Remedios y cuidados en casa contra el crup

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 06 julio, 2023

La implementación de algunos remedios y cuidados en casa puede ayudar a sobrellevar los síntomas del crup. Esta infección viral, conocida también como «laringotraqueítis aguda», compromete la salud de las vías respiratorias superiores y suele afectar en mayor medida a los niños entre los 6 meses y los 3 años.

En el pasado, el término “crup” solo designaba a la infección por la bacteria Corynebacterium diphtheriae. En la actualidad, según la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria, el concepto incluye a varias afecciones laríngeas, traqueales y de los bronquios.

Los niños mayores, los adolescentes y los adultos también pueden padecerlo. En particular, se caracteriza por «tos perruna» y dificultad respiratoria. Además, también puede manifestarse con ronquera al hablar, fiebre baja y congestión nasal. ¿Cómo afrontarla? ¿Cuándo consultar al médico? ¡Sigue la lectura!

¿Qué es el crup y cuáles son sus causas?

Antes de conocer en detalle los remedios y cuidados para paliar el crup, es importante hacer un breve repaso sobre las características más importantes de esta infección viral. Cabe mencionar que está causada por varios tipos de virus, como los siguientes:

• Virus parainfluenza.
• Virus sincicial respiratorio (VSR).
• Sarampión.
• Adenovirus.
• Influenza A y B.

Para ser más precisos, provoca la inflamación de la laringe y de la tráquea, lo que conlleva a la manifestación de estridor inspiratorio y tos perruna. Además, si se extiende hacia los bronquios, se le llama «laringotraqueobronquitis».

En general, suele mejorar con la aplicación de algunas medidas de autocuidado. Asimismo, hay remedios naturales que ayudan a mitigar los síntomas.

De todos modos, conviene estar alertas, dado que ciertos casos empeoran y causan las siguientes complicaciones:

• Neumonía.
• Traqueítis bacteriana.
• Edema pulmonar.
• Muerte (raros casos).

Remedios caseros para calmar el crup

En la mayoría de los casos, el crup mejora con el paso de los días, al igual que otras infecciones virales del tracto respiratorio superior. No obstante, la tos, la congestión y las dificultades para respirar producen un estado de malestar general. Para minimizarlo, se pueden aplicar los siguientes remedios caseros.

1. Terapia con humidificador

La terapia con un humidificador de vapor frío se ha popularizado por su capacidad para reducir el aire seco y los síntomas asociados a este. En el caso del crup, su utilización permite controlar la irritación de las vías respiratorias, la congestión y las dificultades para respirar.

Si bien no hay suficientes evidencias científicas sobre estos beneficios, la Clínica Mayo destaca en una de sus publicaciones que es un elemento útil para aliviar los síntomas de un resfriado u otra afección respiratoria.

Eso sí, esta entidad advierte que se le debe dar un uso adecuado, pues demasiada humedad es contraproducente. Además, si no está limpio, el aparato acumula moho y bacterias que empeoran las enfermedades.

Lo ideal es que la humedad en casa esté entre el 30 % y el 50 %.

2. Aceites esenciales

Los aceites esenciales se obtienen a partir del procesamiento de plantas, flores, especias y algunas frutas. Se trata de una mezcla de compuestos volátiles que ejercen actividad farmacológica.

De acuerdo con un estudio divulgado en Flavour and Fragrance Journal, algunos aceites de este tipo tienen potencial terapéutico contra las infecciones del tracto respiratorio. Su inhalación o aplicación vía transdérmica mitiga la congestión, las molestias respiratorias y la tos.

Algunos recomendados son los siguientes:

• Aceite esencial de anís.
• Aceite de menta.
• Fruto de hinojo amargo.
• Aceite de tomillo.
• Aceite de árbol de té.

La forma más común de utilizarlos es mediante inhalación. Para ello, se diluyen algunas gotas en agua hirviendo y se respira el vapor.

¡Cuidado! En el caso de los niños, este método resulta peligroso por el agua caliente. Debe ser supervisado, o bien, se debe elegir un método más seguro.

