en la educación podemos decir…

En definitiva, creemos que es importante recordar que el mejor refuerzo positivo para nuestros hijos somos nosotros mismos. Por ello, el amor, el cariño y el respeto son la mejor forma de educar en cualquier edad.

Educar no consiste exclusivamente en castigar y privar. De hecho, es mucho mejor promover comportamientos adecuados a través del refuerzo positivo. De esta manera, se evitará tener que castigar a los niños.


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