¿Qué sientes cuando te enamoras de verdad?

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Carolina Betancourth

Última actualización: 09 julio, 2023

Cuando te enamoras de verdad, sientes que estás en una nube. No sabes exactamente por qué ha ocurrido, ni como explicarlo, lo único que haces es recrearte en esa sensación tan plena y emocionante.

Sin embargo, muchas personas son incapaces de diferenciar el amor de la simple atracción. Esto les lleva a múltiples problemas, puesto que se embarcan en relaciones muy serias sin estar preparados.

También hay que tener en cuenta que lo que se suele definir cómo enamoramiento no deja de ser una variante idealizada y platónica del amor de verdad. Este aparece después de un tiempo, cuando ya se conoce a la persona lo suficiente, y la emoción es más calmada, pero no por ello, menos bonita.

Sea como fuere, hoy vamos a enseñarte a identificar las características que rodean a este proceso.

¿Que se siente cuanto te enamoras de verdad?

No dejas de pensar en esa persona

¿Es tu primer pensamiento del día? ¿te imaginas momentos a su lado antes de dormir? Entonces, quizás te estés enamorando. Si su imagen permanece en tu mente la mayor parte del tiempo, es posible que las emociones que te genere sean muy fuertes.

Además de esto, si cuando piensas en ella no puedes evitar sonreír, es muy probable que el arco de Cupido haya hecho diana en tu corazón.

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Sientes “mariposas” en el estómago

Puede que ya sientas las denominadas “mariposas” en el estómago. Esta sensación se traduce por un cosquilleo interior que suele percibirse al pensar en esa persona o al estar con ella.

Hay quien, incluso, pierde el apetito. Si es tu caso, procura seguir alimentándote de manera normal, a pesar de no tener hambre. Recuerda que lo primero es tu salud.

Tu corazón late rápido

Estás más nervioso de la cuenta y, al verle, tu corazón se acelera. Esas pequeñas taquicardias son normales, y muestran que existe un sentimiento fuerte hacia la otra persona.

Suele deberse a la necesidad de agradar al otro, al miedo a meter la pata o, incluso, a la emoción acerca del transcurso de la cita. Esta sensación es muy característica y denota una atracción profunda.

Quieres pasar tiempo a su lado

Cuando te enamoras de verdad de alguien, quieres compartir todo tu tiempo libre con esa persona. Es lo más normal. Durante los primeros días, semanas y meses buscarás una y mil excusas para vivir muchas experiencias a su lado.

Sin embargo, si lo que deseas es una relación saludable y duradera, debes tener presente que ambos necesitáis pasar tiempo a solas o con vuestros amigos. Absorber demasiado al otro es el primer paso hacia el fracaso.

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Te preocupa la otra persona

A medida que conoces a la persona que te gusta, te empiezas a dar cuenta de que es muy importante en tu vida. Esto pasa poco a poco, casi sin que te des cuenta.

Cuando las cosa avanzan por buen camino, sientes la necesidad de saber que se encuentra bien o de ayudarle a solucionar sus problemas. En todo momento velarás por su bienestar.

Pierdes los miedos

No siempre desaparecen todos tus miedos; sin embargo, cuando tienes la fortuna de estar al lado de alguien que amas y que te ama, las inseguridades se hacen más pequeñas.

La persona indicada saca lo mejor de ti mismo. Te ayuda a potenciar lo bueno dentro de ti, te hace sentir valorado y tu autoestima y amor propio crecen.

Cuando te enamoras de verdad… Te idealizas y miras a una vida futura

Cuando te enamoras de verdad, empiezas a idealizarte con esa persona. Piensas que es lo mejor que te ha pasado y quisieras compartir tu proyecto de vida a su lado.

Por supuesto, esta proyección puede variar para bien o para mal, conforme avanza la relación. A veces, uno puede equivocarse y darse cuenta de que esa persona no es tal y como creía en un principio.

El amor es un regalo: aprovéchalo

No temas sentirte enamorado. Aunque muchas cosas pueden cambiar con el paso del tiempo, es una de las mejores experiencias que uno puede experimentar.

La vida se compone de momentos preciosos, que vale la pena atesorar. Vive, sigue tus instintos y aprovecha el regalo que se te ha dado. Cómo dijo el escritor británico Lord Tennyson, “es mejor haber amado y haber perdido, que no haber amado nunca”.