También se pueden agregar en un difusor de aromas o aplicar de forma tópica. En este último caso, suelen combinarse con un aceite portador (de coco, de almendras o de oliva) y se masajea el pecho, el cuello y las glándulas.

Advertencia

Estos productos no están exentos de contraindicaciones y efectos secundarios. En algunos niños, su uso deriva en reacciones alérgicas.

Por ejemplo, un reporte de caso en Journal of Neurosciences in Rural Practice sugiere evitar el uso de aceite de eucalipto en niños pequeños, ya que se asocia con convulsiones y otros efectos secundarios.

Cualquier manifestación de alergia es razón suficiente para evitar el uso de aceites esenciales. Lo ideal es hacer una pequeña prueba del producto antes de emplearlo en su totalidad.

3. Medicamentos de venta libre

Los bebés y los niños pequeños no deben consumir medicamentos de venta libre sin recomendación previa del pediatra. Una publicación compartida en University of Rochester Medical Center detalla que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) desaconsejan estos fármacos en menores de 2 años.

¿La razón? Su uso supone riesgos potenciales y efectos secundarios que van de leves a graves. Para un empleo seguro, el pediatra o médico de cabecera debe establecer primero un diagnóstico. Además, ha de ajustar la dosis según la edad, el peso y el problema de salud.

En el caso del crup, si hay fiebre baja o moderada, suelen emplearse antifebriles de venta libre como el paracetamol y el ibuprofeno.

Cuidados que ayudan al alivio del crup

Además de los remedios mencionados, hay otros cuidados básicos que aceleran la recuperación en caso de crup. Lo idóneo es implementarlos de forma simultánea con los remedios para una mayor sensación de alivio.

Asegurar un ambiente cómodo y tranquilo

Los síntomas propios del crup hacen que el niño se agite y llore. En consecuencia, la congestión se incrementa, al igual que las molestias respiratorias.

Por eso, en la medida de lo posible, hay que tratar de que se sientan cómodos y tranquilos. Para ello se puede aplicar lo siguiente:

• Cerciorarse de que la habitación esté limpia.
• Darles su juguete favorito para que esté entretenido.
• Hablarse suave y con voz tranquilizadora. También puede funcionar cantar algo de su agrado.
• Hacerle suaves masajes en la espalda.
• Encender el difusor de aromas.

Cuidar la hidratación

Tal y como lo detalla un estudio divulgado en Annals of Nutrition and Metabolism, la hidratación desempeña un papel importante en los niños por motivos fisiológicos y por la adopción de hábitos de bebida saludables. Ante infecciones virales, este hábito cobra mayor relevancia.

Dada la inflamación de la laringe, lo idóneo es proporcionarle al menor bebidas frías, paletas y gelatinas para contribuir a su hidratación. Los niños mayores de 7 años pueden recibir otras bebidas calmantes, como las infusiones de frutas, de manzanilla o de limón y miel.

Mejorar su postura

Cuando el crup causa dificultades para dormir por las molestias respiratorias, mejorar la postura puede ayudar. Para ello se pueden apilar varias almohadas, de modo que duerman levemente inclinados hacia delante.

¿Cuándo hay que consultar al médico?

Lo normal es que estos remedios ayuden a mejorar el crup en un par de días. Aun así, los síntomas pueden hacerse más notorios en la noche. Si no hay una mejora, o bien, hay señales de complicaciones, lo mejor es acudir al médico.

Hay que solicitar atención inmediata ante las siguientes manifestaciones clínicas:

• Aleteo nasal.
• Antecedentes de crup.
• Inicio repentino de tos áspera.
• Sibilancias del pecho en reposo.
• Coloración azul de los labios o las uñas.

¿Qué hay que recordar sobre los remedios para el crup?

El crup es una infección viral que afecta las vías respiratorias superiores. Suele darse en niños pequeños, pero puede aparecer en personas de cualquier edad.

En general, el cuadro mejora en un par de días. Sin embargo, los síntomas pueden calmarse con algunos remedios y cuidados. Ante la duda o las señales de complicaciones, lo mejor es consultar al pediatra.