Síndrome del trasero muerto, ¡no es un chiste!
Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina
Cuando se habla del síndrome del trasero muerto parece que solo fuera una broma. Sin embargo, no es así. Este tipo de lesión existe y es, de hecho, bastante frecuente. Aunque no implica una “muerte del trasero” como tal, sí supone una atrofia importante.
Tiene lugar cuando el glúteo medio deja de funcionar como debería. Esto puede ocurrir en personas que pasan mucho tiempo sentadas, pero también en quienes realizan actividad física, sin trabajar la zona de forma suficiente o adecuada.
Lo preocupante es que el síndrome del trasero muerto tiene varias consecuencias. La más importante de ellas es que provoca dolor en la espalda baja y la cadera. También problemas en la rodilla y el tobillo. Esto se debe al sobreesfuerzo de esas regiones musculares para compensar la deficiencia en el glúteo medio.
¿Cuáles son los síntomas?
Al síndrome del trasero muerto también se le conoce como amnesia gluteal. Se asume que está presente cuando una persona pasa mucho tiempo sentada y comienza a experimentar dolor en una o ambas caderas, la espalda baja o las rodillas.
A veces, ese dolor se proyecta hacia la pierna. Es muy similar a la molestia provocada por la ciática. También es posible que haya rigidez en la cadera o la parte baja de las extremidades. Si toma una sola cadera es habitual que se sientan algias al acostarse de ese lado.
El síndrome del trasero muerto hace que se afecte la curvatura de la espalda. De forma natural, la parte baja debe formar una “S”. Si es demasiado pronunciada, habrá tensión en los flexores de la cadera ocasionada por la amnesia gluteal.
Principales causas del síndrome del trasero muerto
La principal causa del síndrome del trasero muerto es el sedentarismo. En particular, pasar demasiado tiempo sentados o acostados lleva a que los músculos de los glúteos se alarguen. Esto, a su vez, conduce a que los flexores de la cadera se tensen.
Los flexores de la cadera son los encargados del movimiento de las piernas al caminar, correr o subir escaleras. Si estos se tensan y, a la vez, los músculos de los glúteos están alargados, es posible que se inflamen los tendones del glúteo medio.
El glúteo medio está en las nalgas y es uno de los músculos más pequeños de esa zona. Por lo tanto, los tendones que lo sostienen son frágiles y muy vulnerables. No solo las personas sedentarias son proclives a desarrollar este problema. Los atletas y los bailarines de ballet también constituyen grupos de riesgo.
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¿Cómo se diagnostica el síndrome del trasero muerto?
El síndrome del trasero muerto se diagnostica mediante una exploración en el consultorio del médico. El profesional indagará sobre la ubicación del dolor que experimenta el paciente y los sitios en los que se presenta rigidez, si la hay.
Es posible que le pida al paciente que estire o mueva las piernas en diferentes posiciones. Solicitará que se informe sobre cualquier sensación que aparezca al hacer los ejercicios.
En algunas ocasiones se indica una radiografía o una tomografía. Estas no se llevan a cabo para diagnosticar el síndrome del trasero muerto, sino para descartar otras posibles afecciones. El examen de oro para determinar si hay amnesia gluteal es la prueba de Trendelenburg.
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Prueba de Trendelenburg
Esta es una prueba muy sencilla que permite detectar si hay síndrome del trasero muerto. Se puede realizar en casa, aunque lo ideal es que el médico haga la evaluación final. Comprende tres acciones:
- Ponerse de pie y levantar una sola pierna. Luego, extenderla hacia adelante.
- Observar y tocar la pelvis que corresponda al mismo lado del cuerpo que se levantó la pierna.
- Repetir las mismas acciones con la otra pierna.
Cuando la pelvis se hunde en el mismo lado del cuerpo en el que se levantó la pierna, es señal de que hay síndrome del trasero muerto en el lado contrario.
Tratamientos disponibles
El tratamiento del síndrome del trasero muerto va a depender del nivel de progreso de la lesión. Así mismo, de los requerimientos atléticos del paciente. No es lo mismo tratar a un oficinista que a un deportista o a un bailarín.
La medida más habitual es recomendar reposo y algunas prácticas caseras como las siguientes:
- Compresas de hielo o frías: deben aplicarse en la zona para reducir el dolor y la inflamación.
- Compresión: a veces es recomendable envolver la zona afectada, que puede ser una rodilla o la espalda. Sin embargo, esto debe decidirlo el médico.
- Elevación: mantener las piernas elevadas y bien apoyadas puede ser una medida eficaz.
Si el caso es severo o grave, es posible que se requiera un tratamiento de fisioterapia. En algunos casos puede ser necesaria una terapia con plasma rico en plaquetas (PRP). Consiste en un conjunto de inyecciones que aceleran la recuperación. También se prescribirán analgésicos para reducir el dolor.
¿Cómo se puede prevenir?
La mejor manera de prevenir el síndrome del trasero muerto es evitando el sedentarismo. Lo más conveniente es no permanecer más de una hora sentados. Al cabo de ese lapso, lo indicado es ponerse de pie y caminar un poco.
Subir escaleras con frecuencia es ideal. No solo ayuda a prevenir esta molestia, sino que además es un buen ejercicio cardiovascular y un buen soporte para mantener el peso a raya. Una persona que haga deporte con frecuencia debe incluir ejercicios para estimular el glúteo medio.
Algunos de los ejercicios más recomendables para prevenir la amnesia gluteal son los siguientes:
- Apretar los glúteos: consiste en apretar los glúteos durante tres segundos mientras se tiran los hombros hacia atrás y los músculos abdominales se mantienen hacia dentro. Las piernas deben estar separadas.
- Sentadillas: estando de pie, con las piernas separadas, doblar las rodillas hasta que los muslos queden casi paralelos al piso. Luego levantarse y repetir. Los músculos del abdomen deben estar tensos y la espalda recta.
- Elevaciones de la pierna: acostados, levantar las piernas manteniéndolas rectas, lo máximo posible. Después, bajar las piernas hasta casi tocar el piso. Repetir 10 veces.
- Puente de glúteos: acostado, con los hombros contra el piso, doblar las rodillas y levantar la cadera. Luego bajarla y repetir.
El síndrome del trasero muerto no es un chiste y merece atención
Con los hábitos y los ejercicios adecuados se puede superar el síndrome del trasero muerto. Si se mantiene esta rutina de forma semanal es posible que el problema ya nunca vuelva a aparecer.
En el caso de los atletas o de quienes realizan actividad física regular, quizás sea necesario consultar con el entrenador o con un médico deportivo. Un profesional capacitado puede recomendar las rutinas adecuadas para evitar que el problema reincida.
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